Rebel delirium

Apuntes de circo

Los seguidores de las artes escénicas en Londres tienen una cita anual a principios de año con el London International Mime Festival, un clásico que se lleva realizando desde 1977. Mimo, artes visuales, pero sobre todo circo. Hablaremos de ello próximamente. Este año el festival no ha programado ninguna compañía ibérica. Sí que lo ha hecho en cambio Subcase 2013, la feria de circo más importante de los países escandinavos que se celebra el próximo mes de febrero en Estocolmo y que ha programado una sección llamada «Catalan circus on tour», en la que participarán Los Galindos, la Companyia de circ Eia y Projecte Otradnoie.

Estos días he estado repasando los apuntes sobre la historia del circo más reciente que Yohann Floch (jefe internacional de Hors les Murs), explicó en la residencia de periodistas culturales en Zagreb y que me gustaría compartir en esta columna.

La primera preocupación de un artista de circo, a diferencia de un bailarín o un actor, tiene que ver con el espacio. El artista de circo es una criatura en volumen. La referencia no se encuentra en el suelo (actor, bailarín) sino en el aire. El equilibrio (o desequilibrio) es el gran tema del circo. La vida en un mundo inestable. Por eso la locura es uno de los temas indisociables del circo.

Durante los años 90, la idea de «proeza» fue remplazada por la idea de «discurso» o de «concepto». El circo abrió las puertas a las influencias del teatro posdramático y a la danza contemporánea. A partir del año 2000, el circo empezó a visitar territorios más íntimos y a flirtear con la abstracción. Como en las demás artes escénicas, lo multidisciplinar se hizo norma. Hoy en día, muchos artistas de circo no se sienten cómodos en esta categoría (Camille Boitel, Martin Zimmermann y Dimitri De Perrot, James Thiérée).

Observamos diferentes movimientos en la historia circense. En primer lugar, el llamado circo tradicional (tiendas, espacio circular, animales, sucesión de números, ausencia de dramaturgia, nomadismo, familias circenses, espectacularidad, proeza, etc.). Durante los años 70 y 80, se introdujo el realismo y la reflexión social (cambio en la estructura de las piezas, en la dramaturgia, evolución hacia el teatro, aparición de los «happenings»).

La gran diferencia del circo con la danza, la opera, la música o el teatro es que no tiene «repertorio». De algún modo, el circo tradicional hacía esta función, presentando los mismos números de generación en generación. Pero en el circo contemporáneo, los autores son los intérpretes y no se plantean la posibilidad de llevar a escena espectáculos que se hicieron en el pasado.

De las tendencias circenses actuales, Yohann Floch distinguía 5 grupos o categorías. 1/ El circo urbano (hip-hop, acrobacias, break dance, video, vestuario de la calle, retorno a la espectacularidad de los números acrobáticos), ejemplificado con compañías como 7 Doigts de la Main, Cirque Mandingue o Horse Race Company. 2/ Circo en los márgenes (producciones más cerca de la performance, la instalación o el happening, en las que las técnicas de circo se diluyen entre muchas otras). Ejemplos de este grupo son Phia Ménard, Camille Boitel, Rodrigo Garcia o Pipo Delbono. 3/ Circo-danza, cuyo exponente más importante es la cia. Gandini Juggling (movimiento, cuerpo y escenario, malabaristas, manipuladores de objetos, magos que a parte de enseñar sus técnicas lo hacen con una concepción de su cuerpo muy profunda). 4/ Circo-Teatro (uso de patrones teatrales, máscaras, personajes, narrativas, importancia de la escenografía y del vestuario, storytellers). Y Finalmente, un último grupo al que Floch llama «circo seco», protagonizado por una generación jóvenes artistas que quieren volver a las raíces, a la base. Después de muchos años de mezclar disciplinas y tendencias, estos jóvenes (muchos de ellos de los países nórdicos) quieren volver a los orígenes del circo desde un ambiente más íntimo. Pocos espectadores, ausencia de música, cercanía con el espectador. Simplicidad y sensibilidad. La compañía Face Nord es un buen ejemplo de esta tendencia.

La discusión entre el circo tradicional y el circo contemporáneo, entre circo-teatro o circo urbano, es bastante absurda, pero sí que es interesante identificar los códigos de cada momento para explicar la evolución del circo.

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