El Chivato

AVETID denuncia ‘prácticas poco transparentes’ en la gestión de TGV en los últimos años

AVETID ha presentado hoy a los medios los datos del «Análisis económico y de gestión de Teatres de la Generalitat», según señalan en la nota enviada, ante la falta de información institucional sobre cómo van a efectuarse los cambios anunciados por el Consell que afectan a Teatres de la Generalitat, que pasará a incluirse en una área de nueva creación, CulturArts Generalitat. Este estudio se ha realizado durante varios meses y contrastando las siguientes fuentes oficiales: Consejo Rector de Teatres de la Generalitat, Cuentas Generales de la Generalitat Valenciana publicadas en la web oficial de la Conselleria de Hacienda y Administración Pública, Informes de la Sindicatura de Comptes de la Comunitat Valenciana, Instituto Valenciano de Estadística y el Anuario del Ayuntamiento de Valencia.

Su objetivo es clarificar cuáles han sido las líneas reales de actuación de Teatres de la Generalitat en los últimos años y poner en tela de juicio un modelo de gestión que requiere un profundo replanteamiento ya que, antes que impulsar el sector de las artes escénicas, ha mantenido una estructura sobredimensionada, apoyada en datos internos confusos y poco transparentes.

Estudiando datos oficiales, AVETID ha subrayado el incremento de casi el 70% en el capítulo de costes de personal de Teatres de la Generalitat, pasando de una previsión en 2002 de 2.853.232€ a un coste real en 2010 (últimos datos publicados) de 4.957.351€. «Resulta paradójico que, mientras se ha reducido el personal en determinados niveles administrativos, el nivel B ha pasado de 9 a 26 personas, presumiblemente por el aumento de contratación de asesores y personal de confianza», ha manifestado la asociación, para la que también se observan desviaciones sistemáticas en este apartado de personal con sobrecostes que, por ejemplo, en 2009 alcanzan los 1.420.787€, una cifra superior al presupuesto destinado a la orden de ayudas al teatro de ese ejercicio. Estos desvíos presupuestarios suelen atribuirse al «personal artístico», sin especificar las condiciones de contratación. Ante estos datos, AVETID ha exigido transparencia y equilibrar los costes de personal del ente con las partidas destinadas al fomento, producción y la proyección de las artes escénicas valencianas, objetivos reales de TGV.

«Precisamente esta labor de fomento de las artes escénicas valencianas ha ido reduciéndose en los últimos años y han desaparecido líneas completas de actuación. Ha sido el caso de la desarticulación de facto del Circuit Teatral Valencià, la desaparición de los convenios a salas y compañías o la eliminación de los actos de promoción interna y proyección externa del Teatro y Circo valencianos, medidas fuertemente criticadas por las asociaciones y profesionales del sector», sostienen.

En palabras de AVETID, «en vez de impulsar las artes escénicas, la gestión de este ente ha llevado a una reducción del 25% de las funciones en salas de TGV (pasando de 626 en 2002 a 481 en 2011) y a una pérdida de espectadores. A pesar de los intentos por confundir publicando hasta tres cifras diferentes cada año, los ingresos de la institución en 2010 están por debajo de los obtenidos en 2002, pese al aumento del nivel de vida, pasando de 996.128€ a 990.440€. Esto puede deberse a dos factores. El primero, la política de caída de precios que ha reventado el mercado, ofreciendo entradas cada vez más baratas y realizando una competencia desleal con las salas privadas a costa de rebajar – hasta anular – los cachés de las compañías (que tienen grandísimas dificultades y retrasos a la hora de cobrarlos). El segundo de los factores puede ser una caída en las ventas que se disimula hinchando las cifras de asistencia con un alto número de invitados. Otra técnica para intentar maquillar esta bajada de ingresos es mezclar las cifras de taquilla de los espectáculos programados de manera ordinaria con aquellos – normalmente musicales – con los que se acuerda que sólo un pequeño porcentaje de la taquilla revierta en la propia institución mientras la mayor parte va a la compañía productora que, además, acuerda una cesión del teatro que le exime de contribuir a sus importantes costes de mantenimiento. Estas prácticas de confusión se hacen evidentes al contrastar las cifras publicadas anualmente en la web de la Conselleria de Hacienda y Administraciones Públicas con las ofrecidas por el Instituto Valenciano de Estadística. Por ejemplo, en 2010 se informó al Instituto de Estadística Valenciano de unos ingresos de 3.315.536€ por las salas públicas. Sin embargo, la Conselleria de Hacienda y Administraciones públicas reflejó solo unos ingresos de 990.440€, pese a incluir junto a la recaudación de las salas públicas los ingresos de taquilla obtenidos por el Festival Sagunt a Escena».

Por ello, AVETID reclama una transparencia en la recaudación del ente con sistemas como la difusión de las cifras reales de recaudación («chivatos»), cuya experiencia en Barcelona ha resultado positiva, en opinión de los integrantes de la asociación. Además, la asociación pide que esa transparencia sea extensiva a la ejecución del presupuesto anual del ente público y que las dotaciones sean clasificadas de forma clara, según concepto, partida y proyecto: «Desde 2004 la Sindicatura de cuentas señala ‘incumplimientos de principios contables’ por parte de TGV. Además, se ha constatado que los presupuestos se suelen presentar con unas partidas que no se corresponden con las que se citan en la liquidación de ese mismo ejercicio. Por ejemplo, presupuestos que en el Capítulo II aparecen como Servicios Centrales, Centros de Producción, Centros de Exhibición, Comunicación y Relaciones exteriores e institucionales, Centro Coreográfico o Dansa Valencia, entre otras, luego se liquidan con partidas tan genéricas como Trabajos de Terceras Empresas y Servicios exteriores. En 2007 ambas alcanzaron, respectivamente, los 3.986.092 € y 3.139.308 €, cuya suma supuso el 50% del presupuesto previsto por TGV para ese año».

«A esta falta de transparencia» –prosigue el comunicado– «hay que sumar la institución realiza producciones de teatro y danza o juega a «empresario de paredes» sin contar con que la propia entidad, para mantenerse, necesita absorber gran parte de la inversión de la Generalitat Valenciana para el fomento de las artes escénicas. Las cifras son evidentes: de un presupuesto medio anual de 15 millones de euros con el que ha contado TGV en la última década, solo el 15% (casi 2 millones) ha llegado realmente al tejido productivo empresarial valenciano. El resto se ha dedicado a mantener unas necesidades estructurales desmesuradas y unos compromisos en demasiadas ocasiones injustificados que, además, han ido creciendo mientras el presupuesto total del ente sufría un recorte del 25% (rebaja que, por otra parte, no se ha aplicado por igual en todas las áreas, recayendo la mayor parte sobre el sector privado). La drástica disminución de las medidas de estímulo al sector experimentado en los últimos años asfixia a la creación escénica valenciana, aumentando el desempleo entre actores, técnicos y creativos de la Comunitat. Es el momento de crear, mediante el consenso, un nuevo modelo de gestión».

UNA NUEVA GESTIÓN QUE IMPULSE AL SECTOR Y SEA FRUTO DEL DIÁLOGO CON LAS ASOCIACIONES Y PROFESIONALES DE LAS ARTES ESCENICAS VALENCIANAS

Por ello, consiederan que transparencia y eficacia en la gestión de este ente es ahora más necesaria que nunca, ante la restructuración anunciada por el Consell por la que Teatres de la Generalitat pasará a un área de nueva creación, CulturArts Generalitat. En ésta, junto a TGV se integrarán las funciones de los institutos valencianos de la Música, del Audiovisual y Cinematografía Ricardo Muñoz Suay y de Arte Moderno (IVAM), junto al de Conservación y Restauración de Bienes Culturales, el Proyecto Cultural de Castellón y las fundaciones de les Arts Reina Sofía y La Luz de las Imágenes.

AVETID comparte con el gobierno autonómico la preocupación por la deriva de ciertas empresas públicas valencianas y entiende que es imprescindible racionalizar presupuestos, optimizando los recursos e impulsando medidas que potencien, realmente, el desarrollo de las empresas del sector. «Pero, para que el nuevo modelo de gestión que requiere esta nueva etapa sea efectivo, hay que sumar fuerzas y contar con las aportaciones de las asociaciones y profesionales del sector, quienes realmente han sido capaces de dinamizarlo. AVETID reclama como primer paso la separación de funciones y poderes, como se consensuó para la Ley de Teatro que todavía no se ha desarrollado. En segundo lugar pide un reordenamiento interno que separe las diferentes áreas de intervención pública. Y, en tercero, incentivos para los emprendedores del sector privado, quienes en estos años han demostrado mejores resultados con un apoyo mucho menor que el recibido por Teatres de la Generalitat», reclama AVETID.

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