Negro & negro

Brillan con luz propia

Nunca llegué a pensar que, a esta alturas de la vida, un monologuista de stand up comedy llegara a sorprenderme. Nunca lo pensé hasta que disfruté con el espectáculo En verdad os digo de Goyo Jiménez,. No sólo disfruté sino que descubrí una nueva dimensión artística en este apartado. Goyo Jiménez es un 5J, calidad superior.

Risas, risas y más risas. A lo largo de dos horas y media de show, que se dice fácil y que se hacen cortas, va tocando varios temas: la felicidad, la Casa Real, el racismo, la religión, la crisis… Un taburete y una mesa…con poco más consigue la magia. ¿Dónde está el truco? Goyo Jiménez despliega un humor inteligente, de ida y vuelta. No se queda en el ja, ja, ja…ni en los tópicos facilones o vulgares. Ofrece un humor con poso y mensaje y lo dosifica con maestría. Con un derroche físico, una velocidad vertiginosa en el texto, mantiene al espectador concentrado en un ejercicio mental sin margen para la distracción. Trata al público como seres inteligentes y rompe previsiones llegando mucho más allá. Si analizamos la trayectoria de este artista, descubrimos que antes que monologuista tenemos un ACTOR con una carrera intensa, una persona que ha trabajado la escena desde joven, que ha recorrido distintas etapas que han ido forjando un actor espectacular: La Fura dels Baus, centros dramáticos, distintas compañías de teatro con las que ha ido interpretando textos clásicos, greco-romanos y contemporáneos. Goyo es un monologuista con base, con fundamento y con una vasta cultura que la aplica en escena para ofrecer un espectáculo que te va a llevar a unos sutiles territorios de reflexión, sin perder nunca ese gran sentido del humor utilizado como catarsis ante la vida.

Goyo asume riesgos, interactúa constantemente con el público, consigue que el respetable le escuche con atención, consigue que participe, juega con él… ¡qué capacidad!. La distorsión de la realidad, ya lo hicieron Ionesco y Beckett magistralmente, crea un reflejo de lo que ocurre, para ayudar a entenderlo. Este humor absurdo está muy presente En la verdad os digo. Y el respeto hacia el público, dentro y fuera del escenario. Fuera, a través de las redes sociales o los 50 minutos que se pasa al terminar el show sacándose fotos con todos los que se acercan a él. Rodeado de un equipo joven y entusiasta transmite una energía tan positiva que convierte a Goyo Jiménez en todo un acontecimiento.

Después del subidón con Goyo Jiménez tuve la oportunidad de disfrutar de nuevo con El intérprete, protagonizado por Asier Etxeandia y su banda. ¿Es un concierto? ¿es un show? ¿es un cabaret? No es relevante. Son todas esas cosas y muchas más. Asier invita a todos sus «amigos invisibles» a entrar en su habitación y nos abre su corazón para recorrer juntos una vida, su vida, la de cualquiera durante las dos horas que dura el espectáculo. Momentos, pensamientos, sentimientos, sensaciones que se vivieron de una manera, y que el paso del tiempo las re-hubica en un lugar, en su lugar.

Con un equipo de lujo formado por Guillermo González al piano, Enrico Barbaro con el contrabajo y Tao Gutiérrez percusión y dirección musical, Asier consigue hacer reír, llorar, bailar, tal vez volar… y viajar a través de la música : Kurt Weill, Héctor Lavoe, Lucho Gatica, Chavela Vargas, La Lupe, Gardel, Talking Heads, David Bowie, Rolling Stones… y viajar por la vida, por los miedos de la infancia, por las inseguridades…Asier defiende el ser diferente. Propone soñar, no limitar nuestra capacidad de soñar para trascender de la cotidianidad y poder alcanzar esos sueños. Creamos en nosotros mismos, defendamos «nuestro sombrero por ridículo que parezca» dice, y olvidemos el qué dirán, o las presiones sociales, o el juicio, o los prejuicios. Liberémonos de los complejos, trabajemos y soñemos para que se hagan realidad.

Asier se vacía en escena en un derroche de energía, de capacidad, de talento…una voz poderosa que domina magistralmente, baila, interpreta, interactúa con el público. Asier es capaz de emocionar, de tocar todas las fibras y sensibilidades en un momento y es capaz, al ratito, de poner a bailar a todo el teatro convirtiéndolo en una fiesta. Con un bagaje artístico que va desde el musical, teatro clásico y contemporáneo, cine y televisión hasta llegar a El intérprete podemos afirmar que Asier es una artista que se ha hecho a si mismo, que ha trabajado en muchas facetas distintas de su profesión, que se ha cuajado como artista pisando las tablas y los «platós».

Los dos, Goyo y Asier, aún siendo bien distintos tienen muchas cosas en común: su gran preparación técnica y física, su inteligencia escénica, su capacidad para interactuar con el público y su gran respeto por el mismo. Los dos, siendo bien distintos, confluyen en otra cosa: son dos «estrellas» que proyectarán su luz durante muchos años por el Universo del Teatro. ¡Gracias a los dos!

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