Críticas de espectáculos

Cádiz en mi corazón/Abel González Melo/Albanta Teatro

Oda a la isla que quiere volar

Pongamos que hablamos de la ciudad. Cádiz tiene algunas semejanzas con La Habana de Cuba. Así lo afirman quienes conocen las dos ciudades ancladas en el mismo mar. 

Abel González Melo, habanero, recaló en la ciudad del sur. Llegó acogido por el Festival Iberoamericano de Teatro (FIT) de Cádiz que tantos puentes ha tendido –este año 2014 celebrará su XXIX edición- a teatreros de los dos continentes. González Melo llegó con un diminutivo cariñoso pero con un texto dramático excepcional, «Chamaco», a modo de credencial para su presentación; y trajo un bagaje dramatúrgico muy extenso que le avala para afincarse en España impartiendo dramaturgia en la Universidad Rey Juan Carlos de Madrid.

Desde su llegada aquí, Abel González Melo se ha empapado de Cádiz, del aire, de sus aromas, del urbanismo, de sus callejuelas y edificios históricos, de las gentes, de sus ideas, esperanzas y espiritualidad. El autor cubano ha empatizado con la ciudad hasta el punto de sentirla en su corazón.

En este contexto, se ha inspirado para escribir «Cádiz en mi corazón. Postales de un viaje imposible», un texto dramático que cala en las esencias, en el alma de esta acogedora ciudad con vocación de isla que quiere volar.

«Antonio: ‘¿Una isla, no?’/ Dolores: Y de pronto sentí que sí, que era una isla. / Macarena: Que todo puede reducirse a eso. / Conchi: Unas cuantas rocas intentando alejarse de la tierra. / Macarena: Una barca encallada. / Dolores: Un castillo distante. / Antonio: ‘¿Una isla, no?’/ Dolores: Dijo por tercera vez y supe que esa era la clave, una isla. / Macarena: El sabor de los dulces y el olor a sal.» González Melo, en esta obra, hace poesía en estado puro, poesía dramática, poesía viva y vivencial.

En «Cádiz en mi corazón…» este joven autor ha escrito un texto amable, emocionado y profundo que indaga en la esencia de Cádiz y de sus moradores. Amable, en el sentido de que, aún apuntando algunos indicios políticos, los soslaya con cierto sentido del humor. La emoción del texto se enmarca en la descripción de los personajes, en su fraternidad. En fin, el texto afronta con finura e intensidad el sentido existencial de la ciudad: el espíritu viajero y el ansia de libertad.

Desde esta perspectiva, el personaje heroico protagonista se presenta como metáfora de la ciudad. Dolores, hija de una conservadora pastelera, Macarena, siente la necesidad cambiar, de salir, de volar. «Dolores: Sí, le dije a mi madre, me voy de viaje. / Macarena: ¿Que te vas?/ Conchi: Aquella mañana Dolores se despertó con la sensación de que aún estaba dormida, y dijo que algo en su vida debía cambiar. / Macarena: ¿Iba a cambiar?/ Dolores: Tenía que cambiar.»

El desierto de Atacama, Madrid, Barcelona, Gijón, Berlín, describe toda una geografía emancipadora llena de esperanza y de ilusión. Dolores, la ciudad, emprende un viaje fantástico, soñado, de ida y vuelta, anclado en la misma roca, pero marcado por la energía, la imaginación y la libertad.

En escena, tres actrices y un actor juegan a representar el texto que carece de acotaciones. La palabra protagoniza las didascalias, los diálogos, las descripciones, los pensamientos que definen a los mismos personajes y delimitan cada acción.

Los cuatro intérpretes narran conjuntamente la historia, varias historias cruzadas en el tiempo pasado con el presente y todo un universo imaginado. Los cuatro juegan con la palabra cambiando de personajes y situaciones para construir una trama fluida, a veces divertida, y en todo momento, emotiva y poética que el espectador ha de recomponer.

Con este material dramatúrgico, Pepe Bablé, director del montaje hace un fenomenal ejercicio creativo para construir una especie de danza de los personajes marcando espacios y tiempos en el juego con naturalidad. Los intérpretes cambian de registro una y otra vez en décimas de segundo para asumir el nuevo personaje, la rápida transición en el espacio. Pepe Bablé ha realizado un soberbio trabajo de dirección de actores para equilibrar energías y conseguir un coherente conjunto coral.

La puesta en escena propuesta por Albanta Teatro transmite intensidad y una poética post dramática exquisita. El mar está presente en el enorme ciclorama, cielo y mar, que se funde en sugerentes olas con una playa dibujada por una significativa tarima. Dos pequeños taburetes y un sofá tapizados en rojo dan la nota surrealista de este montaje singular.

Manuel Sesma Sanz

Espectáculo: Cádiz en mi corazón. Postales de un viaje imposible – Autor: Abel González Melo – Intérpretes: Charo Sabio, Susi Rosado, Carmen Reiné y Jay García – Vestuario y estilismo: Carolina Bablé – Iluminación: Pepe Bablé y Luis Jiménez – Asesoría dramática: Eberto García Abreu – Puesta en escena y dirección: Pepe Bablé – Producción:  Albanta Teatro – Central Lechera Teatro de Cádiz. Estreno absoluto.

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