Críticas de espectáculos

Catacrack/La Baldufa

Cuatro chapuzas en apuros
Obra: Catacrack
Intérpretes: Carles Benseny, Enric Blasi, Emiliano Pardo, Carles Pijuan
Dirección: Jordi Purtí
Producción: La Baldufa
Patio Antiguo Instituto –Gijón – 15-02-03 FETEN
Cuatro delincuentes de supervivencia deciden dar el golpe de su vida y planean atracar un banco para hacer con un gran diamante. De este objetivo sale un espectáculo delirante en donde se van desarrollando los arquetipos cómicos de estos cuatro chapuzas que consiguen cuando menos robar más de una carcajada y miles de sonrisas al público que asiste unas situaciones que van subiendo en su grado de delirio y descerebramiento . Lo que queda claro ante nuestros ojos es que son unos auténticos inútiles, unos chapuzas, unos perdedores absolutos, lo que ayuda a componer estos tipos muy marcados que se complementan y que dan mucho juego sin apenas pronunciar ni una palabra.
Y es que se trata de humor en bruto, quizás como el propio diamante, en donde hay muchas ideas, hay capacidad de los actores para mantener el arquetipo, para jugar todos a la vez el rol del tonto, pero si todo parece bien estructurado sucede que se acumulan impericias para resolver los gags y las situaciones. Es el gran fallo, escenas delirantes, que nos hacen destornillar se van diluyendo por no saberlas rematar con la misma contundencia. Y esta sucesión de interrupciones en la intensidad y la claridad van resquebrajando el todo, y nos vamos alejando conforme nos quedamos colgados, sin la continuidad que deseamos para seguir en la máxima graduación de interés y comicidad.
Es un grupo con experiencia, pero relativamente joven, se nota la existencia de buenas energías, de ideas, incluso en el campo de la imaginación creativa, la puesta en escena, el vestuario y los efectos, todo parece en su sitio, pero se pierde la fuerza por esos descosidos mencionados, por la flojera en la resolución. Hace falta un repaso externo, quizás una dirección con mejor técnica en la concreción de los gags. Es un divertido delirio, extravagante y divertido y si logran ajustar estas disfunciones, todavía será más efectivo.
Carlos GIL

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