Aclárate la voz

Cicely Berry

Cicely Berry ( Mayo,1926) es la directora vocal de la Royal Shakespeare Company. Internacionalmente reconocida por su trabajo como formadora y asesora vocal. Fue profesora de la Central School of Speech and Drama y Doctor Honoris Causa por diferentes universidades. Un referente básico en interpretación y la emisión vocal de los textos de Shakespeare. Estimula al actor a ser capaz de encontrar el placer en el acto de articular los textos del autor inglés. Podemos encontrar huellas de su labor en las películas «El último emperador» y «Belleza robada» de Bernardo Bertolucci y «Titus» dirigida por Julie Taymor. Tiene publicados cinco libros. Aquí podemos disfrutar con su labor y crecer con su libro «La Voz y el Actor». Por cierto, con una magnifica adaptación al español realizada por Vicente Fuentes sin la cual no podríamos sacarle todo el jugo que tiene. Un texto que no puede faltar de las manos de cualquier actor, estudiante de arte dramático o profesor de voz.

Personalmente fue una alegría poder contar en español con un texto firmado por una indiscutible autoridad en la materia en el que se plasma ideas, reflexiones, conceptos, abordajes de la voz del actor que, en más de una ocasión, cuando era yo el que las nombraba me encontraba con una respuesta de escepticismo por parte de quién escuchaba. No sé que es predicar en el desierto, pero lo que sentía se debía aproximar mucho a esa sensación. Ha sido y es un apoyo a mi labor, salvando todas las distancias de la experiencia, de recorrido y de las diferencias marcadas por las distintas sensibilidades e intereses. Fue un alivio y es una guía que me acompaña. Las pautas y sugerencias que te llevan a experimentar las sensaciones de la respiración coordinada a la dinámica del texto, la precisión en el movimiento de la articulación de los fonemas, la intensidad llena de identidad vocal en las palabras son, solo algunas de las sensaciones que se van grabando en el cuerpo y en la memoria auditiva a medida que vas experimentando sus páginas.

Quizás, una parte de su trayectoria no tan conocida y que nos indica el valor y el peso que le da a la voz hablada y a la palabra es su labor docente en las prisiones. Mediante el uso idóneo de la voz y apoyándose en textos de Shakespeare estimulaba en los convictos la construcción de un sentimiento de confianza en el uso del lenguaje y de la voz hablada. No lo he podido ver pero me imagino; construir un concepto distinto de uno mismo a partir de sentirte, oírte y dialogar de una forma diferente a como había sido hasta ese momento. «Cuando las palabras no prevalecen, prevalece la violencia» Magnifico! Recordáis mi primera columna titulada «Cultura Vocal»?

Entre sus propuestas se mueve continuamente al ánimo de poner al actor en contacto con su mundo imaginario, sensorial; y aumentar el grado de autoconciencia apoyándose en la fisicalidad de las palabras, en el ritmo del texto, en el espacio físico. Una visión del acto vocal y de la palabra que nos conduce a la necesidad del conocimiento personal (leer artículo «Creación, vida y actuación»). A cada paso del texto, la elección. El actor debe hacer sus elecciones y esto supone un acto de responsabilidad, y disculpadme que introduzca así otro título escrito en esta columna. » Una gran parte del trabajo de voz se realiza sobre lo que, para mí, es una base negativa; es decir, corrigiendo la voz, mejorándola, con todas las implicaciones sociales y personales que ello conlleva, haciendo parecer de algún modo que no eres suficientemente bueno…..Una actitud correctiva hacia la voz hace que el actor se vea constreñido a utilizarla correctamente, y lo mantiene dentro de los límites preestablecidos del buen habla. De modo que no puede ser fiel a sí mismo.» (Cicely Berry). Vivan las voces NO prêt-á-porter y a todos aquellos que estimulan y permiten el desarrollo de la propia identidad vocal!!!!!!! No puedo evitar, de nuevo, pensar en Alice Miller y su concepto de pedagogía negra. Libros suyos como «La madurez de Eva», «El cuerpo nunca miente», «Por tu propio bien», «El drama del niño dotado». Una obra para reflexionar, sentir y cuestionar. Esto será en otro artículo, de momento…Gracias, Cicely Berry.

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