En cartel

Continúan las funciones de ‘La calma mágica’ de Alfredo Sanzol a cargo de Tanttaka Teatroa en el Teatro Valle-Inclán de Madrid

Tras su estreno el 10 de octubre, continuan las funciones de ‘La calma mágica’ en la sala Francisco Nieva del Teatro Valle-Inclán de Madrid. Escrita y dirigida por Alfredo Sanzol, esta obra es una coproducción entre la compañía Tanntaka Teatroa y el Centro Dramático Nacional.

 

Alfredo Sanzol es el autor y director de ‘La calma mágica’ nuevo espectáculo de Tanttaka Teatroa que en coproducción con el Centro Dramático Nacional se estrenó el 10 de octubre en la Sala Francisco Nieva del Teatro Valle-Inclán de Madrid y estará en cartel hasta el 9 de noviembre. En la misma sala y los días 1 y 2 de noviembre tendrá lugar también el estreno de la versión en euskara, Barealdi magikoa de cuya traducción se ha encargado el reconocido escritor Harkaitz Cano; ambas funciones se realizarán en colaboración con el Instituto Vasco Etxepare y con sobretítulos en castellano.

Oliver, un hombre que quiere cambiar de vida es invitado –durante una entrevista de trabajo– por su futura jefa a unos hongos alucinógenos que le llevan a ver que en el futuro un cliente le grabará con el teléfono móvil dando cabezadas, dormido delante de su ordenador y a pesar de que le rogará que borre ese vídeo el cliente se negará… Así comienza La calma mágica / Barealdi magikoa un espectáculo que en palabras de su autor y director habla «de la búsqueda de la dignidad y del sentido de la vida».

La historia de este espectáculo es «un viaje iniciático que nos va a llevar a África, a los elefantes rosas, al amor, a la obsesión, a los allanamientos de morada, a las escopetas de caza, al alcohol, a la traición, a los sueños robados y a los manantiales de los que surge el agua de la vida» explica Alfredo Sanzol para añadir que La calma mágica «está dedicada a mi padre, al deseo de poder volver a hablar con él, y al rechazo de que las personas se vayan para siempre. También al placer de recordar historias como esta: Cuando mi padre vivió en Tejas se hizo amigo de una pareja de rancheros que habían perdido a un hijo recientemente. El chico tenía más o menos la misma edad de mi padre y se le parecía muchísimo. Se le parecía tanto que los rancheros le hicieron la siguiente oferta: Si se quedaba a vivir con ellos, le dejarían el rancho en herencia».

Emociones y recuerdos se cruzan con la imaginación y los sueños en esta nueva obra del autor de espectáculos como la trilogía formada por ‘Risas y destrucción’, ‘Sí, pero no lo soy’, ‘Días estupendos’ o ‘Delicadas’, ‘En la luna’ y ‘Aventura!’ Sobre su último trabajo Sanzol afirma además: «Creo que a mis personajes les pasa lo mismo que al personaje de Mishima y «a medida que transcurre el tiempo, los sueños y la realidad llegan a tener el mismo valor entre los recuerdos. Todo lo que ha sucedido en la realidad se mezcla con lo que pudo suceder. Y, como la realidad deja rápidamente el espacio a los sueños, el pasado se parece cada vez más al futuro».

En lo que al equipo artístico se refiere Tanttaka Teatroa ha contado con Iñaki Salvador –música–, Alejandro Andújar –escenografía y atrezzo–, Xabier Lozano –iluminación– y Ana Turrillas –vestuario–. El elenco de intérpretes está formado por Mireia Gabilondo, Aitziber Garmendia en ambas versiones y Sandra Ferrús, Iñaki Rikarte y Aitor Mazo en castellano e Itziar Ituño, Jose Kruz Gurrutxaga y Martxelo Rubio en euskara.

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