Críticas de espectáculos

En un lugar del Quijote/ Ron Lalá

Talento y dedicación a raudales

Música, teatro y humor son algunas de las señas de identidad de la compañía Ron Lalá. Pero, sin duda, detrás de cada montaje hay mucho talento y entrega por el trabajo bien hecho; las cosas no se desarrollan por casualidad. Así lo acreditan los premios recibidos por uno de sus espectáculos recientes, «Siglo de Oro, siglo de ahora (Folía)», Premio Max 2013 a la mejor Empresa/Producción Privada de Artes Escénicas, entre otros.

Ahora, Ron Lalá nos vuelve a sorprender gratamente con «En un lugar del Quijote» donde recrea la célebre novela de Miguel de Cervantes. Música y palabra se funden en una dramaturgia festiva realizada con estética del teatro popular.

Don Quijote de la Mancha se ha instalado en la mente colectiva como un personaje histórico que existió en la realidad. La fuerte personalidad de su figura, engrandecida por un paisaje y un tiempo concretos hacen que el personaje de ficción ocupe un puesto en la memoria histórica al mismo nivel que su creador.

Eso tiene su lógica social. Son tantas las versiones y los estudios de todo tipo y profundidad que se han hecho acerca del Quijote que se le conoce más próximo que al autor, del que quizá solo recordemos que se quedó manco en Lepanto y que estuvo preso en Argel.

No obstante, para la mayoría de la gente, la novela de Cervantes se identifica por la frase inicial –»En un lugar de la Mancha, de cuyo nombre no quiero acordarme…»–, su lectura no va mucho más allá. Solo una pléyade de estudiosos, intelectuales y amantes de la literatura universal han leído el texto íntegro de don Miguel. El resto de los mortales tenemos percepciones, aproximaciones literarias y artísticas que se han aposentado en la inteligencia colectiva a través de las múltiples versiones que nos han llegado del Quijote. La inmortal novela se sincretiza en un sentimiento cercano y popular.

Precisamente, esa es la emoción intelectual que fundamenta la labor, tanto creativa como de puesta en escena, de Ron Lalá para construir «En un lugar del Quijote». En una abigarrada biblioteca de libros antiguos y legajos, Miguel de Cervantes se dispone a escribir una novela de caballería con don Quijote como protagonista. Invita a dos actores para que representen al Cura y al Barbero a fin de entramar la historia del Hidalgo. Entonces se inicia un juego meta teatral con la literatura como objeto.

La magia escénica impregna el espectáculo. Es el juego teatral, la fantasía se funde con la realidad, la literatura se convierte en representación, la música se hace fiesta y canción. Novela y teatro, las actores entran y salen de la escritura de Cervantes por medio de un fantástico juego de escenificación. Una aventura y otra, y otra; los actores cambian de rol para hacer un personaje y otro, y otro al tiempo que cantan y hacen sonar los instrumentos musicales; una y otra canción, otra escena y otra, y otra más, noventa minutos sin solución de continuidad que pasan volando en un ir y venir de la palabra a la música y a la acción. El público se ve atrapado en complicidad.

La compañía Ron Lalá derrocha talento y entrega a raudales para llevar a cabo un montaje complejo e intenso, instructivo y festivo, intelectual y emotivo, riguroso y divertido. Una iluminación imaginativa y poética, un vestuario impecable y significativo, una puesta en escena ágil y equilibrada hacen que «En un lugar del Quijote» se muestre como un acontecimiento escénico atractivo y completo no solo desde la perspectiva del entretenimiento, sino desde el lado instructivo e intelectual.

Finalmente, por poner alguna espina en el rosal, el montaje peca de griterío quizá porque los micrófonos, necesarios para las canciones, no se modulan con sutileza en las partes dialogadas. Hay espacios en los que la tecnología juega en contra; la pequeña sala de La Cárcel de Segovia es uno de ellos. Por lo demás, todo perfecto, las funciones de los dos días han estado a rebosar.

Manuel Sesma Sanz

Espectáculo: En un lugar del Quijote – Versión: Ron Lalá – Intérpretes: Yayo Cáceres, Juan Cañas, Íñigo Echevarría, Miguel Magdalena, Daniel Rovalher y Álvaro Tato – Vestuario: Tatiana de Sarabia – Iluminación: Miguel A. Camacho – Escenografía: Curt Allen Wilmer – Dirección literaria: Álvaro Tato – Dirección musical: Miguel Magdalena – Dirección: Yayo Cáceres – Compañía: Ron Lalá – Sala Expresa de Segovia, 25 y 26 de abril.

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