Reportajes y crónicas

Encuentro Internacional de Teatro de Grupo – Ayacucho 2018

Diferentes miradas a la creación teatral

Encuentro Internacional de Teatro Grupo – Ayacucho 2018, realizado en la ciudad San Cristóbal de Huamanga (Ayacucho) del 21 al 28 de octubre en la ciudad de Lima y del 29 de octubre al 4 de noviembre en Ayacucho, fue en honor y como homenaje a su promotor Mario Alejandro Delgado Vásquez, el talentoso fundador y director del grupo teatral Cuatrotablas.

En mayo de 1978, con el patrocinio de la UNESCO, el Teatro de Grupo de Cuatrotablas logra realizar en la pequeña ciudad de San Cristóbal de Huamanga el primer Encuentro de Ayacucho y consigue, no solo reunir a las vanguardias latinoamericanas en danza, música y teatro, sino a grupos de Europa y  Oriente con el Butoh, (Teatro de danza no tradicional de Japón) representado por el Isso Miura (alumno de Kazuo Ohno, el creador de este tipo de danza poco convencional que inter-relaciona lo ritual, lo sagrado y lo profano). Mario Delgado, al generar un espacio interdisciplinario con la fusión de culturas, creó a la vez un territorio de trabajo, único, que marcó a las futuras generaciones.

Fue también decisiva la participación del pueblo de Ayacucho, que se solidarizó desde el inicio con el evento y dio su apoyo incondicional a esa forma de teatro que le traía algo inédito, nuevo, a su rutina natural. Esto determinó la exitosa realización de dicho Encuentro y su continuidad cada 10 años, hasta la actualidad.

Ayacucho 78, desde sus inicios se transformó en el referente para el Teatro de Grupo del mundo, en una nueva manera de encontrarse y, sobre todo, en un lugar de intercambio, no solo de las relaciones humanas, sino en la expresión de otras las formas de teatro, en las que el cuerpo es el que habla y se articula no sólo con palabras.

Ayacucho 78 provocó una prolongada ola sobre la que navegó un movimiento teatral, ésta a su vez que se fue rompiendo para dar paso inmediatamente a la siguiente, pero entre ambas se produjo un movimiento silencioso e invisible, donde la calma fugaz se conjugó con el punto de partida. Este retorno cíclico implicó un regreso a las bases sobre las que se edificó esa dinámica constructiva con toda su potencia, para mantener el espíritu crítico en constante vigilancia sobre los fundamentos asumidos hace 40 años, para un teatro cuya escritura se instalaba en el cuerpo.

Ayacucho 78 fue un hito y un mito en el camino del encuentro de culturas y formas de expresión de grupos que estaban en la búsqueda de una forma de teatro disímil porque, a partir de mediados del siglo XX, las artes escénicas se han transmutado y multiplicado para compartir experiencias a través de la: participación, inmersión, interacción o espectáculos, con mensajes que evaden una narrativa lineal y se aproximan a la fantasía e identidad del grupo que lo concibe, induciendo movimientos de significado en común, aunque no sean comunes en sus criterios.

Estos espectáculos contemporáneos se acercan a la postura filosófica de Jean-Luc Nancy al promover el «estar juntos». Este concepto clave de Nancy se refiere a la necesidad de repensar lo común. Concibe el «ser juntos» como una dinámica sin finalización, un movimiento cuyo significado se alimenta de todos los intercambios. 

Cuando los grupos se  presentan en dispositivos abiertos, como lo fue el Encuentro Internacional de Teatro Grupo – Ayacucho 2018, no buscaron transmitir un sentido de imposición frente a otras formas teatrales o simplemente «activar» en la audiencia un sentimiento de beneplácito, sino que se convirtieron en «el otro» representado en un espacio de juego propio, de planteos escénicos, de gestos en busca de una identidad común. Realizaron un «ser» y un «estar» juntos. Sin embargo, la naturaleza de estos intercambios varía de un espectáculo a otro: no es simplemente semiológica, performativa o participativa, sino una compleja trama de propuestas con un denominador común: el cuerpo y sus metáforas.

Jean-Luc Nancy afirma en su tesis que no tenemos un cuerpo, sino que -más bien- lo somos, para luego exteriorizarlo en una exposición infinita, como cuerpo volcado hacia afuera. Gilles Deluze en su obra “La imagen –tiempo” sostiene: “El cuerpo ya no es un obstáculo que separa al pensamiento mismo, ya que piensa por sí mismo”, en este mensaje el autor reinstala al cuerpo en el dominio del pensamiento y como comunicación del «ser ahí » (Dasein), de la «Existencia» o «ser en el mundo» como señalaba Heidegger.

Los tres conceptos son sinónimos e indican el hecho de que la persona está «situada» de manera dinámica, es decir, en el modo del poder ser. En la acción de estar haciendo algo la experiencia se vuelve transitiva, lo cual coloca al grupo en situación de experimento y experimentador, eso lo hace en directo y sin elucubraciones intelectuales. Lo que los grupos llaman repetición de una acción o gesto, y hacen de manera absorta, al estar in situ, en una puesta en escena o demostraciones sus movimientos se tornan directos e intuitivos y dejan que el cuerpo se maneje por sí solo.

En la filosofía china y en el budismo se habla del “ichinen: “i” de sujeto, “chi de energía y “nen” de fusión; el sujeto que se fusiona con la energía cósmica. En el teatro de grupo ese “ichinen, está inscripto en la memoria gestual y de acciones de cada actuante. Esto se ajusta dentro del concepto que de que formamos parte del sistema de neuronas espejo, que se conectan a través de energía y que  transforma la información visual en conocimiento de la intención de las acciones en los demás, y nos permite una propuesta de imitación – aprender a realizar una acción mediante la observación de otros.  Un niño es ejemplo de este sistema, aprende por imitación y repetición. Por lo tanto los talleres, si los observamos bajo esta lupa, adquieren vital importancia en  este tipo de Encuentro de Teatro de Grupo.

Giacomo Rizzolatti, el neurocientífico italiano, que descubrió las neuronas espejo, señala que este sistema cableado es lo que nos permite “captar las mentes de los demás no a través de un razonamiento conceptual sino a través de una estimulación directa de los sentimientos, y no con el pensamiento”.

Para Merlot- Ponty la gran paradoja y enigma del cuerpo es que éste es a la vez vidente y visible para los otros. Es aquel que mira todas las cosas que lo rodean, que a la vez se convierten como en sus prolongaciones, en parte de sí, y puede mirarse a sí mismo como en un espejo.

Cada contexto sociocultural influye en la forma de sentir el cuerpo, de percibirse a sí mismo y a los otros y en la manera de representarlo desde el arte. Por lo tanto  desde ese punto de vista el Encuentro Internacional de Teatro Grupo – Ayacucho 2018, fue el vehículo para conectar a los grupos entre sí con sus cuerpos y formas culturales distintas, con sus limitaciones y sus grandezas, con su creación y su exposición, que fue espejo para los otros.

Desde 1978 en los Encuentros siempre existió un padrino tutelar: el Odin Teatret de Dinamarca dirigido por Eugenio Barba, al que en este 40 aniversario se lo homenajeó no sólo a través del afecto, sino con muestras de trabajos cuyos resultados eran la expresión de todos los talleres impartidos por su grupo que ya posee medio siglo de experiencia.

Las líneas sobre las que se fundamentó el Encuentro Internacional de Teatro Grupo – Ayacucho 2018, fueron: Banquetes (demostraciones de los trabajos de los grupos y la deconstrucción de espectáculos). Reflexiones escénicas que permitieron que cada grupo, muestre sus experiencias y consecuencias de trabajo. Libros, Videos y Talleres en los cuales cada maestro explicaba su método de trabajo y sistema metodológico para que los actuantes pudieran adquirir un mejor dominio de su instrumento de trabajo: el cuerpo, el gesto y la voz. 

Otra de las propuestas relevantes fueron los “Qunakuys”. Trueques o Intercambios artísticos con la población ayacuchana. Se funda en la interacción o entrega de técnicas pedagógicas o fragmentos espectaculares que resumen la praxis teatral de cada grupo, a la comunidad de Ayacucho; y a su vez ellos ofrecieron sus creaciones ancestrales. Acciones o Paradas Teatrales, Intervenciones Escénicas, Toma de Espacios; se realizaron en diferentes los espacios alternativos, como atrios de iglesias, Plaza Mayor, etc.

Durante dos semanas, el Encuentro Internacional de Teatro Grupo – Ayacucho 2018 fue un multiuniverso espectacular en el que participaron decenas de artistas de teatro de grupo y laboratorio de: Argentina (Camino Teatro de Argentina: “Me amé, no me di cuenta” dirigido por Ana Woolf, con Laura D´Anna, Giorgio Zamboni y), Argentina-Bolivia (La Ruda Teatro con “Silenciadas las mareas silenciadas” sobre texto de Alessandro Baricco: Eva Palottini, Tomas Masariche, Alejandro Bustamante y Guido Wertheimer. Brasil (Ceta con “Perdoa-me por amar”, dirección Lino Rocca, con Vânia Santos), Contadores de mentira, Do otro lado da Linha: “Curra temperos sobre Medéla”, teatro ritual dirigido por Cleiton Pereira. Canadá – Venezuela, (Ximena Huizu, “Demostraciones”), Chile (CICRET presentó “Mujer Rota” de Marco Antonio de la Parra: Raúl Osorio y Alexandra Smith), Colombia (Aleph Teatro: “Te duele” de Cesar Brie, con José Alberto Bolaños, Cristina Mafla – Mario Miranda), Dinamarca: (Odin Teatret: “El Eco del Silencio” con Julia Varley, dirección Eugenio barba). España (Residui Teatro: “Apuntes para la felicidad” con Viviana Bovino sobre textos Kierkegaard, Cortázar, Krisnamurti, Giordano Bruno, Epicureo, Tiziano Terzani, Kavafis, Jutta Bauer, Saint Agustine, dirigido por Giorgio Amicuzi). Teatro Espacio Vinagre, “Creación a partir de los sentidos” dirigido por Maloka Rincón. Italia- Francia (Arianna Berenice De Sanctis –Investigadora), Corea del Sur: Nottle Theatre: (versión libre de “Las tres hermanas” de Anton Chejov),  Japón (Isso Miura: “Kagtsu” danza Butho), Nami Kaigaishi: “Memory  on My Skin”  fusión de danza contemoránea, clásica y Butho), “Ku-no-Ne”, danza ritual: BiyoKikuchi, México (La Rueca dirigido por Susana Frank y Aline Menasse: “La mujer niña no despierta” sobre el tema del Holocausto, con Aline Menassé, Valeria Díaz Garcilazo, Eunice Moreno, Sandra Romero, Omar Martínez, Valeria Salinas, “Voces de un Asesino de Cara Larga y sin sonrisa” de Daniel de la O con Jorge Betancourt, “Tierra de sombras” sobre textos de Juan Rulfo con Emmanuel Ramos), “Danzas del Sur de la India” con Omar Martínez y Emmanuel Ramos. Puerto Rico (Laurietz Seda –Investigadora), Departamento de Drama de la Universidad de Puerto Rico (María Collazo – Danza Contemporánea), Perú (Cuatrotablas sobre textos de Arguedas: “Canto Profundo” con Flor Castillo Alama, “Ciudad sin ti” con dirección Pilar Nuñez, “ Flor de Primavera” con Pilar Nuñez”, “5 metros de poesía” con  Miguel Gutti  Brugman, “Alzo mi voz-Angela Ramos” con Antonieta Pari, “Las pasionarias” dirigido por Zita Elias, Komilfó- Jaime Lema, teatro-danza “Sumergido en mis zapatos”, Maguey Teatro “Hiroshima, el camino de la oruga” dirigido por Wili Pinto, Yuyachkani “Discurso de Promoción” Teatro-Circo-Varieté dirigido por Miguel Rubio, “Rosa Cuchillo” con Ana Correa, Killa Teatro “Intensidad y Altura” sobre textos de César Vallejos, dirección Manuel Jesús Luna. 

El Encuentro Internacional de Teatro Grupo – Ayacucho 2018 que se realizó en Lima y Huamanga – Ayacucho, tuvo un solo objetivo la reunión de diferentes miradas sobre el quehacer teatral y la finalidad de intercambiar conocimientos, aprender entre sí, y hacer accesible una nueva percepción poética sobre el arte, y la transubjetividad de la imagen.

Beatriz Iacoviello

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