Entrevistas

Entrevista con Germán Jauregi de la Cía Última Vez-Wim Vandekeybus

Bilbaíno de nacimiento Germán estudia teatro en Antzerki Eskola de Basauri, y danza en distintos cursos y workshops. Trabaja con diversas compañías de teatro y participa en varios proyectos de danza. Desde 1998 trabaja en la compañía Última Vez/Wim Vandekeybus, creando e interpretando «Inspite of wishing and wanting», «inasmuch as life is borrowed», «what the body does not remember» (revival), «Blush», «Sonic Boom», «Puur», «Spiegel». Imparte workshops tanto a nivel estatal como internacional. Entre su apretada agenda ha podido hacer un hueco para visitar a la compañía Da.te Danza, afincada en Granada, en cuyas instalaciones ha impartido un Curso Intensivo Contemporáneo. Antes de irse Germán nos dejó su experiencia en esta entrevista.

Entrevista realizada por el departamento de prensa de Da.te Danza.

¿En qué está consistiendo el Curso Intensivo Contemporáneo?

El curso yo lo he planteado como una forma muy concreta de entender el movimiento. Es un acercamiento al trabajo de suelo y a un trabajo de contacto entre dúos. Está enfocado como un primer paso para conocer una formación concreta, no es algo cerrado, sino una posibilidad que a ellos les pueda servir. Ellos pueden robar ciertas técnicas, ciertas ideas que posteriormente en su trabajo pueden plasmar.

¿Cómo está siendo la respuesta por parte de los asistentes?

Hay mezcla, porque hay gente que es más bailarina, hay actores… por lo que independientemente de que cada uno sepa más o menos, lo importante es que todo el mundo desde su nivel experimente una evolución. Por ejemplo con los actores se ve desde el primer día a hoy hay una gran evolución. Digamos que lo que me importa a mí es que la gente poco a poco vaya asimilando conceptos y eso repercuta en su cuerpo. A medida que van pasando los días, cada uno a su ritmo está percibiendo ese avance.

¿En qué proyectos trabajas actualmente?

Actualmente estoy preparando una producción que voy a dirigir yo y que empezaremos a ensayar en un par de semanas.

¿Qué metas tienes de cara al futuro?

Como meta tengo empezar, determinar una pequeña estructura, la posibilidad de desarrollar un trabajo más personal mío. Hasta ahora he hecho muchos proyectos codirigiendo, colaborando y en este momento comienzo con una producción propia.

¿Cuál va a ser el itinerario en este trabajo personal? ¿Vas a crear tu propia compañía?

Más que compañía, porque para ello hace falta muchos recursos, ahora mismo no me lo planteo, lo que me planteo es empezar a desarrollar un trabajo personal. Que eso desemboque luego en una compañía dependerá de si hay subvenciones, hay apoyo, hay interés, si la cosa funciona o no. Pero no me preocupa. Mi objetivo no es crear una compañía, sino tener cierta libertad para desarrollar un trabajo y poder llevarlo a cabo. Lógicamente una compañía también puede ser un inconveniente para ello, ya que tienes que cumplir muchos requisitos, muchos plazos… entonces puede ser un soporte, pero te quita libertad. No sé si me interesa y ni siquiera me planteo crear una compañía. Quiero realizar un trabajo que me refleje como yo pienso, como yo veo las cosas y así lo hago.

¿Cuál es tu relación con Da.te Danza?

Nuestra relación comenzó a raíz de nuestra visita con la compañía Ultima Vez a Granada, en la que nos invitaron a dar una conferencia sobre el trabajo de la compañía, cómo trabajamos, cómo creamos material y la creación de un contexto para que el trabajo se entienda mejor. Hay siempre mucha curiosidad cuando has visto una obra que te gusta por saber cómo ha sido el trabajo que hay detrás de la misma. Después de esta primera toma de contacto me invitaron a dar este curso y aquí estoy.

¿Cómo ves el mundo de la danza en España?

No sé muy bien porque no vivo en España, la gente que vive aquí y trabaja aquí está más preparada para hablar de la situación de la danza en el país. Yo soy del País Vasco, y podría hablar un poco del panorama allí, pero tampoco, porque he estado durante muchos años muy alejado. Ahora con el proyecto que voy a hacer tengo apoyo del Gobierno Vasco, estoy empezando a trabajar con ellos y estoy comenzando a ver cómo están las cosas. Pero el resto de España es mejor que opinen las personas que trabajan aquí.

¿El proyecto del que nos hablas tienes pensado realizarlo en España o fuera?

Donde sea posible, donde me dejen, donde sea más fácil y donde el contexto sea el adecuado, pero no tengo una idea predeterminada.

Dices que quieres hacer un trabajo más personal ¿crees que tu madurez no la puedes alcanzar interpretando lo que componen otros?

Como intérprete tienes un desarrollo, un aprendizaje. Pero hay un punto en el que al menos yo siento que tengo que dar un salto. Porque al final incluso en una compañía en la que todo es colaboración, todo es una creación conjunta, todo el material lo hacemos juntos como Última Vez… hay un punto en el que al final es otra persona la que toma las decisiones. A veces estoy de acuerdo y otras veces lo veo de forma muy distinta. Cada uno asumimos nuestro papel porque además para eso esa persona es el director. Ese es el punto en el que yo decido y quiero ponerme en ese lugar de responsabilidad, porque es una responsabilidad muy grande tomar ese tipo de decisiones. Como intérprete es otra persona la que la asume. Para mí como intérprete es una profesión y como director y coreógrafo otra muy distinta. De hecho hay muchos coreógrafos que no han sido bailarines antes.

¿Para qué tipo de público te gusta más trabajar?

A mí lo que me gusta es cuando después de una representación veo gente que no es de la profesión y el trabajo les ha tocado, les ha hablado o les ha interesado o les ha sugerido algo. Para un público que no es de la profesión.

¿Qué es lo que más te ha sorprendido de este curso?

Lo que más me ha sorprendido es el nivel de concentración de la gente a pesar del número de horas de trabajo con un material físico, y estoy seguro de que si hubiésemos seguido dos horas lo hubiesen hecho al mismo nivel.

¿Quién tiene más capacidad de interpretación, de meterse en un papel, los actores o los bailarines?

El personaje eres tú en unas condiciones determinadas, no es un abrigo en el que te metes dentro. Por formación los actores son más flexibles en ese sentido. Los bailarines están más acostumbrados a que les digan haz esto así. Yo vengo del mundo del teatro y creo que tengo más libertad, más capacidad de adaptación. Yo veo aquí que los actores prueban de muchas formas aunque ese equivoquen y buscan cambios. Luego es un personaje cada uno, yo he visto bailarines que de repente se meten completamente en el papel, por lo que generalizar es peligroso. Pero sí es cierto que la formación de un bailarín es más estricta y te hace más difícil desprenderte de ciertas cosas.

Después de esta visita a Granada ¿tienes pensado volver a corto plazo?

Por supuesto que me gustaría volver, pero como comienzo con mi creación, hasta verano no voy a impartir ningún curso. Después de verano combinaré ambas cosas, pero ahora mismo me quiero concentrar en el trabajo.

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