Foro fugaz

Festival don Quijote, XXVI edición

Intentemos echar un vistazo al Festival don Quijote que se presentó del 21 de noviembre al 3 de diciembre.

 

Destaca en esta edición, la colaboración entre el Teatro 13 de París y el festival. Un fructífero encuentro —ya ocurrido en el pasado, que otorga al Don Quijote un lugar en uno de los teatros municipales más activos de la capital. Y por supuesto la continuidad quijotesca y festivalera en el Café de la Danza, que este año y para hacer honor a su nombre, acogió a dos grupos dancísticos llegados de Colombia, además de cuatro compañías teatrales.

Todo festival implica un riesgo, y aunque la vocación del don Quijote es presentar una especie de antología de lo mejor del teatro en España (con algunas notas latinoamericanas), lo cierto es que cada compañía llega con sus propuestas que para el público parisino son un descubrimiento. No obstante este año aparecieron en escena dos directores conocidos por estos lares: el español Andrés Lima que ya ha dirigido a la Comedia Francesa, y Claudio Tolcachir el director argentino que ya se ha presentado con mucho éxito con su grupo y a quien recordamos por su magnífica La omisión de la familia Coleman. Ambos directores se presentaron en la primera parte del festival en el Teatro 13, Lima con la obra Sueños y Tolcachir con la obra Tierra de fuego. Completó el cartel en esta plaza, la compañía Nao d’amores con un exquisito Triunfo del amor basado en la música y texto de Juan del Enzina, así como la compañía Cuarta Pared con la obra Nada que perder.

Después vinieron los espectáculos en el Café de la Danza del barrio de la Bastilla, en donde encontramos la presentación de un clásico del teatro español, La vida es Sueño de Calderón por la compañía Teatro del Temple, y una obra inspirada en la vida de Edith Piaf, Taxidermia de un gorrión, así como dos compañías de danza colombianas, que participaron en el año de Colombia en Francia.

Sueños obra escrita y dirigida por Andrés Lima con la compañía Teatro de la Ciudad. Destaca en este espectáculo el trabajo de las actrices y del actor  Chema Adeva. La cercanía de la muerte y el deseo desaforado de contacto, la lujuria, que el presentimiento del final suele despertar, en un desesperado intento por retomar la fuerza de la vida a través del sexo senil. Espectáculo de locura, con la muerte como común denominador de la fuerza vital.

Tierra de fuego de Mario Diament por la compañía Producciones Teatrales Contemporáneas, bajo la dirección de Claudio Tolcachir. El desafío era grande pues se trata del encuentro entre una mujer israelí que busca al palestino que trató de asesinarla y que está preso en Inglaterra. Tolcachir logra convertir una mesa de trabajo y discusión en un territorio en el que se confrontan todas las ideas. Emotivo acercamiento al conflicto israelo-palestino y que termina con un empate de atrocidades: La realidad de un desencuentro. Por cierto que esta obra obtuvo el premio del Festival, una recompensa muy meritada.

La vida es sueño de Calderón de la Barca es un clásico, su representación un reto, pues el vigor del verso suele ser mucho más fuerte que la acción dramática. El Teatro del Temple sale victorioso en este desafío que nos recuerda que el teatro sigue siendo el mejor laboratorio para mostrarnos que la vida es un sueño y que los sueños sueños son. Verbo y acción, acción y verbo, en esta representación clásica.

Cantar, el canto y su fuerza escénica, en dos espectáculos: uno renacentista con música de Juan del Enzina y otro más contemporáneo con la música de Edith Piaf. La poesía y la música de Juan de la Enzina siglos XV y XVI, renace en el espectáculo El triunfo del amor presentada por la Nao d’Amores, una compañía que sabe mezclar música, poesía y acción dramática.

Taxidermia de un gorrión de Kolunka Teatro es una evocación de Edith Piaf a través de una entrevista imaginaria. Lo más sorprendente de este espectáculo es la voz de la actriz Garbiñe Insausti, que representa a la Piaf. ¡Qué manera de interpretar esas conocidísimas canciones! La vida es una canción, casi siempre dramática, pero al final de cuentas un canto. Taxidermia de un gorrión o la vida es una canción en especial cuando se trata de la Piaf.

Balance fructífero de esta edición XXVI del Festival don Quijote la última cita que queda en Francia para ver teatro español (y a veces latinoamericano).

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