El Chivato

Gerard Mortier: ‘La programación artística es siempre un acto político’

El actual director del Teatro Real de Madrid, Gerard Mortier, considerado un «agitador» de la ópera mundial y un renovador de su estética, ha paticipado hoy en la primera jornada del curso de verano BizBAK de la UPV/EHU «Gestión y dirección artística: programación creativa en las artes en vivo contemporáneas», celebrado en Bizkaia Aretoa.

Mortier ha confesado en Bilbao no sentirse «un gestor cultural, sino un trabajador artístico». Para él, la sociedad tiene tres pilares que deben estar equilibrados: «la economía, la política y la cultura». Y, dentro de todo ello, la gestión cultural «es siempre una acción política. Elegir programas y artistas es siempre hacer política. Si lo admitimos, todo será más fácil».

Antes de asumir el cargo del Real, Mortier fue director de la Ópera de París –»el trabajo más aburrido que he tenido»-, del Festival de Salzburgo y de la Ópera de Nueva York, pero de donde guarda mejor recuerdo es de su paso por la Trienal del Ruhr, que se desarrolló en antiguos locales industriales. A su brillante carrera siempre le ha acompañado la polémica, con puestas en escena muy controvertidas, como las de El murciélago (2001) o la reciente (h)oeurs. Radical en sus planteamientos, Mortier defiende que lo peor es la indiferencia y aboga por montajes que hagan que la gente siga hablando de ello una vez acabada la función. A la hora de elaborar una programación, él se basa «en la tradición y en la creación», aunque, según ha advertido, «la importancia de las obra clásicas cambia según la época que estemos viviendo». A Mortier no le interesa «el teatro político», pero sí aquellas obras que den respuestas a las cuestiones que las leyes no pueden resolver. «La ley tiene una respuesta para el incesto, pero este es un tema mucho más complicado, que requiere otras respuestas. Ser político en el teatro es dar una visión sobre nuestro mundo y responder a las preguntas que nos planteamos sobre un tema». Sobre la clase política ha señalado que «es populista, sólo le interesa que se hagan espectáculos que lleven a mucha gente». Sin embargo, a los programadores «sólo nos tiene que importar que todo el mundo pueda participar».

La primera jornada de este curso BizBAK, que plantea diferentes perspectivas de cómo trabajar la gestión, la relación con el artista y el intercambio con el público de una forma más creativa, ha contado también con la intervención de Francesc Casadesús, director del Mercat de les Flors y Premio Nacional de Cultura en Cataluña. A mediodía, se ha celebrado una mesa redonda sobre la programación cultural en Euskadi, que ha contado con la participación de Daniel Castillejo, director de ARTIUM; Laura Etxebarria, de La Fundición; Igor Otxoa, miembro del comité organizador de Donostia 2016, y Fernándo Pérez y Rakel Esparza, técnicos de programación cultural en AlhóndigaBilbao.

Mañana, jueves, se desarrollará la segunda parte del curso, con las intervenciones de Mateo Feijoo, artista, gestor cultural y director del teatro asturiano La Laboral entre 2007 y 2010; Véronique Ferrero Delacoste, del Festival des Arts Vivants (FAR) de Nyon, Francia; Margarida Troguet, responsable del Teatre L´Escorxador de Lleida, y Tena Busquets, directora del Teatre principal d´Olot.

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