El Chivato

Gran Teatro de Cáceres, un teatro público subvencionado por las compañías profesionales.

Los profesionales del teatro de Extremadura, hemos desayunado con una noticia que se podría interpretar como «buena» pero que esconde una amarga realidad.El Gran Teatro de Cáceres, anunciaba a bombo y platillo que cierra su temporada con una «excelente programación, con superávit en sus cuentas y record de espectadores». Pero la realidad es bien diferente. Vayamos por partes.

En la nueva política del Gran Teatro está la máxima de no pagar caché a la mayoría de las compañías que quieren presentar sus trabajos. La nueva política, más propia de salas privadas que de un teatro público, está basada en «alquilar» el espacio para que sean las compañías las que asuman el riesgo de pagar las instalaciones y conformarse con un porcentaje de la taquilla recaudada. De esta manera un teatro con casi un millón de euros de presupuesto, apenas un 10 % menos con relación a años anteriores, puede cerrar una temporada con superávit. Detrás de este titular están infinidad de compañías que por el deseo de mostrar sus trabajos en Cáceres, han arriesgado y en muchos casos han perdido importantes cantidades. Se ha perdido en nuestro Gran Teatro (teatro público) el concepto caché, que no es más que pagar lo que justamente vale un producto teatral. Al parecer; gestionar un teatro público se limita a terminar la temporada con superávit justificándose así mejor ante las «instituciones o los patronos» y demostrando ignorancia de las necesidades y características del sector y de las propuestas y formas de gestión cultural que existen a nivel nacional.

Cuando se programa con la única opción para las compañías de ir si o si, a taquilla (una vez descontados los gastos del teatro, claro) se demuestra un gran desconocimiento por el producto teatral, por los gastos fijos que conlleva para una compañía cada presentación, altas a los artistas y técnicos, seguros sociales, dietas, alojamientos, desplazamientos y por supuesto amortización de la producción, porque detrás de cada presentación hay una gran inversión económica, mucho tiempo de ensayos y un importante riesgo empresarial que una compañía espera cubrir con la muestra del producto final.

Cuando una compañía extremeña representa su espectáculo fuera de nuestra provincia, aceptando ir a taquilla, puede compensar la posible pérdida gracias a las ayudas que el Gobierno de Extremadura oferta con la finalidad de facilitar la promoción y exhibición de las artes escénicas fuera de nuestra región pero cuando esto sucede en los teatros de Extremadura, a las compañías nos es imposible compensar las perdidas porque no podemos optar a este tipo de ayudas.

Es triste e indignante para una compañía que sale del teatro de Cáceres perdiendo mil o dos mil euros, escuchar que el director de la programación hincha el pecho porque cierra temporada con superávit ¿A costa de quién…?

El contenido de la programación es otra espinita para todos los cacereños amantes del teatro. ¿Dónde está el teatro arriesgado, innovador y vanguardista que se podía ver en la programación cuando eran otros los que dirigían este espacio? Simplemente ha desaparecido. La excusa, «a este tipo de funciones iba menos público y son poco rentables» sin embargo se nos llena la boca diciendo que hay superávit. Pues señor responsable de un teatro público, aprenda a ser un buen gestor y a cerrar una programación con teatro de calidad y con cero pérdidas y cero ganancias. En una programación anual sin duda hay sitio para el teatro más comercial o menos arriesgado y también para las propuestas más novedosas y nuevas corrientes artísticas.

Cómo se puede decir que estamos por encima de ciudades como Gijón, Valladolid, Sevilla….

Gijón tiene una programación arriesgada y de calidad con numeroso festivales entre los que destaca FETEN, uno de los mejor considerados para público infantil a nivel internacional, Valladolid cuenta con una cartelera que ya la quisiéramos nosotros y uno de los festivales de calles (TAC) más importantes de Europa, Sevilla en un solo mes tiene entre teatros y salas más programación que Cáceres en todo el año o festivales especializados como el Mes de la Danza de Sevilla que congregan a creadores y profesionales de toda España.

No nos tomen por ignorantes lanzando afirmaciones sin saber y esperando nuestro aplauso, no nos bombardeé con cifras como el número de espectadores, porque da la impresión que se contabilizan hasta los espectadores de otros eventos programados fuera del teatro.

Y hablando de festivales, ¿Dónde dejamos la programación del Festival de Teatro Clásico de Cáceres en su 25 edición?

Esta programación es simplemente INCOMPRENSIBLE. Es difícil tener tanta habilidad para cargarse el sello de un festival. Tenemos compañías clasificadas como sección oficial que deben ser los ¡top! de la programación porque son los que ocupan las portadas de la prensa (por supuesto todo compañías de fuera de nuestra región), otras que están en un off, compañías extremeñas que lo deben hacer muy mal porque no están ni en el festival oficial, ni el off, los montajes que la ESAD presenta como cierre de curso de sus alumnos, la tuna, los desfiles militares, festival uff, microteatro, cine, … sólo falta la cabra y Pitoño para completar lo que podríamos denominar «El Festival más pintoresco del mundo». Sin olvidarnos que la gran mayoría de los artistas, compañías, aficionados….programados, recibirán con suerte una exigua cantidad proveniente del porcentaje de la taquilla.

Desde las asociaciones Extremadura Teatral y el Colectivo de Compañías de Teatro y Danza de Extremadura lamentamos la falta de sensibilidad y rigor profesional que la dirección del teatro y las instituciones que lo patrocinan muestran hacia la ciudadanía, los aficionados al teatro y los profesionales extremeños.

Fdo: Extremadura Teatral y Colectivo de Compañías de Teatro y Danza de Extremadura

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