Puente de Brooklyn

House of YES

Freddy Malaboca, el personaje con máscara de conejo y traje de chaqueta y corbata con el cual tuve oportunidad de actuar al principio de mi llegada a NYC, guarda un recuerdo especial a uno de los espacios creativos y teatrales donde tuvo oportunidad de desarrollarse.

Hablo de «House of YES» (La casa del Sí), un lugar de múltiples actividades artísticas y con especial atención al cabaret, el burlesque y las artes circenses.

Desde Julio del 2008 hasta Agosto de 2013, «House of YES» había estado situado en la parte Este del barrio de Williamsburg, en Brooklyn, ofreciendo clases de telas aéreas, circo, eventos musicales, etc.

Sin embargo, debido a la subida del precio del alquiler del local se han visto obligados a cambiar de espacio y mudarse a otra zona. El barrio de Williamsburg se está de alguna manera Manhattanizándose, y los precios desorbitados obligan a muchos artistas y jóvenes a mudarse a zonas mas baratas de Brooklyn.

Han sido 6 meses de parón y búsqueda de un nuevo espacio. Finalmente «House of YES» ha encontrado un nuevo espacio de creación artística y ha firmado un contrato de 10 años gracias a nuevos colaboradores y productores que han apostado por el proyecto.

Al mudarse a la zona de Bushwick, los fundadores de la idea se sienten como de vuelta a los inicios, pues en este barrio se fundaron los cimientos de La casa del Sí.

Todo empezó en Abril de 2007 en una especie de almacén mohoso de 250 m2 y con olor a humedad, con pasillos llenos de escombros, goteras en los techos y lugar de reunión de «hippie-punkies»… Arriesgaron y firmaron por aquel entonces para empezar por algún lado.

Y de una manera u otra, tras mucha limpieza y renovación, empezó este proyecto impulsado por la pasión y no por los dólares. La idea era construir un verdadero lugar de trabajo donde también poder vivir y ofrecer clases de circo.

Los diferentes espacios se alquilaban a profesionales, músicos, bailarines y artistas que empezaban a formar parte de una familia que de forma conjunta organizaban cenas, proyecciones de cine, clases matutinas de yoga y fiestas de bailes mensuales.

Cada semana había diferentes actividades como clases de patronaje y moda, clases de telas aéreas, trapezio, etc…todo iba sobre ruedas y el proyecto crecía poco a poco…

Hasta el 22 de Abril del 2008, cuando un fuego en la cocina convirtió este paraíso artístico en un infierno en llamas. Ocho camiones de bomberos hicieron falta para extinguir las llamas y esta primera «House of YES» había durado desafortunadamente menos de un año.

Los sistemas de sonido, máquinas de coser, camas y armarios, trajes y disfraces; todo se convirtió en plástico derretido y cenizas descoloridas. Incluso Pilgrim, el gato mascota, no había podido ser rescatado.

Los ocupantes del espacio sobrevivieron al desastre, pero no solo habían perdido sus pertenencias sino sus casas y también lugares de creación artística.

¡Pero entonces algo mágico empezó a pasar!

Inspirados por las ganas, la valentía y el apoyo de la comunidad artística y alternativa de Nueva York, House of YES continuó y decidió buscando un nuevo hogar.

La respuesta fue apabullante, y mucha gente asistía ansiosa por ayudar a todos los eventos «fundraiser» y donaba fondos para crear un depósito a modo de fianza suficiente para un nuevo espacio.

En Junio de 2008 y dos meses después del incendio, House of YES había encontrado una antigua fábrica de hielo medio derruida en el Este del barrio de Williamsburg. Estaba en alquiler y contaba con techos con algo más de 9 metro de altura. En seguida se firmó el contrato y así, de nuevo, empezaba otra vez La casa de Sí.

El nuevo espacio era el doble de grande, lo cual se vio como una doble posibilidad a nivel creativo y profesional: un estudio de grabación, una sala de costura para trajes de circo, una sala de baile para eventos privados, una escuela de clases de telas y diferentes disciplinas circenses…

Pasaron 5 años como el flash de una cámara de fotos, y mientras tanto las cosas cambiaban, la gente se mudaba, y nuevos miembros, artistas, amigos y voluntarios, pasaban a formar parte de esta comunidad.

La subida de alquileres del barrio hizo acabar con este segundo episodio de House of YES en Junio de 2013, y después de otros seis meses de búsqueda se acaban de firmar los próximos diez años de alquiler de un nuevo espacio en el barrio de Bushwick.

La localización de la nueva Casa del Sí les ha llevado al mismo punto de inicio, cerrando el círculo y volviendo al barrio donde todo había empezado.

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