¿De qué sexo es la palabra?

La imagen como motor dramático

¿Por qué son importantes las imágenes? Aunque sean oníricas, surrealistas o abstractas, aunque estén descolgadas de lo posible, la imagen es una matriz poderosa que luego hay que traducir y ver cómo se ordenan los contenidos, pero la imagen nos da territorialidad creativa y personal, uno empieza a desgranar su materialidad, su ser, su relación personal con el acontecimiento y eso es imprescindible para desarrollar lenguaje: confiar en uno y en sus propias imágenes. La imagen siempre nos guiará al argumento, la estructura y el contenido necesario para la escritura.

¿Se puede alimentar, ayudar, provocar?

Sí, se puede entrenar a pensar en imágenes o a producir las propias, para eso uno debe alimentar constantemente la curiosidad y el estado de alerta son ejes fundamentales. La observación contantes, visual y auditiva. Estar atento a los pequeños azares, lo imprevisto. También las imágenes deben ser personales, no necesariamente cada uno tenga que tener visiones nítidas, no hay un patrón de creatividad ni de imaginación, sino que cada uno debe aprender a saber cómo funiona su motor de deseo. Pero para todo esto es imprescindible la paciencia, como si se tuviera todo el tiempo del mundo, este lugar de relajación que se logra cuando uno está concentrado en algo, ese equilibrio.

Lleva tiempo entender tu sistema de imágenes como motor dramático. Y luego aprender a convertirlo en otro material: texto, escena, personajes. Las imágenes tienen su maduración, no hay que presionarlas ni hacer una transferencia literal. Son aliados que conviven con lo real, y hay que darles su espacio. Habilita otros territorios que la razón restringe, el por qué, para qué, con qué, no habitan el mundo de la imagen y sus composiciones arbitrarias, desmedidas y deliradas. El delirio o la desmesura no implica grandes despliegues, todo puede suceder entre una mirada, un fragmento y una frase. No tiene por qué haber más. No es limitante, a veces la limitante acorrala y depura lo falso.

El tractor del deseo:de la imagen a la idea

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