Praga, 2 de abril de 2010
Černá díra (Agujero negro) en Dejvické divadlo. La segunda vez que la veo y sigue impresionándome dos años después. Entro en algunos juegos de palabras que antes, irremediablemente, me perdía. La dirección es de Jiří Havelka. Junto con el Strýček Váňa (Tío Vania) dirigido por Petr Lébl que tuve ocasión de ver en su dernière, es uno de los espectáculos que más me marcaron a mi llegada a Praga. En un momento dado de Černá díra, el actor Ivan Trojan relumbra sobre las tablas y el público estalla en una sonora carcajada mientras el director, en la sombra, se sorprende de lo cómica que puede llegar a resultar la física celestial aplicada al teatro.
Praga, 4 de abril de 2010
Visita a Bleší trhy, el mercado de pulgas de Praga. El cenicero de los Wind nos espera allí. De regreso, coincidimos en el tranvía con con una familia deliciosa de chilenos residentes en Bélgica que están de vacaciones de Semana Santa: el padre, la madre, seis niños y otro en camino. Les enseño a decir hola, gracias y adiós. Ahoj, díky y ahoj.
Praga, 6 de abril de 2010
Vojtěch Kotek se incorpora a los ensayos. Vilma cambia el retrato que cuelga en la cafetería del teatro. Claro, después del ensayo se celebrará la rueda de prensa de Letní scéna. La Vilma más elegante y formal cede el paso, en este caso el muro, a una mujer de labios mal pintados y mirada sorprendida, la despelujada protagonista de Všechno jen do putyk a ženským!, obra basada en poemas de François Villon.
Rueda de prensa de Letní scena. El elenco de Origami al completo, salvo Pavel, que ha tenido que irse corriendo. También están Zlata Adamovská, Marta Kubišová, Chantal Poullain, Jana Štěpánková y, por supuesto, Milan Hein. Petr me ayuda con los periodistas. Aún no se puede revelar nada concreto sobre la obra. Se celebrará una rueda de prensa exclusiva para Origami a una semana vista del estreno.
Praga, 7 de abril de 2010
Durante el ensayo, siento que parte del proceso de creación de la obra pertenece al pasado y que ya no podremos volverlo a disfrutar y me sobreviene una extraña melancolía. Por suerte, todavía nos queda mucho que gozar.
Café en Alibi. De noche, la ciudad vira. Los tranvías hieden a alcoholismo, olvido y desgañito.
Praga, 8 de abril de 2010
A las puertas del segundo acto y con algunas escenas bastante montadas. No está mal, en apenas tres semanas y con una obra tan larga.
De nuevo, el tráfico congestionado y el castillo infranqueable. Helicópteros y mucha policía. Dmitri Medvédev y Barack Obama se encuentran en la ciudad. Se trata de un encuentro non grato para la mayoría de la población, pero a los políticos qué más les da. Praga se conoce también como la Nueva, o Joven, Gran Prostituta –la Vieja Gran Prostituta fue Babilonia–. Frank Kafka la llamó la Ciudad Abominable. Los bohemios siempre han sido un pueblo que ha bailado al son de otros países. Los ultrajes más recientes: tras del bukake al que le sometieron los miembros de la Unión Europea europeos hasta su incorporación al Acuerdo de Schengen, e incluso después, le sigue este doble anal que hoy le están practicando entre rusos y estadounidenses.
Para bien o para mal, Praga tiene la piel de adoquín y siempre se ríe la última. Aunque sufra, se ríe la última. Siempre se ríe. Puede que ahora esté cogiendo aire.
Encuentro casual con Kiku Mistu. Mañana actúa con su compañía en Divadlo v Celetné. Tenía previsto saludarle mañana, después de la función, pero Praga, aparte de reírse la última, es un pañuelo y, además, el teatro nos crea y nosotros nos juntamos.
