Críticas de espectáculos

L’Art de la Comèdia/Eduardo De Filippo

Un paseo por el arte del teatro

Hay momentos en el que te reconfortas con tu profesión, tu afición, tu momento presente sentada en platea y respirando la verdad en un escenario, esto es «L’Art de la Comèdia» y la dirección e interpretación de Lluís Homar. Un texto, un reparto, un espacio y una dirección magníficas que te pasean por el arte del teatro.

Silencio, oscuridad. Anacrusa escénica, empieza, ssshhh….: ma-gis-tral inicio cinematográfico de Lluís Homar (en ese momento no te planteas si como actor o director), sencillamente te entregas a su espacio, su voz y su gesto. …crees percibir los latidos del público, esa puerta enorme abierta en el fondo escenográfico, contraluz marcado, no-natural, Teatral….y ya estás en las obra. Déjate llevar. Mira y escucha. «(…) es lo imprevisto que hace al teatro sublime (…), lo que tiene de verdad suprema está en su suprema ficción», en palabras de De Filippo.

Me gusta cuando se trata con inteligencia al espectador, dejando que entre en cada escena por su cuenta, con libertad. Homar director nos propone transiciones sencillas, naturales y abiertas, sin inventos. Se trasluce también un buen trabajo de Oscar Valsecchi, ayudante de dirección. Se percibe un conjunto que actua en mayúsculas dando nombre a la «interpretación» en inglés, al «play» (jugar). Así, escena tras escena, cada actor y Joan Carreras como buen partner con cada uno de sus compañeros, nos adentramos en los hechos que se van sucediendo, y sin censura por parte de Homar para ceder espacio a los momentos-dinámica Hermanos Marx, y nos encontramos en medio de historias que, aún protagonizadas por personas, el poder político sigue más por su forma que no por su contenido. Es real en la obra que existe un accidente ferroviario y De Caro ni una sola vez asume acción y responsabilidad, su principal preocupación es la trampa -imaginada o no- y reacciona ante los hechos. ¿Eduardo De Filippo era futurólogo? ¿No es cierto que ante realidades tan duras inmediatas, cada uno en su medida, las impregna de importancia según sus formas?

Sigo: cada actor se regala a su personaje, y Homar deja fluir a cada profesional. Esta ha sido para mí uno de los más acertados repartos que he visto en mis treinta años como público adulto. Director, obra y compañía artística y técnica han conseguido que al recordar este montaje pueda decir «yo estuve allí». Como os explicaba al inicio, Homar abre la puerta y camina y habla. Y su voz se pasea entre palabras habladas acompañadas de pausas mesuradas, de miradas y de cuerpo. Deja el listón alto. Y su compañía, la real y la ficticia, le acompaña en el juego. Calidad de juego teatral que me llega justo en el momento que lo necesitaba. Cuando escribes estas valoraciones, percibes flaqueza y a veces insensatez en los escenarios -e incluso alguna tomadura de pelo-, este NO es el caso. Y las dos protagonistas femeninas, Victoria Pagès y Mar Ulldemolins se dejan llevar sabiendo brillar por su cuenta, también exactas y de manera perspicaz.

La propuesta técnica resulta también exacta y entregada a la propia obra, hablo de la escenografía de Lluc Castells y Jose Novoa, hablo del vestuario de Nina Pawlosky, la iluminación de Ignasi Camprodon, el sonido de Jordi Bonet y la caracterización de Toni Santos. Todo se envuelve de esa magia que crean DeFilippo-Homar y Homar-DeFilippo. Sólo me queda pedir «más por favor!», después de un «gracias» y saludo de respeto a lo conseguido.

Y como buena obra, esta vez también hay un saludo final teatral (¿por qué cuesta tanto entender que también un buen saludo forma parte de la profesionalidad y del color de la obra?), te llena los pulmones de oxígeno para seguir con nuestra teatro particular fuera de las salas teatrales, nuestro teatro personal de la vida. Y Lluís Homar nos da oxígeno.

Añadir que «El Arte de la Comedia» debería ser lectura obligada. Filosofía, teatro, sociologías, humanidad, ironía, estrategia, color, matices múltiples para leer en cada linea y entrelineas. Os dejo con otras palabras regaladas no sólo en el texto sinó a través de la voz de Homar: «El teatro ha de ser el espejo de la vida humana» .

Si venís por Barcelona, os espero. ¡¿No os gusta respirar?!

Anna Jarque

Obra: «L’Art de la Comèdia» (el Arte de la Comedia) – Autor: de Eduardo De Filippo – Teatre Nacional de Catalunya, Barcelona -hasta el 12 de abril de 2015-

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