¿De qué sexo es la palabra?

Libertad libre

Cuando el mundo occidental es sacudido por atrocidades como la sucedida en París en la revista Charlie Hebdo , es cuando todos decimos: no, a la libertad no la toquen. Es un no gritado y clavado sobre el suelo y el cielo. Un no silencioso y un no clamado que cruza la tierra sin idiomas, ni religiones, ni fanatismos, ni diferencias, ni nada que permita arrebatarnos la libertad libre que hemos ganado. No una libertad a medias, mezquina y arrinconada. Hemos sangrado y desangrado generaciones, pueblos, etnias, ideologías, sistemas de gobierno. La historia se escribe con rojo, pero la libertad adquirida no se entrega ni se renuncia. No podemos retroceder al oscurantismo, la censura, y la apropiación del pensamiento único como eje dominante y único sobre todos los restantes. No, el miedo nunca, el miedo que duerma afuera, que le llueva , que le caiga la helada, el frío y la noche más oscura para que se pierda definitivamente en lo más lejano de nuestra civilización. Que el miedo se vaya, que se aburra y sienta miedo de si mismo, el miedo cerca no no, el miedo nunca más. Ni los miedos, ni los estúpidos que piden miedo.

La locura creativa sí, la locura de la vida, de reirnos, de ver, exponer y mostrar quienes somos , estos seres absurdos llamados humanos que nos hemos dividido en tantos y tantos y tantos que las cadenas no alcanzan ni el tiempo ni las lenguas para contarlo de una sola forma.

¿Cómo no habría humor, cómo sobrevivir en esta riqueza inabarcable que hemos creado?¿Cómo sería nuestra vida sin humor inteligente, nuestro avance, nuestro aprendizaje?¿Cómo no reirnos de los errores, de los niños y adultos y viejos y adolescentes que somos? ¿Cómo sería una vida sin humor , sin creación, sin reflexión, sin crítica?No habría ser humano. Sería otra cosa, otra realidad, otra forma de ser, de expresión, ¿cómo otro ser humano, tiene ese otro tan lejano e incomprensible pensamiento?¿Cómo nos alejamos tanto del origen que nos dio la vida común? El absurdo de la elección, eso es la libertad, por la que matan los asesinos, porque ellos eligieron no ser libres. La libertad es algo indiscutible en nuestra razón primera, en nuestra descripción más genuina hacia el universo y hacia el cosmos para perderse en la eternidad. Libertad por la que no se amedrentan los valientes , que también somos todos , y desde ese lugar seremos y hemos sido, aunque muchas veces más cobardes . Pero siempre valientes aunque un poquito cobardes.Pero la valentía asoma alguna vez en la vida para que digamos: no, esclavos no, no, sometidos no, no, golpes no, no colonizados no, no censurados no, no torturados no, no expulsados no. NO. Este medio tan poderoso como inocente: texto e imagen. Que no lastima, que no insulta, que no gobierna, que no genera dinero, que no roba, que no contamina, que no mata, que no agravia, ¿Por qué desde cuándo el humor agravia, contamina, mata, insulta, agrede? Es que no estamos entendiendo la violencia, ni el humor, la ironía, el sarcasmo y la inteligencia como madre de todas las formas de expresión. ¿Por qué el drama «rankea» más cuando pone sobre el tapete los mismo temas?¿Por qué el drama tiene «mayor prestigio»?

Tonterías.

El humor libera, alivia, es conciliador, exhibe, juega, compone arbitrariedades y es libre.

Sin renunciar, y de pie, frente a culturas malsanas , mal interpretadas sobre el ser humano y su grandeza creativa, la que nos ha permitido crecer, reír y ser felices, más inteligentes y con reflexión, con derechos adquiridos que no teníamos. Sin renunciar, todos de pie, diciendo no, a la bestia, venga de donde venga.

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