El Chivato

Mario Camus: “Los gobiernos han destruido la industria del cine español con la política del doblaje”

“Con la ley del doblaje, instaurada por Franco tras la Guerra Civil y que nadie se ha atrevido a cambiar, los  sucesivos gobiernos han entregado la industria española a los americanos”, ha manifestado hoy Mario Camus (Santander, 1935) en su intervención en el curso Trasvases Cine, Teatro, Televisión del ciclo Bilbao Arte eta Kultura (BAK) de la Universidad del País Vasco / Euskal Herriko Unibertsitatea.

Camus, uno de los directores más relevantes de la denominada generación del Nuevo Cine Español, ha impartido un seminario en el Campus de Sarriko, donde ha empezado hablando de las adaptaciones literarias en el cine y ha acabado haciendo un diagnóstico de la, para él, “inexistente”  industria del cine español. “En el año 40, aquí había un ejército victorioso que se llevaba muy bien con los italianos y los alemanes. Fue entonces cuando en Italia se promulgó una ridícula, bárbara y de dimensiones desconocidas, ley en defensa del idioma que obligaba a doblar todas las películas al italiano. Rápidamente, Franco la hizo suya. Desde entonces, la gente ve híbridos, no películas. Ya no hay estatuas de Franco, pero el doblaje continúa. Es grotesco oir a Humphrey Bogart hablar con la voz de Carlos Sevilla”. Por culpa de esta ley, ha proseguido el director de Los santos inocentes (1984), “los gobiernos sucesivos han entregado la industria española a los americanos”. Esto ha traído, a su juicio, otra consecuencia: “Los sucesivos ministerios de Cultura, acomplejados por haberse cargado la industria, se han dedicado a ofrecer ayudas económicas en todas sus variables. Por eso, en España no existen los productores. Lo que hay son gestores que se dedican a buscar ayudas públicas y a pedir dinero a las televisiones”. Camus, además, constata el “deterioro del doblaje”. “Por encargo, dirigí hace años algún doblaje de una película americana. Nos llevó un mes de trabajo. Hoy se hace en unos días y hay terribles chapuzas”.

El realizador cántabro, que desde 1963 ha cultivado todos los géneros, ha adaptado numerosos textos literarios al cine y a la televisión, tema sobre el que se ha extendido hoy en Bilbao. Para el director de La colmena (1982) y de series de éxito como Fortunata y Jacinta, lo fundamental es “mantener la sintonía con el espíritu del libro, no con el texto. Personalmente, creo mucho en la intuición. Cuando leí la novela de Cela Los santos inocentes, vi en mi mente la película entera que luego, cuatro años después, se convirtió en realidad. Camus ha señalado en su seminario que, en general, no ha tenido problemas con los autores a los que ha adaptado, ni con sus herederos. “Todos sabían que son dos formas narrativas distintas y se quedaron al margen. Pero no siempre ocurre así”. Gran amante de la literatura, de todos los sistemas narrativos, Mario Camus considera que el cine es “el más fascinante de todos. Es apabullante. Te permite hacerlo todo”.

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