Críticas de espectáculos

Moçambique / Jorge Andrade – Rumer et petits jours / Raoul Collectif

 

Dos bromas muy serias

La 34ª edición del Festival Internacional de Teatro de Almada, Portugal, nos está dejando algunas perlas maravillosas. Dos de estas pequeñas joyas las hemos podido presenciar en el Palco Grande de la Escola D. António da Costa. Me estoy refiriendo a “Moçambique” de Jorge Andrade por la compañía portuguesa Mala Voadora, y a “Rumeur et petits jours”, una creación colectiva por la compañía belga Raoul Collectif.

Ambos espectáculos coinciden en un tratamiento cómico festivo, pero poseen un contenido crítico al sistema capitalista neoliberal. Ambos juegan con los hechos reales y la ficción; ambos lanzan sendas cargas de profundidad que estallan en la conciencia del espectador.

“Moçambique” narra la historia melodramática de un matrimonio hacendado en la colonia portuguesa que perdió a sus dos hijos en un corto espacio de tiempo; pero una hermana que vivía en la metrópoli, por compasión, permitió que uno de sus hijos pudiera ir a África como heredero de una fortuna importante. Sin embargo, en 1974 hubo un huracán en Mozambique que arrasó viviendas, plantaciones agrícolas, instalaciones industriales, sembrando la ruina y la desolación. Algunos portugués regresaron al territorio peninsular, otros pensaron que lo pasado era pasado y había que reconstruir el país.

La obra describe los trabajos incansables para rehacer la plantación de tomates y relanzar la producción de conservas a escala internacional. El relato habla de las reuniones con los políticos para hacer un Plan de Renovación Agrícola. Con la financiación norteamericana, del Banco Mundial, ayudas de ONGs, de la Cruz Roja, y de otros organismos internacionales, se intentó contratar trabajadores que no había; hubo una sequía que volvió a desolar la economía; parte del dinero recibido se empleó en comprar armamento para defenderse de los rebeldes; la producción de varias cosechas no se pudo comercializar; hubo que negociar la paz interna año a año desde1988 hasta 1992; vuelta la sequía y vuelta a empezar.

En “Moçambique” se narra la épica de un pueblo castigado por los desastres naturales y por un sistema capitalista marcado por la corrupción.

A pesar del dolor, del sufrimiento, del esfuerzo humano que se cuenta, el montaje muestra cierto aire festivo debido a las músicas, a los vistosos vestidos autóctonos y a las danzas populares. No obstante, estas danzas que se repiten y repiten, que los movimientos iguales se reiteran hasta la saciedad, nos indican el esfuerzo físico de esas gentes que lucharon sin desfallecer. Son danzas, todas realizadas con una energía extrema, mecanicista por la iteración, pero que transmiten el espíritu de una población, festivo en su naturaleza, pero constante y enérgico con el trabajo agotador.

La puesta en escena posee cierto ambiente naíf con matices exóticos del africanismo típico, quizá evoca a algunos cuadros del pintor Paul Gaugin en su etapa haitiana. Las escenas de los spots para comercializar el tomate en conserva en diversas partes del mundo constituyen un delirio de humor y gracia. En su  conjunto, la pieza es un trabajo llevado con un ritmo frenético, agradable y desenfadado; pero aporta un contenido contundente donde la realidad parece una fiesta y la ficción se hace dolor, tremenda paradoja.

El otro espectáculo que quiero referir es “Rumor e alboradas” o “Rumeur et petits jours”, una creación colectiva de la compañía belga Raoul Collectif. El espectáculo tiene dos partes. Comienza con un absurdo debate de radio entre cinco locutores presentes a lo largo de una mesa frontal.

La supuesta emisión se anuncia como la última dentro de la programación. En este “epílogo”, los oyentes les proponen los temas que pueden tratar. Uno de estos temas es el cuento de la vaca y el caballo que pastan en un mismo prado. La discusión plantea el conflicto de cuál de los dos animales puede pastar en el lado más fértil, aunque ante la falta de hierba, “podrían ponerse de acuerdo”. La discusión transcurre por derroteros políticos acerca de totalitarismos e igualdad. Otra sugerencia de los oyentes propone la privatización del Tajo… Tras una acalorada discusión, el caos se hace presente en la emisora con cortocircuitos eléctricos, la lámpara que está sobre la mesa se desprende de un lado, se balancea, ruidos, salida de emergencia, (…) hasta que se corta la emisión.

Tras esta parte que metaforiza la economía mundial en declive aparece una mujer –es uno de los locutores disfrazado de mujer- llamada TINA acrónimo de “There Is Not Alternative (No existe alternativa)” que es la expresión acuñada por el sistema económico neoliberal con el que se justifica la crisis económica, los recortes sociales, el distanciamiento entre los ricos y los pobres… Es decir, la obra se adentra en la crítica política cuya discusión a modo de reflexión / catarsis se traslada a la platea que puede aportar soluciones al problema. Se entabla un enjundioso juego de cabaret en donde se llega a proponer: “¿Cuál es la alternativa a la alternativa? ¿Puede eliminarse la TINA?”

La puesta en escena de “Rumeur et petits jours” posee una tremenda comicidad. Se juega con el absurdo de realizar una insólita exposición de animales raros con ejemplos de diapositivas dentro del programa de radio. Si en la primera parte se juega con el absurdo existencial, en la segunda parte el caos y la locura escénicas producen efectos hilarantes a la par que sorprendentes. Aparecen el caballo y la vaca, los personajes esparcen serrín hasta crear una especie de desierto, se induce un ambiente desconcertante y grotesco a la vez; sin saber la razón los personajes cantan muy serios la canción que dice: “por la sierra morena, cielito lindo, vienen bajando, un par de ojitos negros, cielito lindo, de contrabando…” Todo se enmarca en un ambiente festivo para terminar proponiendo un regreso al mundo rural. De nuevo los cinco locutores vuelven al inicio de la pieza, al punto donde todo comenzó.

En definitiva, tanto los portugueses de Mala Voadora como los belgas de Raoul Collectif han propuesto dos enjundiosas frutas en la 34ª edición del Festival Internacional de Teatro de Almada. Han sido dos perlas negras envueltas en papel de regalo de brillante celofán.

Manuel Sesma Sanz

Espectáculo: Moçambique. Autor y director: Jorge Andrade, Compañía Mala Voadora de Portugal.

Espectáculo: Rumeur et petit jours. Autor y dirección: creación colectiva. Compañía Raoul Collectif de Bélgica. Palco Grande de la Escola D. António da Costa en Almada. 34 Festival Internacional de Teatro de Almada, Portugal.

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