Diario de Origami

No hay forma humana de detener los pensamientos

 

Praga, 12 de febrero de 2010

Descender de la nevada Ciudad Vieja a la Praga subterránea del siglo XI posee un encanto inenarrable. La escalera serpentea entre carteles de teatro. Marie Krbová me recibe en la cafetería de Divadlo Ungelt. Marie es la afabilidad en persona. Hoy, reunión con Jan Písařík y Alena Schäferová. Puesta en común y primeras propuestas sobre escenografía y vestuario. Muy buen ambiente de trabajo.


Praga, 13 de febrero de 2010

Trabajo de mesa con Vilma Cibulková. Se entabla una conversación fluida en torno de su personaje muy rica en aportaciones e imágenes: peines, alfileres, tijeras de podar, cuchillas de afeitar y quemaduras de cigarrillo. Se habla del olor del fuego. Al hilo de uno de los temas abiertos en una sesión anterior, Vilma nos presenta el aspecto de su marido, el señor Wind, en el estadio terminal de su enfermedad: encima de la mesa, una reproducción de Der Narrenhut de Rudolf Hausner. La pintura me fascina.


Praga, 14 de febrero de 2010

En el segundo acto de la obra y para los cuatro personajes sin excepción se abre una sima de soledad, desamparo y claustrofobia. El abrazo mortal de una mantis religiosa disecada. No puedes matarla, sólo puedes morir. En ese conflicto se encuentran los personajes.

En el primer volumen de Trabajo dramatúrgico y puesta en escena, Juan Antonio Hormigón rescata una cita de Vsévolod Meyerhold con la que comulgo en para esta puesta en escena concreta: “Sobre el plan. Oí a Zavadski que él tiene pánico al plan férreo, que el plan férreo le estorba. Nada de eso, el plan férreo es el que puede crear las verdaderas condiciones de trabajo. […] El director que no ve la imagen completa del espectáculo no debe comparecer ante los actores”. En fin. Vamos allá.

 

Praga, 15 de febrero de 2010

Toma de conciencia súbita mientras el tranvía desciende por el Foso del Ciervo: Origami se estrenará en un teatro de primera línea en Praga, la ciudad más bella de Europa. Algo que jamás, y lo saben quienes me conocieron en el Cercle Artístic de Ciutadella de Menorca cuatro años atrás, algo que jamás hubiera imaginado.

 

Praga, 17 de febrero de 2010

Regreso a Alibi. Esta cafetería de Dejvice cumple todos los requisitos para convertirse en mi base de operaciones externa en Praga, tal como lo fuera el vestíbulo del Hotel Ganivet en Madrid.

Ultimando para Artez el primero de los artículos sobre teatro eslovaco. Acabo de recibir otro correo de Elena Flašková desde Bratislava. Es un sol, lo que más necesita Centroeuropa este mes de febrero. El fin de semana llegarán nuevos libros y en esta ocasión a través de un mensajero especialísimo.


Praga, 19 de febrero de 2010

Últimamente los sueños de los viernes me marcan. He soñado con un niño. Es raro porque nunca sueño con niños. Y me ha entregado una nota plegada en tres. La he desplegado. En el margen izquierdo, una flor dibujada. Leo la nota. Me he quedado de piedra. Y entonces he despertado.

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