Críticas de espectáculos

Nunca debimos empezar por ahí / Cambaleo Teatro

Rastros y vestigios

«NUNCA DEBIMOS EMPEZAR POR AHÍ» es un espectáculo que hace una revisión de los resultados actuales de «ruina económica y humana», después de aquella euforia inicial en los míticos ochenta.

«NUNCA DEBIMOS EMPEZAR POR AHÍ» es el título de la última escena, actuada entre los hermanos Sarrió: «¿te acuerdas?» le dice Carlos a Antonio, y ante la perplejidad del segundo, el primero recuerda: «de antes, del comienzo. No sé, del mercado de pescado, del entrenamiento sicofísico, del frío… de la movida, de la cultura para todos, de querer cambiar las cosas, de las noches luminosas…» de los grupos de teatro independiente, del Odin, de Bequereque, Tascabile, Potlach… Antonio responde: «sí, sí me acuerdo, ¿y qué?», para que Carlos remate: «¿sabes?, quizás… nunca debimos empezar por ahí.»

Los hermanos Sarrió parecen una pareja beckettiana: Vladimir (Didi) y Estragón (Gogo), Ham y Clov… El escenario es un espacio vacío, con apenas unos bancos humildes, para llenarse con las atmósferas lumínicas que tienden hacia lo abstracto y que sitúan a las actrices y a los actores en un lugar existencial y plástico.

La acción verbal es un paisaje aforístico, pleno de estribillos que abordan los temas de manera directa y, a la vez, sorprendente por su crudeza o por el humor sutil: «¡Eh, tú! / Tienes brazos / Tienes piernas / Tienes pulmones / Tienes sexo / A nosotros / A todos nosotros nos importa una mierda lo que sientas / Apáñatelas»… «te voy a joder bien porque me has votado / haberte leído la letra pequeña…»

La emisión verbal no construye personajes sino que diluye las identidades para tender hacia una cierta coralidad. Sin embargo, no se trata de una coralidad actoral que funcione al unísono o por convergencia, sino de una coralidad disyuntiva, de islas a la deriva del pensamiento, del recuerdo, de los «rastros». Ahí emergen citas y fragmentos textuales diversos, anotaciones que podemos leer proyectadas sobre el muro negro del fondo del escenario: «Rastro: Señal, reliquia, vestigio. Vestigio de cosas pasadas. Indicio por donde se averigua la verdad de una cosa».

Hay una exposición de esos RASTROS por parte de las actrices y de los actores, rastros que se dicen y rastros que aparecen caligrafiados sobre el muro para ser leídos por nosotros, como quien busca una verdad, una razón, a este presente surrealista y crítico en el que se consume la actualidad.

Fragmentos de Artaud: «toda escritura es una porquería. Las gentes que salen de lo vago, para tratar de precisar cualquiera de las cosas que pasan por su pensamiento, son unos cerdos. // Nombrar y comer son prácticas letales.», de Ángel González: «nada es lo mismo, nada / permanece / menos / la historia y la morcilla de mi tierra: / se hacen las dos con sangre, se repiten.», de Andréi Tarkovski, de Elias Canetti… Homenaje en las caligrafías que leemos sobre el muro de los rastros, entre otras/os, a Baltasar Patiño y a Ana Vallés, que hoy estaban entre el público del TEATRO ENSALLE de Vigo, mientras suena la Suite nº 4 de J. S. Bach, interpretada al violonchelo por Pau Casals.

Julio C. García lleva una camiseta de En Pé de Pedra – Sala Galán, otro homenaje a aquel momento floreciente del teatro sobre el que se preguntan y nos preguntamos hoy.

Beckett también aparece caligrafiado sobre el muro, igual que los zapatos vacíos en posición de camino que semejan avanzar sin cuerpos.

Curiosa mestura la de este espectáculo, entre el análisis reflexivo, la perplejidad, la ternura y el humor…

Afonso Becerra de Becerreá

Espectáculo: Nunca debimos empezar por ahí – Autor y director: Carlos Sarrió – Intérpretes: Eva Blanco, Antonio Sarrió, Julio C. García, Begoña Crespo y Carlos Sarrió – Producción: Cambaleo Teatro – X FESTIVAL ISTO FERVE 2014 de Teatro Ensalle de Vigo. 06/04/14.

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