Los Teatros del Canal de la Comunidad de Madrid presentan ‘La máquina de la soledad’, un espectáculo de Shaday Larios y Jomi Oligor que se podrá ver del 24 al 27 de mayo en la Sala Estudio Centro Danza Canal. Se trata de una propuesta de teatro documental hecho con objetos para 46 personas por función.
‘La máquina de la soledad’ es la primera pieza fruto de la colaboración entre Shaday Larios, de Microscopía Teatro, y Jomi Oligor, de la compañía Hnos. Oligor. Un proyecto que quiere homenajear a la correspondencia postal y a las cartas como objetos transmisores de una memoria olvidada, insólitos testimonios y conmovedoras historias de vida. Para ello, los artistas han hurgado en rastrillos de España y México en busca de misivas donde se cuentan relatos anónimos que han viajado en el tiempo y el espacio. El título de la obra hace referencia a ese momento en el que nos aislamos para escribir a alguien que nos leerá en otro lugar y en otro momento.
Este proyecto escénico está compuesto por historias vitales que sus creadores han ido coleccionando a lo largo del proceso: correspondencias encontradas, el mundo de los carteros, el de los escribanos, etc. Conscientes de que su propuesta es susceptible de ser interpretada como una nostalgia al pasado, Oligor y Microspía afirman que se dirigen hacia otra esencia: “No estamos proponiendo que se sustituyan las pantallas táctiles por el papel avión, pero sí que haya una escucha, que volvamos la mirada hacia ‘algo’ fundamental que se da en el mecanismo subjetivo activado cuando nos damos el tiempo de detenernos, y atender al tipo de escritura que emerge cuando hay una distancia y una ausencia. Queremos plantear la sensación de cercanía que nos proponen los medios de hoy como un problema, como una ilusión. […] Es pensar en el tipo de ética que contiene la escritura tomada como un instrumento de comunicación, las implicaciones del yo y su ilusión de los otros en ese acto. Nosotros llamamos soledad a esa ilusión que rodea a tal acto escritural, que bien puede desplazarse a cualquier medio de comunicación contemporánea, si se quiere seguir profundizando en el problema de las diferencias de soledad que surgen al cambiar de tecnologías. De la máquina de la soledad de la carta, a la de Facebook, Twitter…”.
Además del montaje teatral, ‘La máquina de la soledad’ tiene como gran objetivo generar algún documento, que tenga la facilidad de reproducirse y circular en algún formato (video documental, libro, o conferencia poético-pedagógica), con el fin de llegar a distintos sitios, asociaciones o programas de recuperación de la memoria del Correo Postal. Un proyecto que quiere convertirse en un vehículo de transmisión de conocimiento entre generaciones, para contarle a los que ya no practicaron esta forma de comunicación, cómo era la poesía que la rodeaba. Tocar la orilla de cuando lo más antiguo se hace nuevo una y otra vez. Porque el teatro documental tratado con objetos puede constituir un recurso alternativo de búsqueda, un dispositivo para encontrar otras maneras de contar e investigar la Historia como parte de las Humanidades Emergentes.
Antes de esta colaboración, los hermanos Oligor habían estrenado ‘Las tribulaciones de Virginia’, un mundo delicado de mecanismos y autómatas que giró durante doce años por toda Europa y Sudamérica. Por su parte, Microscopía Teatro investigaba los objetos, la memoria y las atmósferas de lo íntimo en piezas que rodaron por México y Europa. A este equipo se ha unido recientemente el creador catalán Xavier Bobés. Los tres comparten la pasión por investigar la memoria que se acumula en los objetos y espacios cotidianos, y, por eso, han creado su propia «agencia de detectives de objetos»: agenciaelsolar.org.
