Estrenos

‘All By Myself’ de Alejandro Curiel en Hiroshima

En su apuesta por los artistas emergentes, Hiroshima presenta ‘All By Myself’, la segunda pieza de Alejandro Curiel, artista asociado ya a la sala barcelonesa que presentó con éxito su primer trabajo. La propuesta se podrá ver del 24 al 26 de junio.

 

‘All By Myself’ es una radiografía de la generación nacida en los 80 y su relación con la soledad y con la muerte. Un viaje íntimo y autobiográfico al pasado y al futuro de un chico homosexual de treinta y pico. Está acompañado en escena por unos intérpretes que aceptamos como sus amigos, pero que no son más que figurantes en la película de su vida. Estos generan esa imagen de soledad acompañada tan propia de nuestra época.

Curiel utiliza todas las herramientas a su disposición para crear paisajes escénicos para describir una sensación, una emoción. Toda la pieza está atravesada por dos hilos conductores: los recuerdos de su niñez como homosexual y la historia de los cadáveres de dos amantes descubiertos por un paleontólogo en una excavación. La niñez, la adolescencia, la búsqueda de la belleza física de la juventud y del recuerdo del primer amor debajo de una alfombra.

«Ahora todo se consigue con dinero. Todo, menos el amor y alguna otra cosa más que no se me ocurre. Puedes matar pagando. Follar pagando. Pero no puedes pagar a nadie para que te ame. Al menos no de manera real. El otro puede simular que te ama por una buena suma, pero ambos sabréis que lo que pasa entre vosotros no es real. Cada vez que te haga una caricia tú estarás pensando en los euros que te están costando que sus dedos rocen tu pómulo derecho o tu antebrazo izquierdo. El gesto es llevado a cabo, pero su contenido no se hace efectivo del modo en el que el demandante desea o necesita. En cambio, sí que puedes extender un cheque a alguien para que le pegue un tiro a ese cabrón al que no soportas. Acabar con la vida de alguien, si te lo propones, es relativamente sencillo. La cosa se complica cuando lo que quieres es compartir esa vida de la que hablo. ¿Qué pasa cuando en lugar de acabar lo que quieres es empezar?».

Buena Bella Dulce es un conjunto de individuos que se relacionan y entran en diálogo a veces sobre teatro. Otras veces sólo hablan de lo que miran, de lo que ven y de lo que les preocupa. Después intentan convertir todo eso en imágenes en movimiento. En un proceso de aprendizaje constante, intentan alimentarse de todo aquello que consideran interesante para su desarrollo como futuros artistas: danza, teatro, pintura, escultura, literatura, filosofía, cine, tv, wc, lsd, mdma, etc. Conciben la creación como un proceso aglutinador de experiencia, en el que los roles pre-asignados no cobran demasiada importancia dejando que el trabajo de unos infecte al de los otros.

Alejandro Curiel estudió interpretación en la Escuela de Arte Dramático de Valladolid, completando su formación en danza contemporánea y teatro visual. En Barcelona trabaja como actor y se especializa en dirección escénica en el Institut del Teatre, colaborando en diversas producciones de pequeño formato. En 2015 comienza a trabajar en su primer proyecto, Buena Bella Dulce, que estrena en diciembre en la Sala Hiroshima.

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