Negro & negro

Otro teatro cerrado

Otro teatro cerrado. El once de junio la Policia Municipal precintaba, por orden judicial, el Teatro Nuevo Apolo situado en la Plaza Tirso de Molina de Madrid desde 1932. Una vecina, propietaria de un inmueble en el que no vivía, presentó una denuncia que ha provocado el cierre de uno de los teatros históricos de Madrid. Cantidad de vecinos de la zona e incluso los propios inquilinos de la vecina han apoyado el mantenimiento de la actividad del teatro.

Directamente más de 40 familias al paro, indirectamente varias empresas del sector perjudicadas con lo que repercute en otras familias y artistas programados que se quedan sin escenario y con inversiones importantes ya realizadas como los costes que supone una campaña publicitaria en la capital enfocadas a la promoción de sus espectáculos.

El ciudadano bien pensante o el desconocedor del sector puede llegar a pensar que si lo ha determinado un juez porque el teatro genera una actividad insoportable que hace imposible la convivencia…pues no cabe la protesta, ni la queja, ni la denuncia de otra injusticia más con lo referente al arte y a la cultura en España.

Lo que ocurre es que los jueces juzgan en función de la legislación vigente. ¿Quién hace las leyes o las ordenanzas municipales? ¿Quiénes las aprueban? Los políticos. Políticos… En la vida se puede ser inútil, incompetente, ineficaz, prepotente… Total, para ser alcaldesa de cualquier ciudad con estar casada con algún «pez gordo» pues ya vale. Y Ana Botella es la esposa de uno de los peores presidentes que ha tenido la maltrecha democracia española. No el peor porque su sucesor ha sido capaz de superarle en tiempo récord y desprenderle de ese honor. Pues bien, Ana Botella, como concejal de Medio Ambiente del Ayuntamiento de Madrid en febrero de 2011, aprobó una polémica ordenanza contra el ruido que no permite superar los 45 decibelios en áreas residenciales por la noche, a partir de las 23 horas. Además es imposible llegar a los 80 decibelios de aislamiento que requiere la normativa de la capital.

¿Se imaginan Ustedes que surjan denuncias similares en otros teatros de Madrid? Igual cierran el ochenta por ciento de ellos. Porque numerosos teatros y salas de música no la cumplen. Porque son históricos, porque están enclavados en inmuebles vecinales, imbuidos entre las viviendas, insertados dentro de las lonjas como un hogar más en el urbanismo de Madrid. Prácticamente ningún teatro antiguo de Madrid es capaz de cumplir con esas cifras, ni siquiera los municipales. Ni siquiera cumplirían haciendo una obra de rehabilitación importante. Es sencillamente imposible. Es sencillamente una tropelía más de esta gente.

No es que les importe poco la cultura. Les importa mucho. Por eso quieren acabar con ella. O acabar con la que no les es afín a ellos. Y asfixiarla, ahogarla y estrangularla. Casualmente en noviembre pasado en el Teatro Nuevo Apolo, Pablo Iglesias se proclamó secretario general de Podemos ante un milla de simpatizantes entre los que se encontraban Ada Colau o Alexis Tsiripras, líder de Syriza entre otros. ¿Será casualidad? Como escribía Ionesco en La cantante calva cuando se encontraron el Sr. y la Sra. Smith: «qué raro, qué extraño, ¡qué coincidencia!».

Otro teatro cerrado. ¡Cuánto trabajo tiene por hacer la nueva alcaldesa!

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