Si lo crees lo creas

«¿Cómo sería ese teatro?»

Me pregunto cómo sería nuestro panorama teatral si los artistas que lo forman sólo aceptasen o emprendieran proyectos en los que el requisito fuese: «creo profundamente en lo que estoy haciendo y confío plenamente en el equipo que lo desarrolla, es más, en otras circunstancias pagaría por hacer lo que estoy haciendo»

Es cierto que esta «bendita crisis» empuja cada vez más a ello y que el hastío y el descontento se convierten en motor de cambio y acción. Sin embargo la inercia por seguir construyendo proyectos desde lugares vacíos, y permítame la expresión, donde lo único y principal es hacer rentable el esfuerzo, tener bolos y conseguir el recoconocimiento de tener una vida «estable», se torna, a mis ojos, inútil y absurdo.

Elegir «la vida del artista» y luchar por la falsa estabilidad que promete el sistema es absolutamente incoherente, al menos desde mi punto de vista. Es decir, que si lo que uno busca es tener una vida «normal», sin novedades y rutinaria elegir el teatro es un asunto a revisar, terapéuticamente hablando.

Con todo esto no quiero decir que no se piense en el dinero, ¡en absoluto!, el dinero es la sangre de nuestro organismo profesional y debe estar al mismo nivel de importancia que la cuestión artística -he tardado años en ver y encarnar este asunto- pero en el arte, y más concretamente el teatral, debe haber una especie de vocación o impulso interno que motive al CORAZÓN a subirse a un escenario, porque si no, el espectador lo nota, y nuestra alma también.

Existen más de 105 sentidos no desarrollados, aparte de los 5 sensoriales que todos conocemos,

que podrían ponense en juego, inconscientemente, en un espacio «sagrado» como es el escénico.

Por eso me pregunto «¿cómo sería nuestro panorama teatral si sólo escogiésemos proyectos desde el corazón, y que además nos den el beneficio y remuneración económica que merecemos por hacer bien nuestro trabajo? ¿De qué estaría hecho ESE TEATRO?»

Y pienso, como mínimo de PASIÓN y un PODER indescriptible…

…pues no negarán que muchos de ustedes, lectores, han crea(í)do ya «de imposible» eso de poder aunar «corazón y bolsa» en un mismo saco, ¿o no?

Si lo crees lo creas.

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