Reportajes y crónicas

XVII edición de la Feria de Teatro de Castilla y León en Ciudad Rodrigo

Universo Ciudad Rodrigo

La XVII edición de la Feria de Teatro de Castilla y León en Ciudad Rodrigo, del 26 al 30 de agosto, fue un universo de sensaciones, placeres, alguna frustación y emociones, muchas emociones en los escenarios de la feria. Y como ocurre en los universos, no se puede abarcar y ver todo, en este caso no existe tal gigante telescopio. Así pues, compartiré con vosotros sólo una parte de ese universo, aquella a la que pude asistir pero me hubiera gustado, todo lo programado, poder vivirlo. Estaría bien que furgárais en la web de cada compañía y el argumento de su obra mientras me acompañáis en este viaje.

Mi camino entre estrellas comenzó en el planeta Afecir, un espacio adaptado para la feria, martes 26 a las 20.30. Antes viví mi viaje de Barcelona a Ciudad Rodrigo en transporte público: 11 horas y 45 minutos, como los tiempos del carro y la mula…pero eso del transporte es otro tema, y no pude asistir a la representación del Teatro Clásico de Sevilla. Choni cía Flamenca & Varuma Teatro con su estreno «Malgama1.1, circontemporáneo» con compás resultó cautivador en su inicio por el contraste de imágenes y personajes, pero los cambios de gags y ambiente fueron demasiado rápidos, mejor me hubiera sido abordar con más profundidad cada escena y limpiar técnicamente los contenidos. En cambio el público se mostró conectado. Conexión que faltó completamente entre la trapecista y la bailaora, pero más de escuela bolera que de flamenco por su falta de agarre, no me agradó esa ignorancia entre personajes que no dejó lucir las dificultades ni las emociones. Espero que rodando vayan entre todos conociéndose mejor.

A las 23.30 Suripanta compartía con nosotros estrenando en el Patio de los Sitios «El secuestro de la Banquera». Esteve Ferrer -¡cómo le encontramos a faltar en Bcn en su faceta también y tan bien de actor musical!- supo dirigir al elenco encabezado por la magnífica Marta Calvó y disfrutamos entre carcajadas, a la directa, a reir. Ritmo y color. Acertadamente exagerado, casi frenético, ante el esperpento de la realidad que Dario Fo supo escribir describiendo la rabiosa actualidad. Después de tanta efervescencia hubo alguna caída de ritmo, qué menos, en algun momento, cosa que me recordó que la obra está viva, eso es, hecha por personas. Eso sí, sin amagar el delirante ritmo que se mantuvo hasta el final. Una obra que seguro podremos ver en muchas ciudades, ¡no os la podéis perder!

Miércoles 27 empecé mi día en la sala A del espacio en Rosa con el estreno en castellano de «Chíos» de la compañía Teatro da Semente. Fue un sencilla propuesta hecha de colores de natura y tacto de madera. Pausada escenificación donde Raquel Queizás y Chus Álvarez priorizaron la proximidad al niño por delante del espectáculo teatral. Fue una propuesta correcta y cálida, y los peques se mantuvieron atentos y a la espectativa., peques -alguno de apenas seis meses- que se mantuvieron alertas a cada instante y a sus breves acciones. Tan sólo añadir que en algún momento la iluminación permanecía demasiado oscura. Hablamos de una obra, sobretodo, agradable.

Y a las 12.30 Lafontana-Formas Animadas regaló «Peregrinación» (estreno en España), un acurado trabajo con una gran contenido de lenguaje cinematográfico donde Marcelo Lafontana, dirección e interpretación, supo desempeñar su labor como operador de cámara, manipulador, realizador de imágen, actor.. ¡un gran trabajo de horas y horas de ensayo psicomotriz! Hubo momentos en el que te adentras en su mundo de la imagen, donde cabe valorar, como en el cine, la localización de exteriores. Hablamos de ingenio e imaginación. Hablamos de pulcritud. Un montaje inteligente donde no se percibió ningún accidente tecnológico ante la complejidad mecánica, y eso nos demostró una gran sensibilidad y tenacidad en la profesión. Un gran trabajo artesanal que hay que aplaudir de manera sincera.

Después llegó el regalo de Maki Escénica con «Hoy, última función». Ternura y presencia desplegaron Itziar Lazkano y Ramón Barea. Un juego de azar entre la memoria real y la irrealidad imaginada de los protagonistas. Un reloj parado del que surgen chispas irónicas, tal vez cínicas, de las anécdotas vivida, ya en su profesión compartida, ya en su atadura conyugal. A pesar de la vejez de los personajes, por contraste el ritmo no resultó carecer de juventud -quizás la obra es la que en algun breve momento carece de ritmo-. Sillas, cosas y cositas arriba y abajo sin llegar a conciliar la velocidad esperada con la densidad de contenido. Personajes, referencias, citas e ironias, y así la historia y argumento, pasea por un sinsentido senil que tal vez llegue a aclapar el sentido escénico que significa vivir toda una vida dedicada al teatro. Cabe decir que el publico acompañó la mayoría de chistes propuestos. Escritores, filósofos, sabios y artistas invades en espíritu el escenario para intercambiar y compartir el espacio de esa vida vivida. El regusto de la melancolía de la sabiduría teatral. El director Tadeus Wolsky dirigió con sensibilidad la orquesta de ese teatro.

Y después de un regalo, hacia otro regalo también de sensibilidad que Nao d’Amores en «Penal de Ocaña» acertó con el tándem Ana Zamora en la dirección y Eva Rufo en su interpretación, con precisión de gesto, fue una bailarina teatral con una inteligente coreografía del pequeño espacio. Acertó Isabel Zamora con sus matices al piano, que supo ceder el foco a la protagonista; y acertó la selección musical de Alicia Lázaro por ser arriesgada y delicada. Camacho y Yagüe firman esa iluminación justa y embolvente. Un montaje que mereció un gran y merecido aplauso, demostrando que profesionalidad y público a veces sí que se dan la mano. Al salir de la sala, hubo que respirar hondo y callar, por tantas cosas vividas en 70 minutos.

Un estreno absoluto de La Chana Teatro con «Lazarrillo de Tormes», que tuve la suerte de ver puesto que Jaime Santos alzaba el telón con dos costillas rotas desde esa misma tarde y los dos siguientes pases los tuvo que suspender. Y, sin conocer esa circunstancia, me transmitió una interpretación sagaz, perspicaz y mucho acierto en todos y cada uno de los objetos que cobran vida a través de su manipulación. Resulta una obra cómoda, divertida y despierta curiosidad por avanzar en las hazañas de Lazarillo. Un auténtico alarde de capacidad de transformación como actor y un gran manipulador de ideas. Un gran abanico de profesionalidad en todos los detalles. Un gran trabajo desde el proyecto hasta su resultado escénico final en su propia dirección también.

Y acabó el día con el estreno en España de «Edipo» con la Companhia do Chapitó que se presentó con un escenario desnudo de cualquier imagen, escenografía o elemento, un sencillez estética que no llegó a todo el mundo, ni tan sólo hicieron concesión a un mísnimo diseño de iluminación, eso me faltó puesto que hablamos de un espectáculo teatral y no de un ejercicio de laboratorio escénico. Eso sí, ya al empezar te sumerges en el mundo de los personajes que corren entre los tres actores de manera clara. Insisto, me llegó un experimento teatral donde parece traspasar la falta de forma y algun momento muy lento que se compensa con el ímpetu de la juventud de los actores.

Jueves 28 decidí acudir al estreno «La ramita de hierbabuena», que Teloncillo nos tiene bien acostumbrados. Y es que hay compañías que traspasan, y traspasan a los cinco minutos de empezar cuando miras al pequeño público y se mantiene atento y curioso. Hubo frescor y ritmo, fue ágil y tridimensional. Una obra que viaja por el camino de la imaginación. ¿Un deseo?: un pase con la música en directo. ¿Una frase de la obra?: «El tiempo siempre corre más que tú, y la prisa no te deja pensar». Quizás por el estreno, pero hacia los veinte minutos pierde el ritmo, quizás tantos personajes no atrapan el ritmo…, seguro que lo revisarán. Un abuso de la luz naranja no acompaña los juegos de escena. Ahora bien, cabe aplaudir con entusiasmo la transición del actor Javier Carballo de niño, joven y viejo al largo de la obra, y más entusiamo hacia él por ese mágico final que no desvelaremos!! Me quedo con otra frase: «Que el tiempo no nos hace viejos, sino los contratiempos»…. .

Ruido Interno nos trajo «Pinta, Pinto». Un buen inicio y muestra de calidad que creó espectativa y que a lo largo de la obra se desdibujó para ir bajando de nivel hasta decepcionar. Empezó con gran acierto musical, iluminación ágil y dinámica, con dos actrices que son frescas y espontáneas que supieron despertar la curiosidad y conducir una obra que se pudo valorar como montaje en general y en dirección escénica en concreto. Pero al avanzar sorprende alguna frase innecesaria, algun momento innecesario con excesivo volumen en la música, que resulta repetitiva para compensar la lentitud de la obra; innecesario el momento disfraces para explicar diferentes personajes. No entendí que para hablar de pintura no se hablara del valor del trabajo, la técnica y las emociones. No me llegó el mensaje de la pintura como arte. La calidad que traspasa en su tarjeta de presentación estoy segura que se puede mantener a lo largo de toda la obra.

Y «Coriolano» de Aran Dramática llegó con su estreno en sala. Eugenio Amaya arrasó con sus propuesta. Este es un ejemplo que si no hay escenografía no significa que vivas la obra como un ejercicio (pero yo no hubiera huído de acceder a algun attrezzo escenográfico). Te invade la obra, los actores y el texto. Una propuesta clásica que se mueve alrededor de los sentidos. Trabajo, contenido y grupo, Grupo. Energía, potencia y presencia. Teatro. Me quedo con una frase: «…hablar al pueblo con palabras que apenas signifiquen nada».

Una joven compañia, una joven temática, un joven formato en el planeta de la propia compañia, es The Cross Border Project con «Perdidos en Nunca Jamás». Interesante a nivel conceptual plantear a Peter Pan en paralelo a la actual juventud, pero el resultado no sé si es el esperado. Una radiografía de los ni-nis que en algun momento se desdibuja sin motivo aparente. Mucha energía, pero a veces mal filtrada y desbordada. Eso sí, es de justicia decir que el público disfrutó y rió mucho. Y decir que llega como trabajo ilusionado y honesto. Destacar el personaje musical que aparece siempre en escena y resulta ser más importante de lo que parece para mantener la atención y la chispa de la obra.

Acabar la jornada con Zanguango Teatro y su estreno de «Cualquiera que nos viera…» era una buena apuesta. Llegar al estreno con todos los ritmos bien atrapados es difícil, pero una vez más esto nos demuestra que el teatro está vivo, necesita sus propios tempos para estar acabado (tuve la suerte de ver su último montaje en Bcn, y puedo comparar el rodaje del que os hablo). Nos presentaron una historia con su doble lectura acerca del callejón sin salida en el que a veces se encuentran las relaciones de pareja. Qué decir de las sutilidades del agumento, su estilo directo, el humor blanco, diversión en mayúsculas, juegos de ritmo. Atrapado y entregado su público, aplaudimos con ganas.

Viernes 29 Únics Produccions llegó con «Pintamúsica» y su calidad (también tuve la suerte de vivir su estreno en Barcelona), mirad su web. Así que me decidí por el estreno en castellano de «Aladdin» de la compañía Teatro Gorakada, que bajo la dirección de Alex Díaz nos convidó al teatro del bonito (incluso bonito era el programa de mano). Un espectáculo claro, honesto, cuidado que nos presentó un genio de la lámpara simpático. Destacar, además de los actores y el planteamiento de la obra, la composición musical que firmaba Fran Lausen. Me faltó terminar el diseño de iluinación, tal vez añadir algun contraste. Insisto en el resultado dulce, agradable y lleno de momentos bonitos.

Toca ahora hablar del Ballet Contemporáneo de Burgos con «La danza y su pequeño público» y no sé qué decir para no resultar tan desagradable como resultó la presentación de Estébanez mofándose de los bailarines, creo que llegó con demasiada cafeína en el cuerpo. Dedicarse a la coreografía no significa tener la profesión para ser maestro de ceremonias, desacertado e innecesario inicio en la bienvenida ya en la puerta del teatro. Bailarines entregados con un montaje que no pasó de ser un buen festival de final de curso. Y puestos a explicar la danza, hombre, menciona estilos como el jazz o el claqué o la danza folclórica (no burlándote de la jota) o danzas de la corte; y no rozar la vulgaridad para explicar momentos técnicos (como decir que hay que «mirar al culo» -cito textualmente- para hacer un buen promenade en arabesque) y tantos otros disparates pedagógicos y técnicos, agresivos en la forma y en el contenido (decir que si quieres tener un rol masculino o femenino has de hacer danza contemporánea -que no te oigan Graham, Limon o Cunningham-…, uff). El público no es tonto, sea profesional o no. Que la compañía baile, y las palabras las dejen para un presentador oficial que traspase respeto. Nunca se mencionó el esfuerzo, ni la tenacidad, ni la sensibilidad, ni el arte, tan necesarios para dedicarse a la danza.

En el vermú teatral para los acreditados Clásicos a la Carta (con Es.Arte) nos ofreció una cata de su espectáculo, un paseo a la carta entre diferentes clásicos -Fuenteovejuna, D.Juan Tenorio…-. Los actores se entregaban valientes en un marco desagradecido (no era el momento más lúcido para ofrecer la obra, hora de comer, de presentaciones por parte de la organización…) pero que ellos supieron superar con grandeza y elegancia. La compañía demostró proximidad, arrojo, valentía y mucho respeto por su trabajo.

Y llegó otra de las más importantes guindas con Producciones Viridiana y «Ligeros de equipaje. Crónica de la retirada» que obtuvo el Premio de la Feria de Ciudad Rodrigo de la presente edición. Felicidades…. fe-li-ci-da-des. El público nos mantuvimos mudos ante la escena de la realidad y la realidad de las escenas, cruel espejo. Historias de una guerra civil real. Un planteamiento franco y resentido por tanta realidad cabida en él. Insisto, realidad que nos clavaron muy dentro con su mirada y sus palabras. Todo estuvo cuidado si os hablo de la iluminación, el vestuario, la dirección y dramaturgia de Jesús Arbués, y los actores Pedro Rebollo y Javier García regalaron su buen quehacer. En toda guerra las víctimas siempre son las mismas, personas que quieren seguir construyendo el camino y se les destroza toda vía posible. COLPIDOR. Un momento entre los dos, cerca del final de la obra:

-«La verdad no existe, cada uno tiene la suya»

-«Yo tan sólo quería la verdad»

-«La memoria es una puta embustera».

Llegó a platea toda la desnudez emocional, sobre todo también, en los dos tangos cantados cuyas palabras y voces nos envolvieron. …Más: «Cuando la historia dicta sentencia, los culpables ya están muertos».

Y conocimos a José Manuel Seda y Eduardo Velasco en «El Encuentro», qué transformación -quizás exorcismo- des estos dos grandes actores. Fue un honor como público, personalmente y profesionalmente, compartir teatro con Avanti Teatro en este excelente trabajo a todas bandas, a to-das. Sevilla, Huelva, Granada y Málaga constan en la agenda del facebook de la compañía hasta abril de 2015…, ¡queremos más!, más gente y territorios han de poder disfrutar de este texto, de esta obra, de esta dirección, planteamiento y resultado. Sobresaliente. Gesto, luces, sombras, palabra, silencios, combate dialéctico, batalla de egos perfectamente trazados que Julio Fraga nos regala con una interesante propuesta de nuestra reciente historia política. Inteligente, audaz y bien mesurada, te transportas a unos posibles «Diálogos de Platón» construidos desde la realidad. No podéis perderos esta magnífica obra. No tengo más palabras.

Después de esto era díficil volver a la tierra, y lo hicimos nada menos que a sus raíces, con el planteamiento etnológico de Baychimo Teatro en «A pelo». Un estreno que resultó más fecundo en su contenido que en la forma, que a veces proliferó en exceso de lentitud. La excesiva oscuridad no siempre quedó justificada, y el protagonismo del actor José Lui Gutiérrez alguna vez empañó la historia que contaba. Sabemos que irá cogiendo ritmo y adaptaran todavía más el esfuerzo documental a la realidad escénica, que es pensar que hay un público, y que hay escenas que se pueden aligerar porque en sí mismas ya tienen peso.

Ay, ay, ay…¡»Los Gemelos»! regalados por Verbo Producciones, una muy acertada apuesta en la escaleta de la programación para acabar un día tan denso. Aire, frescor, risas y sonrisas bajo la dirección de Paco Carrillo y su elenco de vibrantes actores, cada uno de ellos importantes en su rol, en sus chispas y en su mirada. Sí, la mirada de cada uno de ellos era vivaz, alegre y llena de complicidades. Podías adivinar juegos entre la compañía, y esto gusta cuando se ve espontáneo y sincero. Premio Ceres del público 2013, seguro que sigue cosechando éxitos. Se les nota ritmo, rodaje, ganas y profesión….¡qué bien!

Último día de feria, voy hacia el t.n.Fernando Arrabal. Se estrenaba fuera de Cataluña Bácum, Artes Escénicas y Visuales con «Burbujas de papel», que obtuvieron el Premioal Mejor Espectáculo para Público Familiar, Ciudad Rodrigo 2014. Felicidades. Este espectáculo amable y agradable llenó la platea de una dulce sensación del no-tiempo. Alcanzé oir a la salida, una chica del público que comentaba: «Es el espectáculo que me hubiera gustado ver cuando yo era niña». La chispa musical de Joan Laporta junto a la dulce elegancia de Irina Martínez, quién demuestra que ser Bailarín no es demostrar continuos grands jettés, nos enolvieron en un tranquilo y mágico lugar de encuentros y paseos. No hace falta un argumento específico, no hace falta un gran horizonte, no hace falta hacerse cábalas, tan sólo entrar en su mundo y disfrutar. Y todos disfrutamos, senzillamente.

«Entre pícaros anda el juego» po La Quimera de Plástico podría haber puesto el listón más alto, seguro. Unos títeres mejor elaborados, menos coreografía, una escenografía más coherente en toda la obra…, pero los mínimos funcionaron. Salió contento el más pequeño público, que aplaudió con entusiasmo. Obra ligera y con enredos fáciles, creo que podría subir dibujando mejor los personajes en su voz y en su gesto mientras revisan un texto que a veces era demasiado forzado.

Teatro Corsario y sus «Clásicos cómicos» gustaron. Cuadros graciosos, amantes chisposos y colores esperados, los actores se entregaban con ritmo bajo la dirección de Jesús Peña que todavía podría haber arriesgado en el esperpento. Una escenografía simple y efectiva demostraba que no hace falta hacer grandes inventos. También cabía esperar mayor tridimensionalidad, porque texto y actores pusieron todo el empeño. Un espectáculo cómodo y divertido donde pueden sonar más cascabeles.

Premio Calderon de la Barca de Nuevas Dramaturgias 2012 y varias candidaturas Premios Max 2012, esto es «Verano en diciembre» de Carolina África , autora, actriz y directora de este montaje con La Belloch Teatro. Todo un regalazo. Sensibilidad, genio, ritmo, verdad, mujer, teatro y película -queremos ver ya la versión cinematográfica de la obra, empezando por la europea y después ya vendrá la norteamericana. Estuvimos mudos en nuestra butaca ante tanta madurez emocional e interpretativa, ante tanta verdad en el espejo de ese escenario. Cada uno de los personajes, cada una de las actrices sensacionales todas ellas, cada una de las escenas, se viven en mayúsculas. Ante tales espectáculos una se reconcilia en su papel de público, de posible lector de la obra y en posible protagonista de alguno de sus momentos. Qué presencia, qué burbuja de vida. Un camino bien llevado, una historia que sabe comenzar, que camina y que sabe acabar, y que cada uno ponga su propia melodía de fondo. Te atrapa y te coloca ese nudo en la garganta y ese nudo en el estómago que te remueve el espíritu. Un gracias a todas ellas y, sobretodo, a África por su sabiduría escénica, desde el papel escrito como autora hasta sus palabras más calladas como directora. (…respira:) Gracias.

Bueno, y cambio de registro, el final: con Spasmo Teatro y «Mix», ese frescor y ritmo conectado con todo el público. Un buen caramelo de menta para un final de Feria intenso, mágico y desbordante de teatro en mayúsculas.

Como en toda feria, y en Ciudad Rodrigo también, resulta difícil decidir qué te has de perder, porque no puedes ver todo lo programado. Me quedé con las ganas, por ejemplo entre otros, de poder hablaros del estreno de Merucho Producciones, o de El Carromato, o de Passos e Compassos o de las actuaciones en la calle, o de Mr. Stromboli… y los demás. Tendremos que furgar en las agendas de las compañías para ver dónde les podemos encontrar!!

Muy buena propuesta, cómo no, la del circuito creado por red Esmark (curiosead por www.esmark.org). Pero el bauitzo del nuevo espacio físico en Ciudad Rodrigo resultó ser no acogedor sino agobiante (palabras textuales de diversos programadores). Sospecho que un parato de aire acondicionado, algun esprai ambientador y algun extintor a la vista habrían calmado los ánimos. Pero paso a paso, estamos convencidos que también con esto la organización sabrá añadir sus retoques.

Agradecer a la organización el funcionamiento de toda la Feria, desde el primer hasta el último detalle, todo ello bajo la seria batuta Manuel J.González con todo su equipo. Gracias Meli Guerrero. Así, con TODO lo que esto conlleva de trabajo y profesionalidad demostrado en esos pocos días visibles.

Y añadir mi admiración y respeto por el público de a pie de esta ciudad. Atento, entregado y siempre con ganas de comentar lo visto a la salida de cada obra. Un placer.

Anna Jarque, 4 sept.2014

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