Carlos Gil Zamora
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Y no es coña
Después del duelo
Cuesta determinar la duración del luto. Quizás mi falta de anclaje mitológico o religioso me empuje a ser incorrecto y…
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Y no es coña
Aviso desde la duda razonable
Cada semana, al ponerme a escribir este artículo que considero una suerte de homilía lunera que lanzo desde un púlpito…
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Y no es coña
La carcoma de los medios días
Es difícil encontrar un día entero. Entre restricciones y toques de queda, los horarios en las salas y teatros se…
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Y no es coña
Silbando al amanecer
Nunca silbé nada en el muelle de ninguna bahía, ni puerto, ni lago ni piscina. Mucho menos con los pies…
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Y no es coña
Entre líneas rojas, azules o verdes
Filomena interrumpió una edición del Salón Internacional del Libro Teatral que venía ya trastocada por la pandemia. Se clausuró en…
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Y no es coña
Ante la realidad frustrante
Al despertar, el INAEM seguía ahí. Nadie quiere reconocer la presencia de un elefante en la sala. Ya está, ya…
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Y no es coña
Un inocente fin de año
Escribo el día de los Santos Inocentes la que será la última entrega de estas homilías en este año 2020,…
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Y no es coña
El hormigón cultural
En un reportaje de un diario murciano se hablaba de “cementerios” al referirse a aquellos edificios que se diseñaron, se…
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Y no es coña
Apuntes etéreos
La edad. El paso del tiempo. La pérdida de reflejos. La vida que se desliza entre los dedos de una…
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Y no es coña
Circunstancias sobrevenidas
La pérdida de un teléfono celular durante unas cuantas horas de un día festivo produce el mismo efecto demoledor que…
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