La Abadía cierra temporada con ‘Los yugoslavos’, una obra de Mayorga sobre la tristeza, el amor y la esperanza

El teatro madrileño estrena el 22 de mayo la pieza protagonizada por Javier Gutiérrez, Luis Bermejo, Natalia Hernández y Alba Planas
El Teatro de La Abadía presenta Los yugoslavos, la última obra del dramaturgo Juan Mayorga, director artístico de la institución desde 2022. La tristeza, el amor, la esperanza y el poder de las palabras son los temas en torno a los que gravita la obra. «Desde las primeras semanas he podido comprobar que cuento con un reparto extraordinario», afirma el director Juan Mayorga. Javier Gutiérrez, Luis Bermejo, Natalia Hernández y Alba Planas son los encargados de dar vida a este texto nunca antes representado. «Me impresiona ver cómo están encontrando, en sus personajes, deseos, luces y heridas que yo no había descubierto», declara el director Juan Mayorga, antes de su estreno el próximo 22 de mayo y que prorrogará funciones hasta el 6 de julio.
La ficción sucede entre cuatro espacios que conviven en el escenario más allá de la escenografía: un bar, una casa, una ciudad y un mapa. Lugares y no lugares que los personajes habitan e imaginan y que ya comienzan a tomar forma. «Para la construcción de esos espacios son fundamentales las decisiones que estamos tomando sobre la escenografía -que firma Elisa Sanz-, el sonido -de Jaume Manresa– y la luz -de Juan Gómez-Cornejo-«, señala el director acerca de su colaboración con grandes profesionales para esta producción del Teatro de La Abadía, para la que vuelve a contar con dos creadores arraigados a la institución en su treinta aniversario como son Elisa Sanz y Juan Gómez Cornejo.
En Los yugoslavos todo empieza cuando un camarero oye la conversación de un cliente con otro hombre. Tras la salida del hombre, el camarero le pide al cliente que hable con su esposa, quien lleva callada mucho tiempo. Solo ese cliente podrá saber qué le pasa a su mujer. Los personajes protagonistas son dos hombres que intercambian palabras y dos mujeres que intercambian mapas. Pero también es una obra de objetos perdidos, de personajes que nos recuerdan a otros del corpus de Mayorga, de un padre y su hija, del rugir de una ciudad, de un bar sin cocinero. Una función en la que ningún personaje pisó Yugoslavia. El título alude a un lugar donde se «juega de verdad y las mujeres bailan», un espacio donde quizás se reúnan personas que tendrían en común haber nacido en un país que ya no existe. ¿De dónde son las personas de los países que ya no existen?
Se trata del tercer montaje del dramaturgo y director Juan Mayorga para el Teatro de La Abadía desde que es director artístico. Sus anteriores trabajos en esta casa han sido María Luisa (2023), cuyo estreno en La Abadía vino sucedido por una gira europea y La colección (2024), que convocó sobre el escenario a dos grandes intérpretes como son José Sacristán y Ana Marzoa. En estos 30 años de historia también se recuerdan textos como Hamelin, con Blanca Portillo, Alberto Sanjuan, entre otros, y dirección de Andrés Lima, La tortuga de Darwin con Carmen Machi y puesta en escena de Ernesto Caballero e Intensamente azules, su quinto montaje como director protagonizado por César Sarachu.
Juan Mayorga es dramaturgo, director de escena y doctorado en Filosofía y Matemáticas. Ha sido profesor de Dramaturgia y de Filosofía en la RESAD y dirige el Máster de Creación Teatral de la Universidad Carlos III. Es miembro de la RAE y ha sido galardonado con el Premio Princesa de Asturias de las Letras. Desde el año 2022, ostenta el cargo de director artístico del Teatro de La Abadía.
Es autor de más de una treintena de piezas, entre las que se encuentran Cartas de amor a Stalin, Himmelweg, Hamelin, El chico de la última fila, La paz perpetua, El cartógrafo y La colección. Como director, ha puesto en escena La lengua en pedazos (2012 y 2021), Reikiavik (2015), El cartógrafo (2016), Intensamente azules (2018), El Mago (2018) y Silencio (2022).
Su obra ha sido estrenada en más de 30 países y traducida a varios idiomas. Entre otros premios ha obtenido el Nacional de Teatro (2007), el de Literatura Dramática (2013), el Valle-Inclán (2009), el Max al mejor autor (2006, 2008 y 2009) y a la mejor adaptación (2008 y 2013).