Electromovilidad no contaminante
Desde hace un tiempo relativamente corto, se escucha cada vez más esto del futuro inmediato de la electromovilidad.
Se esgrimen argumentos tales como el de que, por ejemplo, un auto a combustión interna contamina con gases de efecto invernadero, mucho más que un auto eléctrico que no produce emisiones de ningún tipo, ni siquiera acústicas.
Mientras se mueven, puede ser, pero en el proceso de fabricación de los autos ¿Cuál contamina más? y terminada la vida útil del motor en un caso, y de las baterías en el otro ¿Cuál contamina más?
No he tenido acceso a informes detallados, pero la duda es admisible.
Un auto a combustión se funde y el metal puede usarse como fierro para construcción, pero una batería agotada contamina muchísimo.
Alguna vez fue el furor de la sacarina como una manera de disminuir el consumo de azúcar responsable de la obesidad y la diabetes, eso, hasta que se descubrió como producía cáncer en ratas de laboratorio, lo que abrió la puerta a múltiples edulcorantes artificiales.
Ahora resulta que la sacarina no es tan cancerígena como se pensaba porque era obvio que dando sobredosis de sacarina a un pobre roedor, este iba a enfermar.
Los millones de vacas poblando praderas, insumo indispensable para un buen asado, producen más metano que los miles de aviones aportando co2 al ambiente.
Creo firmemente que no es el que, sino el cómo.
En definitiva, el único contaminante planetario y su consumismo más allá de lo indispensable, es el ser humano.
Hemos evolucionado y lamentablemente, hemos ido perfeccionando nuestras formas de destruir nuestro único hábitat natural, nuestro hogar, el planeta tierra.
Una manera de medir el grado de desarrollo de un grupo humano, llámese región, país o continente, es analizando el tipo de basura desechada.
En los países subdesarrollados, el porcentaje de basura orgánica es muy superior a la basura inorgánica y viceversa.
Y surge la pregunta ¿Que contamina más? ¿Una lechuga o un computador?
Las hojas que no se comen vuelven como abono a la tierra, pero los chips, cables, baterías, teclados, pantallas, etc, tardan siglos en reincorporarse a un ciclo natural, eso, si es que lo hacen.
¿A más desarrollo, más contaminación?
Están tratando de convencernos de que el bien comportamiento ciudadano de reciclar, reducir y reutilizar, es la salvación, mientras actividades industriales siguen produciendo nubes capaces de precipitar muerte.
Por supuesto, trato de seguir las 3r al máximo, pero aparte de sentirme en paz con mi conciencia, no creo que esté produciendo un cambio global. Al poner en la balanza el comportamiento de miles de ciudadanos responsables versus megaempresas impersonales, son las empresas las que alimentando nuestro consumismo no nos dejan respirar.
Necesitamos de manera urgente volver a prácticas primitivas.
Ya nadie sabe cultivar, es más fácil cosechar de las góndolas de un supermercado.
Ya nadie sabe usar herramientas manuales para construir o reparar, es más comprar por internet.
Ya nadie conoce a sus vecinos, es mejor tener un avatar con amigos virtuales.
Alguna vez fue tragedia el no tener agua potable. Miles siguen sin tenerla.
Desde hace poco se convirtió en tragedia no tener electricidad.
Hoy es tragedia no tener internet.
La tragedia es no darnos cuenta de lo nefasto de nuestro comportamiento.
¿Electromovilidad?
Parece mejor el tener una conciencia no contaminante que evite el sobre consumo, que el cambiarse masivamente a prácticas que con el tiempo se descubrirá que son tanto o más dañinas que las actuales.
De manera cíclica cambia el enfoque del mercado y es probable que volvamos a la sacarina.

