Paso a paso
El silencio de estas semanas ha sido terapéutico. Estamos de mudanzas interiores. No sabemos qué va a ser de nosotras en los próximos meses. Que se van a producir cambios sustanciales es evidente, pero no podemos definir todavía el alcance que tendrán. Sin ARTEZ en papel después de 264 números y varias décadas, hay que potenciar la comunicación digital por lo que estamos pensando cómo y en qué medida relanzar este periódico digital. La otra opción es el apartarse del todo. Cuesta pensar que pueda suceder, pero suceden tantas cosas que no se esperaban que cualquier posibilidad está abierta en estos momentos de aproximación entre deseos y realidades.
Mientras tanto vamos a recupera algo la voz, aunque sea cansada e incluso cansina para muchos que esperan siempre el elogio fácil, la mirada sumisa, la opinión insulsa. Mientras podamos seguiremos con la vocación de incidir de la mejor manera posible en el futuro de las Artes Escénicas tanto en los estamentos oficiales, instituciones, festivales o ferias, programaciones, salas y obras o espectáculos. Sin ninguna esperanza de incidir en ninguna decisión, aunque intentaremos señalar aquello que es indudablemente mejorable, junto a lo que está conseguido y se debe implementar hasta lograr la excelencia.
He pasado unos días en Ciudad Rodrigo, en su Feria de Teatro, con la que tengo una relación de muchas décadas, desde sus primeros inicios hasta hoy. He sido testigo de su evolución, de los esfuerzos de los equipos de dirección y coordinación por dotarle no solamente de una programación adecuada a los intereses fundacionales, como son ofrecer el máximo número de obras de compañías de Castilla y León, con colaboraciones directas con Extremadura y algunas zonas de Portugal, sino que su labor de sedimentación se logra con una idea lúdica, el “DivierTeatro” que inicia a un buen número de niños y niñas, con juegos y mini representaciones, al mundo del teatro, dándose la circunstancia que alguno de los que empezaron a jugar hace años, hoy están vinculados de diversas maneras con el Teatro. Un ejemplo.
También organizan actividades paralelas para los distintos gremios profesionales y en esta ocasión plantearon con Artesa, la sociedad de empresas teatrales de CyL, varias mesas para hablar de la relación de los medios de comunicación y la creación teatral, especialmente en qué puede incidir la prensa en la difusión y visualización de compañías, obras, eventos o festivales. Representantes de varios medios y de organizaciones diversas de los distintos gremios de las Artes Escénicas mantuvimos unas horas vertiendo sin demasiado orden las circunstancias de cada cual. El deterioro manifiesto de los medios periódicos generalistas, algo sobe las revistas especializadas, también la mirada desde una radio pública frente a los deseos y esperanzas de distribuidoras, productoras, responsables de otros eventos pioneros, para intentar aclararnos de lo que sucede en estos momentos donde las redes sociales, los medios espontáneos han ido creando un nuevo tejido de relaciones entre los públicos como, por ejemplo, los comentarios que hacen los espectadores en las plataformas de venta de entradas que según algunos de los presentes tienen bastante influencia.
Esta incidencia de nuevo cuño se enfrentaba con algo que a este ex excrítico le dejó reflexionando, la unánime molestia o desazón de los que hacen teatro sobre falta de críticas en los medios generalistas, en los periódicos estales o locales, y su valor actual como referencia en el difuso mercado, porque se constató y tuve que volver a ser el cansino que señala que hay lenguajes que imprimen una mirada, a mi entender nociva, sobre el hecho teatral, el hecho cultural, que no es una mercancía, aunque en muchos lugares así se trate e intenté, sin mucho éxito, que se aboliera en la reunión la palabra vender, referida especialmente a la prensa.
En estas reuniones acabo reafirmando posturas, por eso proclamé con vehemencia que lo importante es informar, informar, informar con claridad, con los datos objetivos, contextualizando cada estreno, cada propuesta, sin buscar relatos impactantes ni declaraciones ajenas al propio hecho teatral, e intentando dejarla en el ámbito de lo cultural, no de lo mercantil.
Pero también encuentro nuevas formas de acercarse el mismo hecho como es la comunicación de las producciones nuevas, las compañías de Teatro de Arte (perdón por el obsoleto concepto), aquellos cientos o miles de propuestas que navegan por debajo del radar de ese mercado que, siempre insisto que es un oligopolio, que hace que las posibilidades de supervivencia, de recorrido de las nuevas voces sea cada día más complicado, porque entre la saturación de nuevas obras, las limitaciones presupuestarias de los teatros y la connivencia entre productores y programadores para ofrecer un tipo de teatro con figuras de cartel y temarios en boga pero tratados con una ligereza exasperante, la situación se vuelve cada vez más difícil de asimilar y encontrarle las costuras para hacer un nuevo sistema que de cabida a todo lo que se va orillando de manera sistemática.
Pues bien, se acabó la reunión con la buenísima intención de analizar todo lo dicho y sacar temas específicos para volverlos a tratar de manera más profunda, a modo de seminario, con especialistas en cada materia que ayuden, no solamente a estudiar lo existente, sino a hacer propuestas de futuro, que, entiendo, es lo que hace falta, no regodearse en los problemas actuales, sino en proponer alternativas para los próximos años.
En eso estaremos por acción u omisión. Ya no tengo tiempo ni espacio para señalarles los apuntes que me inspiraron algunas de las funciones. Decir, así, sin mayores matices que me pareció, en el sentido de la programación, una buena selección, pero insistiré, entendiendo perfectamente las intenciones de la organización, creo que se acumulan demasiadas representaciones. Y constato con mucha satisfacción la cantidad de públicos ajenos a los feriantes que copan las salas y teatros y es más que importante, excelente y confirma su necesidad, la insistencia, la periodicidad, el contacto de sus ciudadanos, algunos de los que han ido creciendo teatralmente alrededor de esa feria.

