Recién cumplidos los 20 años de trayectoria, la compañía de danza Eva Guerrero arranca la temporada con el estreno el 13 de noviembre a las 19,30 en el Teatro Arriaga, de ‘Hasta el último baile’, una obra de danza-teatro con estética vintage, que incluye textos y música en directo, y que habla, desde una poética genuina, sobre el paso del tiempo, la transformación del cuerpo, las ausencias y los recuerdos.
El espectáculo, dirigido por la propia Eva Guerrero, está protagonizado por la coreógrafa y bailarina Aiala Etxegarai, la intérprete Yolanda Bustillo y la música Amaia Santamaría. La función del Arriaga se representará en castellano, pero la obra cuenta también con su versión en euskera.
Guerrero explica el origen de la propuesta escénica: “Todo surgió en un proyecto de danza y salud que me permitió trabajar durante ocho sesiones con personas mayores de 65 años. Fui conociendo a esas personas, me iban contando cosas, y veía cómo evolucionaba el movimiento en su cuerpo. Empecé a pensar en el paso del tiempo, el envejecer, las pérdidas que vamos acumulando, cómo todo esto va pasando por nuestro cuerpo y lo va afectando”.
De hecho, la corporeidad, que está muy presente en los anteriores trabajos de la compañía, vuelve a cobrar fuerza en Hasta el último baile. “El cuerpo siempre está ahí, aunque lo olvidemos, es el protagonista de todo el paso del tiempo, de todas las experiencias, de lo bueno y lo malo; ¿Cómo nos afecta eso?, ¿Qué cuerpo coge el paso del tiempo? ¿Cómo se va transformando en función de lo que nos va pasando?. Son algunas de las preguntas que siempre rondan mi cabeza”, comenta la directora.
Mediación, o la danza más allá del escenario
Además del habitual trabajo de creación artística y ensayos, a Hasta el último baile le precede una labor de mediación en la que el equipo de la compañía entrevistó a personas mayores de perfiles diversos, con la intención de que compartieran recuerdos de infancia y juventud relacionados con el baile, evocaciones a olores o sabores asociados a momentos especiales, o memorias personales sobre pérdidas y ausencias.
Algunas de las voces recogidas se escucharán el día del estreno en el Arriaga. De hecho, la compañía ofrece a las/los programadoras/es culturales y agentes sociales de las localidades en las que va a actuar la posibilidad de participar, con antelación, en un proceso participativo de las mismas características, en el que se entrevistará a personas mayores locales que tendrán la oportunidad de escucharse el día de la representación en el teatro de su municipio.
En palabras de Guerrero, “para nosotras, hacer un espectáculo de danza no se limita a subirnos al escenario y mostrar. Lo entendemos como un trabajo mucho más amplio de acercamiento, de actividades , de encontrar caminos que nos unan y nos acerquen”.
Y es que, la Compañía Eva Guerrero forma parte de DOOS, un colectivo artístico que produce espectáculos de danza y proyectos híbridos para acercar la danza a nuevos públicos. Las obras están creadas por Eva Guerrero, que tiene un sello propio de poética y naturalidad, y los proyectos híbridos están liderados por Jemima Cano, quien, entre otras cosas, dirige la edición de libros, la producción de talleres y vídeo-danzas u otras actividades que comparten el deseo de llevar la danza a otras personas y otros formatos y contextos.
DOOS es el acrónimo de Dance Out of Stage, o Danza Fuera del Escenario, y cuenta con un espacio de creación: Punto de Fuga, “un oasis para la danza en Bilbao La Vieja”.
