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Estreno de ‘La gran cena’ de Chema Cardeña en la Sala Russafa de València

La Navidad es un periodo para festejar a los demás, para regalar y recibir regalos. Días en los que personajes tradicionales visitan comercios y grandes almacenes abordo de un trineo tirado por renos o sobre camellos domesticados para mantener la compostura en las escaleras mecánicas. Una época en la que todo cabe y también es posible romper la cuarta pared para que los protagonistas de una obra de teatro obsequien con presentes navideños a los espectadores. Es lo que ocurre en cada función de La gran cena, la nueva coproducción de Arden y Sala Russafa para estas fiestas que revoluciona la cartelera y el patio de butacas.

En esta comedia con música en vivo, escrita y dirigida por Chema Cardeña, el público asiste a la cena de Nochevieja que comparten la parodia de tres dictadores fascistas sobradamente conocidos y de sus respectivas acompañantes. Es 1943 y se masca en el ambiente la tensión de quien se cree el amo del mundo, pero no está dispuesto a compartirlo.

Los seis comensales se sientan a la mesa en un banquete en el que vuelan los cuchillos. Y la anfitriona intenta relajar el ambiente con unos presentes que ha preparado. Es entonces cuando el espectáculo traspasa los límites del escenario y el público descubre que también hay regalos para ellos. “Desde hace unos años nos gusta incorporar elementos de interacción. Las comedias especiales que hacemos para Navidad tienen un ambiente muy festivo porque, aunque se haga una crítica social implacable, es siempre desde el humor y la complicidad. De ahí que guiños como estos con los espectadores sean imprescindibles”, explica Juan Carlos Garés, director del teatro.

REGALAR CULTURA
Junto al regalo al público que forma parte de cada función, para la representación del 25 de diciembre Sala Russafa ha preparado un obsequio más potente: van a sortear una cesta de Navidad entre los asistentes. Y la sesión del día de Reyes también será especial: van a obsequiar a uno de los espectadores con un abono para disfrutar de cuatro de sus espectáculos en lo que resta de temporada.

Predicando con el ejemplo, desde el centro de producción, formación y exhibición de artes escénicas, animan al público a sumarse a la práctica de regalar cultura estos días. “Estamos muy acostumbrados a comprar libros o música como regalo. Pero cada vez es más común regalar entradas para ver espectáculos”, observa el equipo del teatro de Ruzafa, que ha visto cómo van creciendo aquellos que optan por sus tarjetas regalo, que pueden personalizarse y adecuarse a distintos presupuestos. También están disponibles en la taquilla y en la web del teatro los abonos para 4 o 6 espectáculos, que se pueden utilizar de forma unipersonal o compartiendo las entradas con familiares y amigos.

“Intentamos ofrecer todas las facilidades porque creemos que este tipo de regalos beneficia no solo a quien lo recibe, también a los que nos dedicamos a la cultura. Para nosotros, por ejemplo, el apoyo del público es imprescindible para seguir haciendo teatro”, afirma Garés. El director de Sala Russafa reconoce que, en momentos como estos, cuando se cuestionan con gran facilidad las inversiones públicas al mundo de la cultura, el soporte de los espectadores es fundamental para que sobreviva.

REÍRSE SIN TAPUJOS, PERO CON CONCIENCIA

Diálogos sin pelos en la lengua, paralelismos con la actualidad, situaciones descabelladas y un retrato caricaturesco de quienes ejercen el poder por la fuerza, con menosprecio del vulgo que padece las consecuencias de sus desvaríos, son el eje de la comedia con música en vivo que acoge Sala Russafa durante toda la campaña navideña.

Cardeña traslada al público a Mandrilia, la capital de Vandalia, un país que alarga su posguerra mientras la pareja dictatorial, el Comandantísimo Fango y su esposa Mari Concha, instauran un régimen donde la religión católica tiene un papel fundamental. Reciben al estricto Canciller de Teutonia, Gandolfo Hider, un vegetariano dado a la grandilocuencia al que acompaña su amante Helga Bron, una tradicionalista alérgica al mix de razas.

También acuden a la velada el Mariscal de Etruria, Bruno Montalvini, un hedonista sin complejos, aunque padece el síndrome de Tourette no para de proferir improperios. Algo que no rebaja el afecto de su querida, la sensual Bianca Pettani. Sirve la mesa el sufrido mayordomo Gervasio, mientras piensa en su esposa represaliada por sus ideas políticas. Y ameniza el banquete Rojo, un músico hambriento, rescatado para la ocasión de un campo de trabajo.

Una galería de personajes con indudables referencias históricas a los que dan vida un elenco compuesto por Darío Torrent, Raquel Ortells, Vicent Pastor, Iolanda Muñoz, Jaime Vicedo, Rosa López, el propio Cardeña y Gilberto Aubán (Gilbertástico).

El choque cultural no tardará en aparecer entre tanto nacionalismo. También las habilidades musicales de los personajes en insospechados números musicales, que irán entrelazando con la trama una selección musical en la que entran desde éxitos de la época, como The Continental o El Relicario, a guiños al siglo XX de la mano de Shania Twain o Camela. El humor es el ingrediente principal de esta comedia ácida que dibuja una ‘distopía del pasado’ para sembrar en el espectador la duda de si, realmente, cualquier tiempo pasado fue… anterior.

LA GRAN CENA
Autoría y dirección: Chema Cardeña
Producción: Arden Producciones y Sala Russafa (Valencia)
Intérpretes: Darío Torrent, Raquel Ortells, Jaime Vicedo, Rosa López, Vicent Pastor, Iolanda Muñoz, Chema Cardeña y Gilberto Aubán (música en vivo).
Sinopsis: Música en vivo, humor negro, sátira política y un inesperado encuentro entre parodias de tres de los líderes de fascismo más destacados del siglo XX. El público se traslada al público a 1943 para asistir al ágape con el que quieren despedir el año tres de los líderes del fascismo internacional más destacados del momento. El Comandantísimo Fango y su señora María Concha son los anfitriones en el Palacio del Páramo de Madrilia, la capital de Vandalia. Acuden a su llamada el Canciller de Teutonia, Gandolfo Hider y su amante Helga Bron. También el Mariscal de Etruria, Bruno Montalvini y su esposa, Bianca Pettani.

Los seis, con sus nacionalismos propios bien interiorizados, van a conocer de primera mano la costumbre patria de despedir el año tomando las uvas al compás de las campanadas de medianoche. Pero antes ya habrán volado los cuchillos y se habrán desatado las carcajadas en una comedia musical que bebe de clásicos como El Gran Dictador, de Chaplin, y Ser o no ser, de Lubitsch.

Sesiones: J- V-S, funciones a las 20 h y D a las 19 h. Del 13 de diciembre al 25 de enero (excepto 24 de diciembre y 1, 5 de enero). Función especial de Nochevieja a las 23 h.

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