La compañía bonaerense de Adriana Barenstein recalará en noviembre en la sala L’Antic de Barcelona, donde presentará los días 23 y 24 el espectáculo de danza-teatro «Quietud inquieta». La obra parte de una hipótesis integradora para desarrollar temática y poéticamente el mundo de lo extraño, lo extranjero , lo ajeno y el cambio como un estado existencial más que una situación espacial y geográfica.
Un personaje oscila entre estar en él o lejos de si en un viaje que lo lanza fuera de si mismo, fuera de las previsiones, fuera de su eje, fuera del universo de su propia realidad. Manchas y accidentes atraviesan el cuerpo y toman la forma de un movimiento, un giro, un salto, una caída, un grito, un silencio. Una tranquilidad inquieta y expectante: parece que algo que se avecina se suspendiera antes de hacerse presente. Existencia de las cosas invisibles. Lo más oculto se ha vuelto lo más manifiesto. Todo es ilusión. Algo se vuelve misterioso. Del lado de la imagen ha quedado lo fantástico, el secreto. Fantasmas que suben a la superficie, sin espesor.
