Está en la calle, quizás alguno la tengáis a mano, el número 264 de la revista ARTEZ en cuya editorial dábamos algunas pistas sobre nuestra situación, nuestro contexto y la posibilidad de que fuera, de momento, el último número en papel. Pues debemos avisar de manera oficial que así va a ser, por un cúmulo de circunstancias, económicas, laborales, hasta con asuntos tan delicados como enfermedades cruzadas y retroalimentadas, hemos decidido suspender la edición de la revista ARTEZ hasta que cambie la situación y encontremos nuevas motivaciones para volver a hacerla. En cualquier caso, si esto se produjera, la nueva etapa, será con otra orientación editorial, porque nuestra apuesta era informativa, aunque tuviera opinión y pensamiento, pero los nuevos medios hacen que se produzcan flujos informativos instantáneos que, en un papel, casi siempre quedan obsoletos por definición.
Claro está que esa memoria en papel, ese archivo de más de veinte años tuvo su razón de ser, creó un modelo, plasmó de manera perenne estrenos, ferias, festivales, entrevistas a emergentes o consagrados, pensamiento con grandes firmas del mundo teatral iberoamericano. Desde hace meses, todo se ha relativizado, estamos funcionando en modo resistencia y creemos que tanto personal como profesionalmente, necesitamos un descanso, una reestructuración, buscar nuevos objetivos, y el papel, hoy en día parece estar en retirada, los costes de imprenta son soportables, pero los envíos se han encarecido hasta límites insoportables. Todo un cúmulo de circunstancias que nos han llevado a una tensión desagradable, retrasos en el cobro de la publicidad nos abocaba a retrasos en el pago de servicios y salarios. Por lo tanto, aunque en este caso el responsable soy yo, por retrasar tanto la decisión aconsejada por propios y extraños, hemos llegado a este punto que debe servir para mirar al futuro con menos peso en la mochila.
Porque la idea básica es intentar que parte de la publicidad que se insertaba en el papel vaya al digital. Reforzar técnicamente y ampliar contenidos en ww.artezblai.com, a la que remodelaremos en próximas fechas, convertirlo, de verdad, en un diario de las artes escénicas, que fue nuestra vocación cuando empezamos en 2001 a estar en internet. Para eso se necesita poner toda la energía en esta cambio, procurar no perderse en ramificaciones no fundamentales y probar a ver si somos capaces de relanzar un lugar pionero en la red donde tenemos cerca de veinte mil receptores activos de nuestro Boletín semanal, al que, esperamos, reforzar con nuevas firmas, algunas rescatadas del papel y otros servicios más fijados en la interactuación y el desarrollo comunitario.
A todos los anunciantes, suscriptores, colaboradores que lean esta entrega advertirles que nos dirigiremos a ellos directamente para establecer la manera de amortizar la situación y convenir una nueva relación o cierre de la misma.
A ustedes les pedimos un poco de comprensión. A las instituciones no les pedimos nada. Los que nos han olvidado de manera fehaciente, que les vaya bonito. A quienes han colaborado en la medida de sus posibilidades, gracias y aquí seguiremos. Al resto, insistir, nos veremos por los teatros, porque al menos este cura va a seguir viendo teatro, propiciando que se haga teatro, informando sobre teatro, escribiendo sobre teatro y hasta editando libros dedicados a las Artes Escénicas.
Estamos en reconstrucción.
No pesan los años, pesan las balanzas.
La Vida en Bella y el Teatro su manifestación más exuberante.
