Falta menos
En estos días de excesos gastronómicos, debemos cuidar mucho la dieta de teatro infantil y juvenil o musical, porque hay mucha oferta, amontonada, y no siempre tienen la calidad adecuada. La publicidad de algunos de estas propuestas más que engañosa es disolvente del raciocinio. Así que hay que apurar la observación y, sobre todo, atender a las edades que dicen los creadores que son adecuadas para visionarlo en perfectas condiciones. No es que sea una guía muy fiable, pero no se puede llevar a todos los sobrinos a la vez al mismo espectáculo. A no ser que sea algo muy maravilloso.
Aunque algo atropellado por las circunstancias internas y externas, sigo yendo cada día a ver obras de teatro, piezas de ballet, estrenos, reposiciones, con artistas emergentes o consagrados y, en Madrid, desde donde escribo , la ocupación en estas fechas navideñas se mantiene en unas magníficas cifras. ‘Miñan’ de Artedrama en el Teatro del Barrio, en euskera con sobretitulación, ofreció dos funciones con la sala a reventar. Un buen síntoma. Una pregunta capciosa, ¿está de moda ir al teatro?
Estamos acabando un año, es decir, un ejercicio y los trámites y recopilaciones de facturas y demás zarandajas contables y burocráticas crean un ambiente estresante. No sé si se trata de una falta de inspiración administrativa, un reflejo de mis años de servicio a la causa, pero juraría que con la digitalización de la inmensa mayoría de los trámites la burocracia ha crecido de manera exponencial y las dificultades para las personas civiles aumentan hasta el hartazgo.
No es fácil sustraerse a la ola reaccionaria que anuncian los demonios demoscópicos y los resultados electorales. No todo el monte es orégano y no garantiza nada decirse progresista y gestionar las instituciones de manera más que conservadora o pertenecer a un gobierno de un partido de derechas y hacer teatralmente gestión bastante más avanzada y abierta. El problema debe ser otro. Deben ser las personas que coloquen al frente y que Vox no tenga demasiada influencia directa en la gestión cultural.
Por lo tanto y con su permiso, les mando un saludo afectuoso deseándoles unas fiestas teatralmente activas. Ya falta menos.

