Empezar un año significa que se ha despedido a otro año., que nos ha colocad en nuestra realidad más abrupta. Me refiero a los problemas que venimos arrastrando en Artezblai SL, lo que afecta a este diario digital, la edición de libros y la no publicación de la revista ARTEZ. Estamos en momentos de crisis aguda. N sabemos si la podemos superar. No sabemos en qué quedaremos. De momento la cosa pinta mal, mucho desgaste, pocas ilusiones, ganas de pasar página. Estamos dando un salto hacia delante controlado.
Así que les deseo a quienes nos siguen que tengan un feliz 2026 y confío en que seguiremos encontrándonos aquí o en otros lugares, pero lo que no abandonaremos es el amor a las Artes Escénicas. En primera persona les aseguro que después de meses de terapia he llegado a la conclusión de que mi misión en la Tierra ya está cumplida. Estoy en una prórroga que no sé si tendrá fuelle para mucho tiempo.
Estamos preparados para apagar los focos sobre algo que ha estado veinticinco años intentando dar continuidad a programaciones, estrenos, festivales y ferias. El mundo está cambiando. Y todo lo referente a las Artes Escénica está en una pausa que me desanima. Soy yo que no encajo. Los responsables de instituciones se sienten muy a gusto, los que tienen la suerte de entrar en las programaciones y ayudas resoplan de alegría, pero existen cientos, miles de proyectos colectivos, individuales, incluso institucionales, que no arrancan debido a muchas circunstancias y costumbres y ayudas obsoletas.
Seguro que el viento cambiará de rumbo.
He sido muy feliz enfrentándome tantas semanas, más de mil doscientas, a escribir esta homilía. Espero que se pueda mantener.
Salud.
