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El juguete de la danza contemporánea

No es habitual encontrar espectáculos de danza contemporánea dirigidos especialmente al público familiar, es decir, a la infancia y a sus acompañantes. Esto se debe, creo, a que la danza contemporánea, al igual que el arte contemporáneo en general, se caracteriza por ser críptica y difícil de comprender; algunos incluso la califican de “elitista”, solo para unos pocos expertos en la materia. Sin embargo, todo esto no son más que prejuicios derivados, como casi todas las preconcepciones, de la ignorancia y la falta de experiencia, porque la danza, sea cual sea su género o modalidad, si el espectáculo tiene coherencia y calidad, siempre nos satisfará. Además, un espectáculo no necesita ser comprendido para ser disfrutado, porque la magia y el magnetismo de las artes escénicas, de los cuerpos en movimiento, la interacción con el movimiento de las luces, los sonidos, las palabras (si las hay), etc., nos asombrarán y despertarán nuestra empatía, más allá de lo que puedan decirnos e incluso si no nos dicen nada, porque un espectáculo no tiene que decirnos algo para fascinarnos.

Por otro lado, son las niñas y niños, la infancia, quienes menos prejuicios tienen y disfrutan de una mayor apertura al juego.

Por lo tanto, resulta incomprensible que, dentro del repertorio de danza contemporánea de los últimos tiempos, por ejemplo, en Galicia, solo sea capaz de citar tres piezas dedicadas especialmente a la infancia y, por supuesto, disfrutables para cualquier edad. Vuelvo a lo mismo: si un espectáculo de artes escénicas tiene una dramaturgia coherente y de calidad, siempre constituirá una experiencia satisfactoria y enriquecedora.

Las tres piezas que puedo nombrar son: ‘GAIA’ (2018) de Cía. Entremans/Artestudio Xestión Cultural S.L. de A Coruña, creada por Kirenia Martínez Acosta y Estefanía Gómez Cascudo, en la que la danza desplegaba un universo visual muy colorido, para llamar la atención sobre la importancia de valorar y cuidar el planeta, vinculado a una perspectiva tan lúdica como poética y ecológica.

La siguiente, en orden cronológico, es ‘NINA NINETTE’ (2021) de Cía. Paula Quintas, que utiliza técnicas y estilos de danza moderna y contemporánea para recrear el viaje de una niña, interpretada por Marta Alonso Tejada, al mundo de la fantasía, inspirada en sus juguetes y guiada por una especie de hada madrina, que recuerda a las figuras geométricas del Ballet Triádico de la Bauhaus, interpretadas por Paula Quintas. También hay una muñeca que tiene miedo y que, al no ser muy bonita, también puede dar un poco de miedo, interpretada por Carlota Mosquera. Finalmente, ‘Nina Ninette’ refuerza la importancia de la amistad, la fantasía y la aceptación del otro, que puede no ser como esperábamos.

Siguiendo el hilo del tiempo, encontramos ‘O ARCÓN DE NOA’ (El arcón de Noa) de la Cía. Amarelo (Lilian Portela), que se estrenó el domingo 26 de octubre de 2025 dentro del programa Vigocultura, con el Auditorio Municipal de la Praza do Rei de la ciudad olívica lleno de niños, niñas, madres, padres, tías y otros familiares, y, por supuesto, espectadores de la danza.

El ambiente en la sala era exultante y ‘O arcón de Noa’ terminó dibujando sonrisas en nuestros rostros. Noa y sus juguetes, la muñeca y el conejo, transforman la danza en juego y el juego en danza. La dramaturgia es sencilla, pero muy efectiva. Noa nos enseña, sin pretenderlo, a no tirar nada. Su arcón, el baúl, está lleno de juguetes. No hay videojuegos ni pantallas que la obliguen a permanecer quieta e inmóvil. Hay juguetes que mueven a Noa en una reciprocidad mimética teatral. Ella los anima, como si fueran marionetas, y ellos la animan a ella. Es una especie de efecto bumerán: cuando juegas involucrando el cuerpo, moviéndote, imaginando escenas teatrales con muñecos, títeres y otros instrumentos, la experiencia es más dinámica y estimulante, porque incluye no solo la recepción del juego, sino también la responsabilidad de la creación.

En este caso, Raquel Ferradás, Carlota Rosón Rojo y Martín Blanco, con su calidad de movimiento, hacen que la fantasía se haga realidad en el escenario y que los personajes se mantengan en la dimensión mágica de un cuento de hadas.

Desde la simplicidad, Noa descubre que la novedad y el disfrute no residen en usar y tirar, en coger un juguete y, al cabo de un tiempo, cansarse de él y no volver a jugar con él. Con Noa aprendemos que debemos cuidar lo que tenemos y que la diversión no depende de lo nuevo, sino de nuestra implicación y nuestras ganas de jugar. También descubrimos que el movimiento de nuestros cuerpos, esa danza, puede ser un juguete divertido y fascinante, e incluso una forma de viajar a universos fantásticos que de otro modo no encontraríamos.

Pues ahí está, ahora que viene la época de los regalos y de los juguetes, os propongo el mejor: un tiempo de diversión compartida, de edificación personal y de felicidad con la danza contemporánea para todas las edades.

P.S. – Artículo relacionado:

“Recuperar la mirada infantil a través de la danza. ‘Nina Ninette’ de Traspediante”. Publicado el 23 de mayo de 2021.

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