Críticas de espectáculos

A Big Nightmare Music/Aleksey Igudesman y Hyung-ki Joo

El teatro de la música

www.igudesmanandjoo.com , y ya pueden empezar a pasear en su web, youtube (más de 35 millones de visitas), facebook y demás con Aleksey Igusdeman y Hyung-ki Joo, ¿actores? ¿director y actor? ¿autor y director?….no, son (Superman no, mejor todavía): músicos, sí, mú-si-cos. ¿Por qué hablo de un concierto? ¿No hablamos aquí de valoraciones escénicas? Pues sí. Por eso hablo hoy de ellos. Más extensiva será mi explicación sobre la boda música-artes escénicas en mi espacio «Escena silenciosa» que en breve se estrenará aquí mismo, en artezblai.com. Por ahora, centrémonos en este espectáculo.

Sí, insisto, acudí a un concierto y encontré un espectáculo. Fue en el Palau de la Música Catalana en Barcelona (uno de esos tesoros humanísticos que quizás alguien de vosotros todavía le quede por descubrir, os invito a ello cuando os acerquéis por la ciudad condal). Sigo. Digo, fui como voluntaria de Payasos sin Fronteras, puesto que el concierto, desde la Orquesta Sinfónica del Vallés dedicaba la función a esta ONG. Y por ello tuve acceso al concierto. Todos los conciertos, en cuanto huelen a barroco y clásico, me atraen pero nunca me atravería a hacer valoraciones musicales a nivel profesional. Pero empezó el espectáculo, he aquí mi comentario:

Un espectáculo porque hubo música, gesto, y danza!, palabras, vestuario, argumento, teatro, buena auto-dirección escénica… . Igusdesman, violín, y Joo, piano, empezaron un delicioso combate más allá de su música entre Mozart y James Bond (….!!!) (sí, ¡así me quedé yo!), mi ignorancia (…no puedes estar al día de todo…!) me hacía descubrir este duo loco que saber despeinarse sin que se le suelte la corbata, acompañados con la entusiasmada profesionalidad de la Orquestra Simfònica del Vallès, dirigidos por un fresco, cómplice y sincero Rubén Gimeno.

Se combinó humor y sensibilidad serena, la mejor de las mezclas para vivir, para ver intensamente un espectáculo al lado de los artistas que también lo están viviendo en directo. Decía: un combate musical entre melodías y ritmos que explotan musicalmente en el cuerpo. Música también delicada, fusión de narices rojas en la versión más positivamente apayasada que nos ofrecen estos músicos. Regalo exquisito de arreglos musicales que abren un baúl de viajes por nuestro planeta: Mediterráneo, Oriente, Balcanes… Asimismo, trascienden el humor hacia el mundo mágico, también, del cristal, por la pura delicadeza que transmiten en contraste con las excéntricas e inteligentes intervenciones que desembocan en diversos gags que no os quiero desvelar. Como buenos músicos que son, tienen un buen tempo escénico, en ciertos momentos me vienen recuerdos, sobretodo con Joo, de Harpo Marx y de Carlo Colombaioni.

Y la percusión en la orquesta, ooh; si alguna vez he de aprender a callar y sólo re-co-men-dar ¡es esta! Escuchen y escuchen, y ya me dirán. sutileza, perspicacia, exquisita desfachatez…todo un lujo de vitalidad.

La iluminación podría haber estado atrevida y proponer algun pequeño diseño que apoyara las acciones, fue el único elemento teatral que eché en falta.

Avanzó la tarde y los contrastes entre humor y delicadez eran continuos, gags más o menos esperados o inesperados pero que no decepcionaban al guión sinó que continuaban cumpliendo y ampliando los horizontes que se marcan en este espectáculo.. Música espectacular o espectáculo musical. Reitero ¿por qué (y aquí se demuestra) distinguir entre máusica y artes escénicas?

Anécdota: el mini-arco para el violín me traslada al gag del «Professor Karoli» y sus mini-bicicletas…sigamos con las gratas comparaciones!

Voy acabando: destaco también la vitalidad que desprenden los músicos, no sólo a través de sus instrumentos, también mérito de su aplaudido director; y la complicidad y respeto que los dos solistas mostraron con y hacia la orquesta.

Y así como necio es aquél que dice que la leer no le gusta habiendo tantos géneros y escritores, para aquellos que presumen de no agradarles la música sinfónica, que se den una oportunidad viendo este ESPECTACULO, ya me contaréis.

«A Big Nihgtmare Music»

Aleksey Igudesman, violín; Hyung-ki Joo, piano; Rubén Gimeno, director

Orquestra Simfònica del Vallès

Palau de la Música Catalana, Barcelona

13 junio 2015 Barcelona, Anna Jarque

«A Big Nightmare Music», Aleksey Igudesman y Hyung-ki Joo

Palau de Música Catalana, Barcelona.

Orquestra Simfònica del Vallès

Director: Rubén Gimeno.

13 Junio 2015

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