Críticas de espectáculos

ADELA, el inevitable final de la hija de Bernarda Alba

Teatro de la Pesambre pone en escena el monólogo ‘ADELA‘, en el que el personaje de la obra lorquiana se enfrenta a su destino literario, huyendo de su casa después de haber sido descubierta junto a Pepe el Romano. 

La lectura contemporánea de los textos nos abre espacios dramáticos que, la acumulación de lecturas, ha ido dejando como poso en las obras. Es el valor de los clásicos que, a través de la historia, van contextualizando sus voces. 

En este monólogo, Adela, convertida en un objeto sexual,  lucha por su empoderamiento contra la traición de Pepe y la tiranía de su madre. 

Fulgencio M. Lax no pierde la esencia lorquiana del personaje, pero trasgrede las fronteras literarias para adentrarse en la ficción dramática de la obra. Tanto como autor como director de la pieza, nos propone un juego pirandeliano en el que el personaje se enfrenta al dramaturgo original pidiéndole explicaciones, pero sabiendo que el final es inexorable y que, después de toda su lucha por alejarse de la tiranía y de la traición, solo ha encontrado violencia sobre violencia hacía ella como mujer. Adela piensa, dentro del juego de la ficción, que si ella hubiera conocido al autor, a García Lorca, le hubiera preguntado el porqué de ese final. El porqué arrastrar al personaje, a ella, hasta hacerla sucumbir y morir en la horca cuando podía haber elegido el camino del amor y de la felicidad. Es lo que piensa el personaje de esta versión mirando hacia el lado opuesto de la tragedia.

Fulgencio M. Lax construye a una Adela como una mujer que se enfrenta a lo establecido, a la tradición, al destino ya diseñado al que sucumben tantas y tantas mujeres. Pero también es un canto a la lucha incansable por no desaparecer ni ser relegada a objeto sexual y de pertenencia masculina. Otra cosa es que las piedras del camino, los muros con los que se va encontrando la mujer en su devenir, se lo permitan. 

La puesta en escena es aparentemente sencilla: un sillón, una tela de fondo de color verde simbolizando el vestido de Adela y unas piedras, que el personaje va quitando del camino, hasta construir el muro de su horizonte. La dinamicidad de la puesta en escena está al servicio, en todo momento, del trabajo de la actriz, sin ocultar ni introducir elementos ajenos a la interpretación. El director propone un espacio escénico abierto, limpio de objetos, desnudo en el que tan solo se encuentran el tiempo y el personaje y, casi como por descuido pero con toda la intención, se cuela una imagen plástica de auténtica belleza. 

Ángela Leña, desde un trabajo interpretativo muy interesante, nos muestra a un mujer sólida e intensa, derrotada después de haber pasado algunos años entre el abuso, el engaño y la decepción. La actriz construye desde dentro, haciendo que la interpretación no sea el resultado gratuito de un trabajo estético, sino que surge desde las entrañas del personaje. Su belleza y su corporeidad cogen de la mano a Adela y se lanzan a una carrera cuyo final ya estaba escrito desde 1936, cuando García Lorca escribió ‘La casa de Bernarda Alba‘. 

Jesús Galera

Estreno: 21 de diciembre de 2021

Lugar: Centro Párraga

Compañía: Teatro de la Pesambre

Autor y director: Fulgencio M. Lax

Actriz: Ángela Leña

Iluminación y sonido: Melissa Obrer

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