Agrupación Señor Serrano, una de las compañías residentes en la Sala Beckett durante la temporada 2020-2021, estrena precisamente en este espacio barcelonés su primer espectáculo para público infantil (6 a 11 años). Se trata de ‘Prometeu’, propuesta se podrá disfrutar del 19 de diciembre al 3 de enero. La pieza supone el primer volumen de una serie teatral denominada Proyecto Olympus.
Proyecto Olympus es una serie teatral basada en una visión crítica y desenfadada de los mitos griegos destinada a niños y niñas, para que puedan disfrutar del espectáculo en autonomía sin la presencia de sus padres en la sala. Una puerta de entrada para los más jóvenes al mundo de la mitología, donde encontramos historias antiguas revisadas y conectadas con la actualidad. La propuesta también quiere despertar en los adultos una nueva lectura de los mitos a través de los ojos de sus hijos.
Con dramaturgia de Àlex Serrano y Pau Palacios, el primer volumen de la serie está dedicado a la figura de Prometeo.
A petición de la compañía, este es un espectáculo exclusivamente dirigido a niñas y niños de 6 a 11 años, sin presencia de adultos. Los adultos tendrán que esperar fuera de la sala y dejar solos a las niñas y los niños para que disfruten del espectáculo con autonomía. Se facilitará a las familias asistentes un dosier pedagógico sobre el espectáculo.
Sinopsis
Dice el mito que Prometeo es castigado por Zeus por haber entregado el fuego a los hombres, liberándolos así de su condición animal. Así, un águila devorará eternamente el hígado de Prometeo por haber desobedecido al jefe del Olimpo. Aunque también podríamos decir que un águila devorará eternamente el hígado de Prometeo por haber dado una oportunidad a la raza humana a través de un acto de solidaridad. ¿Es Prometeo un saboteador que merece su castigo? ¿O alguien que se pone en peligro en primera persona para rebelarse contra poderes despóticos? ¿Lo hace de manera sincera y razonada o simplemente como pataleta y para darse importancia? Los mitos griegos, como todos los mitos, existen porque a través de ellos podamos interrogarnos sobre la naturaleza humana, no necesariamente para encontrar respuestas unívocas.
