El Centro Dramático Nacional no hacía un ‘La casa de Bernarda Alba’ desde 1998. Su actual director, el dramaturgo Alfredo Sanzol (Pamplona, 1972) ha recogido el guante y estrenará una nueva versión de la famosa obra de Federico García Lorca el próximo 9 de febrero, con música de Fernando Velázquez y Ana Wagener en el papel de Bernarda.
‘La casa de Bernarda Alba‘ es una de las obras más representadas. ¿Qué aporta esta nueva versión?
Así es, es una de las más representadas, y no sólo en España, en todo el mundo, de hecho, se acaba de estrenar una versión en el National Theatre, sin embargo en el Centro Dramático Nacional no se hacía desde 1998. Esta versión quiere aportar algo que he visto en la realidad y que es la razón por la que quiero hacer la pieza, una conexión directa de la vivencia de los cuerpos de las mujeres ahora con las palabras de los personajes de la Casa de Bernarda Alba. Esta versión quiere ser un acto de lucha contra la violencia machista.
¿Desde qué punto de vista se cuenta la historia en esta propuesta?
El punto de vista creo que tiene que ser muy transversal. El choque de fuerzas entre Bernarda y Adela está atravesado por la historia de Poncia, de Amelia, de Martirio, de Angustias, y de Magdalena, y por las historias del resto de los personajes que vemos y de los personajes que no vemos. Es una historia social de dolor y de libertad.
¿Es Bernarda víctima o verdugo, o ambas cosas?
Bernarda es una víctima y la grandeza de la obra es que crea un personaje que es verdugo a pesar de sí misma. A Bernarda la entendemos perfectamente y sin embargo es un misterio. No podemos condenarla sin discusión, sabemos que está haciendo mal pero entendemos su objetivo de proteger a las hijas. Por eso creo que debemos mirarnos todos y todas en el espejo de Bernarda porque nadie está libre de la violencia del patriarcado.
«He visto una conexión directa de la vivencia de los cuerpos de las mujeres ahora con las palabras de los personajes de La Casa de Bernarda Alba«
¿Qué vigencia tiene esta obra hoy día?
Tiene la vigencia de su necesidad. La leemos y queremos verla en el escenario, montarla, interpretarla, si pasa eso es porque está hablando de algo que sucede ahora. Y además es una obra llena de belleza porque su estructura hace que la acción llegue a las entrañas.
¿Cómo es, a nivel formal y estético el montaje?
Blanca Añón ha diseñado una casa que creo que va a ser icónica, tiene pureza, belleza y maldad, y Vanessa Actif ha diseñado un vestuario oscuro y sensual, modestamente perverso. La música de Fernando Velázquez y la luz de Pedro Yagüe las estamos trabajando pero irán por esa línea. Toda la atmósfera sonora me gustaría que fuese la proyección del corazón de Adela.
¿Qué puedes destacar del reparto y de sus interpretaciones?
Esto es lo más importante. Todo el reparto. Ester Bellver, Ana Cerdeiriña, Eva Carrera, Ane Gabarain, Claudia Galán, Paula Womez, Belén Landaluce, Patricia López Arnaiz, Chupi Llorente, Lola Manzano, Inma Nieto, Celia Parrilla, Sara Robisco, Isabel Rodes y Ana Wagener. Ana Wagener es Bernarda Alba. Creo que Ana es una actriz muy inteligente y crítica, con lo que vamos a hacer un trabajo meditado, y dirigido a la esencialidad. Ella es la capitana del reparto y estoy seguro de que va a impregnar todo con su estilo.
