Antonia Bueno ofrece una perspectiva nueva sobre Clara Campoamor en la obra ‘Yo, Clarita’

La pieza se estrena en el Teatre Patraix de Valencia del 21 al 23 de marzo
En el Teatre Patraix de Valencia se estrena el 21, 22 y 23 de marzo la obra ‘Yo, Clarita. Las raíces de Clara Campoamor‘, escrita y dirigida por la escritora, actriz, directora, dramaturga y pedagoga Antonia Bueno, que pretende ofrecer una perspectiva innovadora de la vida de uno de los grandes referentes del feminismo. Las actrices Pilar Rochina, Antonia Bueno y Arantzazu Pastor encarnan, respectivamente, a Clara Campoamor, su madre y Victoria Kent.
El espectáculo nace a partir de un relato de Antonia Bueno, que obtuvo en 2012 el Primer Premio en el XI Certamen de Narrativa Breve del Ayuntamiento de Valencia. La acción se situaba en 1898, cuando la pequeña Clara contaba 10 años, aquella tarde en que su madre cosía y su padre había ido a votar, mientras la guerra de Cuba daba sus últimos coletazos y se estrenaba la zarzuela Gigantes y Cabezudos.
La propuesta escénica se inicia con un viaje a la Memoria emprendido por Clara Campoamor la mañana del día del debate en defensa del voto femenino, el 1 de octubre de 1931, retornando a la tarde del 27 de marzo de 1898, que revisita para encontrar la fuerza transmitida por su madre y su padre, y enfrentarse con orgullo y decisión a la defensa de sus argumentos en la defensa del voto igualitario para las mujeres. Desde ahí, continuamos viaje con ella desde su infancia hasta la madurez, llegando al momento clave de la consecución del voto para las mujeres e incluso extendiéndonos hasta la actualidad e implicando al público en la acción.
Clara Campoamor fue una mujer valiente, que se atrevió a sobrepasar las consignas partidistas, pensando en el derecho de las mujeres y en el bien de toda la sociedad. Como ella confesó: “Ese fue mi pecado”.
La figura de la madre de Clara es representativa del papel de las mujeres de finales del siglo XIX sometidas a una ignorancia que las hacía creer que las cosas siempre habían sido así, y que el papel de las mujeres se restringía al ámbito privado del hogar y la familia.
La presencia de Victoria Kent, interactuando con Clara Campoamor, es clave en la propuesta. «Los referentes míticos podrían ser Antígona e Ismena con sus dos posiciones encontradas: conciencia contra razón de estado, libertad de pensamiento contra fidelidad a un ideario. Aunque a ambas, como mujeres, las une una lucha común:lLa lucha contra la sociedad patriarcal. Más allá de enfrentamientos, la sororidad para construir un mundo, conjuntamente con los hombres, que es nuestro legado común», explica la autora.
La escenografía es una gran lengua de tela que brota de la máquina de coser e inunda el espacio de la Memoria. La iluminación juega un papel importante en la creación de atmósferas, así como la música de la época, gran parte de ella cantada en vivo.