En cartel

Atalaya Teatro celebra su 40 aniversario con dos montajes en Madrid: ‘El Avaro de Molière’ y ‘Marat/Sade’

El Teatro Fernán Gómez acoge las dos obras entre el 9 y el 29 de febrero

Atalaya Teatro celebra durante 2023 sus 40 años de trayectoria profesional, y lo hace con dos montajes: ‘El Avaro de Molière‘ y ‘Marat / Sade‘ de Peter Weiss, que se podrán ver durante el mes de febrero en la Sala Guirau del teatro Fernán Gómez. Centro Cultural de la Villa de Madrid. El primero se podrá ver del 9 al 19 de febrero y el segundo se representará del l 22 al 26 de febrero.

Durante estos 40 años de trayectoria profesional, la compañía ha conseguido crear un estilo propio que se basa en la energía del actor, tanto a través del cuerpo como de la voz, la lectura contemporánea de los grandes textos universales, la fuerza expresionista de las imágenes y el tratamiento poético del espacio, la música y los objetos. La continuidad de su equipo estable permite largos procesos de investigación en cada montaje.

En estas cuatro décadas los montajes de Atalaya Teatro se han representado en más de medio millar de ciudades y en 180 festivales nacionales e internacionales, en 40 países de los distintos continentes y ha recibido más de 60 galardones, entre los que destaca el Premio Nacional de Teatro en 2008, además de varios galardones internacionales en varios países de cuatro continentes. En ese mismo año, 2008, puso en marcha el Centro Internacional de Investigación Teatral, TNT, que ha tomado parte en seis programas culturales de la Unión Europea.

‘El Avaro de Molière
Este montaje es una de las obras maestras de Molière y uno de sus últimos textos. La obra muestra el lado más mezquino y egoísta del ser humano, donde se lleva al extremo los problemas generados por el dinero y el poder, lo que resulta de notable actualidad. Ricardo Iniesta (premiado como director, pero también como adaptador) ha realizado una adaptación del texto de Molière manteniendo la médula espinal del mismo, pero eliminando las partes que peor han envejecido o que resulta más costumbristas e introduciendo algunos elementos del mordaz guion que Tonino Cervi y Alberto Sordi elaboraron para una recreación cinematográfica de la obra de Molière hace tres décadas.

Por otro lado, se potencia el carácter coral de los personajes que acompañan en escena a Harpagón, tal como Atalaya lleva a cabo en sus adaptaciones de clásicos, y con mayor motivo al tratarse de un musical. Ricardo Iniesta explica cómo es esta adaptación: «El montaje es en clave de musical, lo que unido a que el protagonista lo encarne una actriz serán dos aportaciones claves en la adaptación por parte de Atalaya, así como la huida de la ambientación clásica y la presencia de los actores durante toda la representación en modo coral. En esta comedia todos espían a todos, por eso las puertas cerradas, abiertas, entreabiertas… a veces muros infranqueables y a veces barras de un burdel. En ocasiones artefactos amenazantes, plataformas que giran vertiginosamente y en otras, tumbas, prisión o patíbulo».

«El coro musical, que no son otros que los criados, supone un contrapunto, no sólo en la partitura sonora, sino en la propia concepción del espectáculo, al establecer «nudos» que van apareciendo a lo largo del montaje, creando una dramaturgia paralela a la del propio texto del autor, lo que enriquece la percepción del espectador. La idea escenográfica gira en torno a las puertas, puertas que provocan sonidos inquietantes o estruendosos, a veces rítmicos… Puertas por las que mirar por la cerradura, puertas cerradas bajo numerosos cerrojos (tras las que se esconde Harpagón y ante todo él oculta su tesoro), puertas que se abren para que escape la hija de Harpagón, puertas que los criados y el coro musical convierten en un laberinto tras el que se ocultan o por el que aparecen. La música, casi siempre interpretada en vivo por la orquestina, imprime al espectáculo un ritmo que mantiene de principio a fin enganchado al espectador, tanto por los acordes como por las letras de las canciones que interpretan las actrices y actores. Más de una veintena de temas burlones, con alguna ruptura más contemporánea», explica Iniesta.

Marat Sade atalaya
‘Marat Sade’

Marat / Sade
En 1964 Peter Weiss escribió este texto considerado una de las obras míticas del siglo XX. Medio siglo después mantiene una tremenda vigencia y modernidad tanto en su contenido como en su forma. La obra posee dos lenguajes que han sido determinantes en este último medio siglo: el del teatro épico de Brecht y el del teatro de la crueldad de Artaud, pero también aflora el grotesco de Mejerhold; los tres ejercen una enorme influencia en las escenificaciones de Atalaya. La veintena de temas interpretados en vivo confieren al montaje un aire de musical y sobresale en su estructura la propuesta de teatro dentro del teatro; el público se sienta ante actores coetáneos que encarnan a enfermos del manicomio de Charenton, que interpretan en 1808 a personajes de la Revolución Francesa. Si los protagonistas datan de 1793, los elementos escénicos -escenografía y vestuario- bien podrían ser de 1808, mientras que la composición musical y la iluminación -que configuran la escenificación intangible- resultan contemporáneos. En todo caso, Atalaya ha querido universalizar la obra, tanto en el tiempo como en el espacio obviando en buena parte su concreción. Resultan de enorme actualidad las luchas dialécticas entre el individualismo, que representa el marqués de Sade, y la apuesta por la colectividad, encarnada por Jean Paul Marat; entre la actitud sumisa ante los poderosos de una parte de la sociedad y la rebeldía de otra; entre la corrupción y la honestidad.

La tragicomedia en dos actos Persecución y muerte de Jean Paul Marat, representada por el grupo teatral del hospital de Chareton bajo la dirección del señor de Sade, es considerada una referencia indiscutible en el teatro contemporáneo. Escrita en 1963, su autor realizó diversas versiones, a medida que iba radicalizando sus posiciones políticas. Muy influenciada por la teoría de Antonin Artaud, creador del teatro de la crueldad y de Bertolt Brecha y su teatro épico.

Utilizando «teatro dentro del teatro» plantea un choque entre diferentes posiciones ideológicas que se dieron durante la revolución francesa, encarnadas en cinco personajes reales: el revolucionario Jean Paul Marat, líder de los jacobinos; el Marqués de Sade, partidario de la transformación del individuo más que de lo colectivo; Jacobo Roux, revolucionario percusor de la Comuna de París; Carlota Corday, aristócrata girondina y Coulmier, director del hospital y representante del orden napoleónico. A grandes rasgos supone un dilema entre los presupuestos ideológicos del Marqués de Sade, defensor del individualismo y los de Marat, partidario del colectivismo. La denuncia que realiza hacia los poderosos resulta de una evidente actualidad.

Película y masterclass
Además, el martes 14 de febrero, a las 18:00 h, se proyectará el documental ‘El Abrazo del Tiempo’ de Atalaya TNT, seguida de una mesa redonda. Una película que no solo recoge su historia y trayectoria, sino que también muestra a través de su trabajo la vida y la fuerza de este singular grupo de creadoras y creadores sevillanos.

Además, Ricardo Iniesta (director y cofundador de Atalaya Teatro) y Silvia Garzón (actriz de Atalaya Teatro y pedagoga Laboratorio Internacional del Actor de TNT Sevilla) impartirán una masterclass los días 23 y 24 de febrero, a las 16-30 h.

Mostrar más

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Botón volver arriba