Desde la faltriquera

Carbunariu lúcida y mordaz

Una mirada al mundo, programación internacional del CDN en los arranques de temporada, acerca este año en su primer espectáculo al teatro Odeon de Bucarest con dos piezas, Contra la democracia de Esteve Soler y De vânzare/for sale de Gianina Carbunariu. La dirección de Alexandru Dabija con unos excelentes intérpretes transforma la leve obra de Soler (como las anteriores de este dramaturgo, Contra el progreso y Contra el amor), buenos ejercicios de un taller de dramaturgia, en un espectáculo digno, donde asoma la ironía ácida del autor contra la sociedad contemporánea. Es una lástima que Soler no dé el paso hacia obras de mayor envergadura: sabe dialogar y capta situaciones, pero carece de pulso (hasta ahora) para desarrollos mayores y enjundiosos.

Carbunariu continúa en su línea de teatro social y de denuncia de la situación de su país. Sus obras, más de media docena mostradas fuera de Rumanía, parten de situaciones injustas y conflictivas entre colectivos sociales (unas veces de diferente procedencia étnica, 20/20; otras de distinta extracción social como en De vânzare/for sale o Solitaritaté) para ofrecer una crítica demoledora, irónica y no maniquea (no hay vencedores ni vencidos: muestra posturas enfrentadas para que los espectadores extraigan sus propias conclusiones).

Su teatro, por otra parte, ya presenta unas notas definitorias claras, perceptibles en este espectáculo como en los precedentes: un mismo tema de denuncia de fondo entresacado de la realidad cotidiana y estructurado de modo fragmentario con sucesión de escenas; personaje colectivo aunque cada actor incorpora un determinado tipo; inmersión en las situaciones sin presentaciones, ironía y ruptura de lo políticamente correcto; concentración, inmediatez y rapidez con unos diálogos chispeantes donde se salta de un asunto a otro sin transiciones; y apelación directa al público. Además, tras la detención de su mirada crítica ante asuntos cercanos, Carbunariu tiene la habilidad de ampliar la crítica de manera que esta resulta reconocible y próxima en otros países. Escapan de esos rasgos en lo referente a su contenido La tigresse, en la que con los mismos procedimientos formales, la denuncia enfoca a la sociedad de consumo sin particularismos geopolíticos.

En De vânzare/for sale fija su mirada en el campesino rumano sin propiedad durante el comunismo, con su terruño improductivo en los años posteriores a 1989 y expuesto a una nueva expropiación, las multinacionales capitalistas, que con su posición dominante, las posibilidades de corromper a las autoridades políticas y su insolidaridad marginan al campesino, se aprovechan de sus tierras y no crean riqueza en los lugares donde desarrollan su actividad. Los vértices del triángulo explotador, explotado y autoridad connivente con el primero sirve de bastidor a las cuatro situaciones que componen el retablo de esta nueva pieza, escrita en 2004. Aunque las críticas recaen sobre estos colectivos, no escapan de su visión descarnada e irónica ONG’s, buenismos solidarios e ineficaces, políticas de desarrollo de naciones poderosas, la propia UE, etcétera. Abundan las situaciones divertidas que invitan a la reflexión, pero el cierre de la pieza es magnífico, hijo y madre frente a frente, el primero ha matado a un policía durante la represión de esta a los campesinos amotinados que protegen las tierras, la madre intenta retenerle, pero comprende que lo mejor es dejarle ir y vivir con la congoja: una espléndida rescritura de un capítulo de Las uvas de la ira. Un cierre trágico que refuerza el drama de los débiles contra los poderosos por la fuerza del dinero o del poder, donde la risa ha sido la válvula de escape del drama humano.

Carburaniu dirige a siete actores, que incorpora cada uno de ellos un tipo que resume un concepto abstracto (poder, campesino, trabajador asalariado, empresario, hombre acomodaticio, etcétera). Cada actor da un toque específico a su personaje, pero sobre todo dice procurando una relación con un espectador concreto, que es el personaje interpelado (un planteamiento muy hábil, que obliga a participar al público en primera persona en el juego). La función posee un tempo-ritmo rápido y una disposición del espacio escénico con los espectadores sentados en falsas pacas de hierba que se mueven según el principal lugar de representación escénica; dos grandes pantallas en los laterales marcan lugares de referencia. La sencillez es el distintivo de Carbunariu y si un escenografía pesada ahogaba Solitaritaté, presentado el año pasado en Madrid, la vuelta a los orígenes sitúa en un lugar relevante a la dramaturga rumana.

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