La obra, dirigida por Joan Arqué, se representa hasta el 11 de diciembe en el TNC de Barcelona
Tras el éxito del proyecto ‘Encara hi ha algú al bosc‘, Cultura i Conflicte regresa al Teatre Nacional de Catalunya con ‘Moriu-vos’. La obra, con dramaturgia de Anna Maria Ricart Codina y dirección de Joan Arqué, reivindica una una vejez digna, reflexiona sobre la edad y cuestiona qué relación tiene la sociedad actual con la gente mayor. ‘Moriu-vos‘, estrenada recientemente en el Festival Temporada Alta, podrá verse del 17 de noviembre al 11 de diciembre en la Sala Petita del TNC y cuenta con las interpretaciones de Imma Colomer, Montse Colomé, Oriol Genís, Arthur Rosenfeld, Magda Puig, Erol Ileri, Piero Steiner / Enric Ases. La dirección coreográfica es de Sol Picó.
En la obra, La Virgen María piensa que la especie humana pronto llegará al colapso si no hacemos algo emocionalmente inteligente. Imma sorbe la sopa con fruición; está a punto de recibir una visita inesperada. Oriol no sabe que hoy será el último día en el que podrá mirar las obras como un jubilado cualquiera. Montse ya no puede bailar desde que vive bajo el agua. Y Mochi… ai, Mochi! ¿Queremos llegar a los cien años pero, ¿quién habrá para que nos cuide y nos dé un trato digno, respetando nuestra libertad? ¿Era esto el progreso?
Dice Joan Arqué: «Se trataba de un triunfo sin paliativos. De una victoria de la vida sobre la propia vida. Vivir y envejecer con dignidad. Y bien… ¿qué ha pasado? Apartamos la mirada de todo lo que no sea plenitud productiva o reproductiva. Un trato edatista, discriminatorio, que viene dado por el envejecimiento de un cuerpo. Un colapso del humanismo que dábamos por hecho. Una especie de bala que nos disparamos ahora, para que impacte de lleno en todos nosotros de aquí a unos años.
Este colapso pone en estado de alerta los sentidos atávicos que teníamos desterrados a los rincones más altos de la estantería de casa de los abuelos. Una especie de miedo a nosotros mismos que nos hace trabajar en la búsqueda ingenua de sentido. Ejercitando la memoria del cuerpo. Razonando con la tensión de nuestros músculos, con la mirada fija y el gesto que une: instinto de supervivencia y caos. Escribiendo sobre aquellos que éramos. Intentando restaurar el orden primero de todas las cosas. De cuando éramos personas».
