En cartel

El coreógrafo suizo Philippe Saire presenta tres piezas en el Mercat de les Flors

‘Vacuum’, ‘Hocus Pocus’ y ‘Party Room’ se podrán ver entre el 21 y el 27 de enero en Barcelona

El coreógrafo suizo Philippe Saire presenta estos días en el Mercat de les Flors de Barcelona tres piezas. Las imágenes imposibles y fantásticas e ilusiones ópticas que conforman ‘Vacuum‘ podrán verse el 21 y 22 de enero. Esos mismos días se ofrecerá a niños y niñas de 7 a 12 años ‘Hocus Pocus’, un juego mágico de apariciones y desapariciones de cuerpos y de accesorios. Finalmente, el 26 y 27 de enero se representará la inquietante ‘Party Room‘, centrada en la fascinación que despiertan los enormes ramos de globos de los vendedores ambulantes.

‘Vacuum’ está compuesto por imágenes y cuadros fantásticos, por una interacción de cuerpos que aparecen y desaparecen en medio de agujeros negros y luces que deslumbran. El dispositivo escénico son dos luces de neón orientados hacia los espectadores, de forma que los ciegan parcialmente y crean un efecto de agujero negro. A medida que las luces dibujan un marco real, la vista de los espectadores se centra en un retablo viviente que cambia de forma constante. La forma en que la piel refleja la luz es fundamental; a su vez, la luz es como un pincel que deja ver todo lo que toca: las sombras pintadas sobre los músculos y los huesos crean una imagen en movimiento.

Por otro lado, la pieza para público infantil ‘Hocus Pocus‘ se basa principalmente en la fuerza de las imágenes, la magia que desprenden y las sensaciones que provocan. Un dispositivo escénico muy particular permite la exploración lúdica y mágica de un juego de apariciones y desapariciones de cuerpos y accesorios. El hilo conductor es la relación fraternal que se teje entre los dos bailarines, tanto mediante las pruebas que idean para fortalecerse como en el fantástico viaje que les espera una vez superadas.

Por último, en ‘Party Room‘ dos bailarines, situados en un escenario circular, interactúan con unos globos que, sostenidos por una estructura móvil, flotan en diferentes alturas y van subiendo y bajando. Los globos, que bailan al viento, adquieren una especie de inquietante independencia y atormentan el cuerpo al que están adheridos y que bajo esta multitud parece casi frágil. Alegres y de colores vivos, a menudo decorados con personajes de Disney, presentan un extraño aspecto amenazador, como si le diera la vuelta al mundo del entretenimiento y lo pusieran en contra de nosotros. Así mismo, también transmiten un deseo de huida, de elevación y de ligereza. Más fuertes que el aire, lo atrapan. Son frágiles y poderosos a la vez.

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