El decimoquinto Festival de Teatro de Calle de la localidad costera de Lekeitio (Bizkaia) se ha celebrado el pasado fin de semana con la participación de once compañías, cuyos trabajos han sido vistos por unas 35.000. Pinchar en «Leer más para acceder a la valoración que han hecho pública los organizadores de esta edición en la que «hemos visto florecer en el mar». «Creer. En esta edición hemos visto florecer en el mar. Así es el teatro de calle, lo imposible es vencido. Y en esta 15 edición guardaremos en nuestro almacén colectivo visual un buen número de imágenes inolvidables: flores que crecen en las aguas del mar, diábolos de fuego, un pirata blanco cabeza abajo en el palo mayor, un encorbatado en plena lucha con una cabina telefónica, los saltarines bufones del rey, un capitán enloquecido por la ballena y su balada… Lekeitio ha sido el paraíso de las imágenes. Las palabras difícilmente pueden describir lo que nuestros ojos han visto. Durante tres días hemos estado inmersos en el maravilloso territorio de las artes de calle y con una sola dirección: el camino de la imaginación sin frontera.
El grupo francés Ilotopie abrió la caja de las sorpresas. “Narcise guette” es una singular, poética y sugerente propuesta encima del mar. Pocas veces podemos gozar de este arte. Ya que en el fondo Ilotopie son artistas contemporáneos. Escenas de la vida cotidiana muestran una sociedad muy individualista, que se mira sólo a si misma. Pero el espacio encima de las aguas hacen que esta obra nos lleve hacia los territorios del sueño y la ensoñación. El público se dividió en dos grandes grupos. Unos gozaron con la gran belleza de la propuesta, mientras a los otros el minimalismo les dejó algo fríos y contrariados. Pero por encima de todo, la memoria de este festival guardará para siempre unas cuantas imágenes: Como aquella del paseo en bicicleta sobre las aguas. Los espectáculos de gran formato son una de las características de esta muestra. Además de Ilotopie había otra gran cita con el gran espectáculo: el gigante barco de la compañía francesa Malabar. En esta ocasión el barco navegó por encima de las losas del puerto dejando alucinados al numerosísimo público concentrado. Una estética muy llamativa, la perfecta utilización de zancos y dos grandes acróbatas son algunos de los elementos de este buen trabajo. Malabar ofreció un gran colofón a la densa y gozosa jornada del sábado. No dejamos el teatro francés para citar a Carapace. Sus juegos de fuego y malabares encendidos son excelentes. Su técnica es de gran precisión y su estética muy sugerente.
También hemos comprobado como el teatro vasco pasa por uno de sus buenos momentos. El último estreno de Horzmuga, 12K, es color y relación con le público. Estos bufones juguetones tienen bien aprendida la lección. En el teatro de calle se aprecia la provocación directa y alegre. Desde Navarra llegaron Ten Pinpilinpauxa. Este grupo es capaz de trasmitir una gran energía, donde dos barcos piratas realizan un viaje lleno de aventuras y participación. De nuevo han demostrado que son unos maestros en le teatro infantil. El grupo de Bilbao, Gaitzerdi cerraba esta edición con un interesante y digno trabajo donde las imágenes vanguardistas volvieron a sorprender.
No solemos tener muchas posibilidades de ver teatro africano. Este año hemos visto a Dragoes Velhos de Mozambique y la sorpresa ha sido dulce y agradable. Llevaron a la playa la sonrisa. Un ser humano optimista y de buen corazón. Emocionante paradoja, teniendo en cuenta que el mensaje llega desde la arrasada Africa negra.
Para finalizar hay que citar la producción del festival. En ella se unían los caminos del pueblo de Lekeitio y la novela Moby Dick en una lectura treatraliada. Todavía está de boca en boca la idea que el capitán Acab pudo ser el lekeitiarra Anacabe. Javier Gonzalez de Durana, director del museo Artium y el autor del texto la Balada del Capitán Anacabe, salió satisfecho del trabajo y del éxito de este acto parateatral.
Percibimos que la participación del público cada ves es más grande. 35.000 espectadores han gozado de los once grandes espectáculos (y unos cuantos más de propuestas off). Mayor éxito que nunca. Gran calidad en las representaciones y un ambiente excepcional. “El festival es grande” dijo el director de la compañía francesa Ilotopie y añadió, “el público trata con mucho respeto el arte teatral”. El excelente tiempo ha ayudado en la inquietante aventura que recorre el universo maravilloso de las artes de calle».
