Puente de Brooklyn

El poder de lo humano

Empezar algo como un proyecto teatral, por pequeño o grande que sea, empieza desde lo humano y desde un sentimiento y necesidad de crear.

Desde una persona que crea algo y lo comparte con otras personas…con la gente que te rodea en tu casa, tu barrio, tu cafetería de las mañanas, tu puesto de trabajo, tu círculo de amigos….

Sólo con eso ya puedes crear una estructura de exposición al mundo exterior, sin que tus sueños creativos se queden en la almohada del «…y si hubiera hecho…»

¡Hay que hacer!

NYC es un lugar maravilloso para hacer, no por el lugar en sí, pero por la gente que lo habita.

Tanta gente con tantas ganas de ver y tanta energía. Tantos espacios donde se te da la oportunidad de ser lo que quieres ser.

Una ciudad generosa con los que se atreven a apostar por sus sueños. Un escenario donde el metro cuadrado se comparte entre muchos y se ha creado un equilibrio entre lo humano y lo material.

Donde hay capacidad y sentido del «apoyo y ayuda a las artes».

Desde lo personal se comunica y transmite a otra persona con la que compartes inquietudes, se propone y se empieza, se desarrolla, se le da forma y cuando lo tienes entre manos, lo promocionas, le sigues dando forma y un día lo expones desde lo humano a lo humano.

Hemos conseguido que el teatro «Dixon Place» del barrio Lower East Side de Manhattan, nos programara el proyecto de micro-teatro «The last call». Que nos dejaran una pequeña sala de ensayos que era perfecta por las características del diseño del espectáculo.

Hemos conseguido llenar esa sala cada noche con 25 personas para que vieran esta propuesta de teatro íntimo.

Eso ha sido sorprendentemente fácil y abrumador y nos ha hecho sentir que «sí se puede».

Nos hemos dado cuenta de que sin apenas esfuerzo y gasto económico y sólo con el apoyo de otra persona tienes poder de convocatoria, y que encima de eso, tienes la capacidad de, una vez los tienes dentro de la sala, hacerles pasar un buen rato y llevártelos a tu terreno de forma especial.

Hacer que se sumerjan en el mundo emocional del personaje y en su historia….Eso, es muy poderoso; y sólo por eso sabes que, los estragos y malabares con el día a día y las horas de trabajo y ensayos, han merecido la pena.

Dos trabajadores con todo. Un actor y un director al ataque durante tres meses con: organización de ensayos, búsqueda de espacio y coordinación con el mismo; luz, sonido y utillería; adaptación del texto, diseño del flyer y exposición en las redes sociales y portales culturales, etc…

Dos españoles en Nueva York, dos extranjeros con años de experiencia en el teatro, atrevidos y decididos a trabajar juntos.

El espectáculo verá la tercera y última representación de este año, el Jueves 11 de Diciembre.

La proyección futura del mismo, seguir con el proyecto a modo de «work in progress» y moverlo en apartamentos privados, el sótano de una barbería en el barrio de Williamsburg en Brooklyn, y en general espacios atípicos y curiosos.

No sabes de lo que eres capaz hasta que lo intentas y te atreves.

Sentir el poder y la fuerza de lo humano es querer hacer cosas…y hacerlas.

Es hacer lo que te hace feliz.

Gracias, Rafael Abolafia, por ser tan inocente y no saber que era imposible.

Por eso lo hemos conseguido.

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