Críticas de espectáculos

El Público/Federico García Lorca/Atalaya

La pirueta total
Obra: El Público
Autor: Federico García Lorca
Intérpretes: Jerónimo Arenal, Joaquín galán, María Martínez de Tejada, Marga Reyes, Silvia Garzón, Aurora Casado, Manolo Asensio, José Manuel Mudarra, Juan Rivadeneyra, Sario Téllez, Charo Sojo
Escenografía: Ricardo Iniesta
Vestuario: Carmen de Giles
Coros: Esperanza Abad
Música: Inmaculada Almendral
Dirección: Ricardo Iniesta
Producción: Atalaya
Teatro Lope de Vega –Sevilla- 23-10-02
El propio García Lorca manifestó que el verdadero trabajo, lo que entendía como el futuro de su dramaturgia se expresaba en esta obra que no es por casualidad que tenga tan pocas puestas en escena. Su propuesta es una pirueta total, no es que se plantee como metateatro, sino que da una vuelta completa al concepto calderoniano del teatro, se nutre de todas las vanguardias, adelanta un teatro de la experiencia y una poética de la diferencia. Se atraviesa por un canto homosexual, se requiere una interpretación que escape a todos los formalismos, se debe buscar una lectura escénica que pueda hacer entendible lo que en muchas ocasiones aparece como una intuición genial que parece no desarrollarse del todo. Es decir se trata de un texto que lleva a quien lo ponga en pie a la riesgo total y constante.
Ricardo Iniesta ha interpretado a Lorca desde sus propias convicciones teatrales, desde su propia historia y estilo, dotándole de una consistencia recia que a veces parece constreñir un poco, pero que en su conjunto le dota de un mismo punto de vista y todo gira a desentrañar las posibles maneras de expresar ese denominado por Lorca “teatro bajo la arena” que puede entenderse como una alternativa aun teatro convencional o “al aire libre”. Conceptos que pesan sobre toda la puesta en escena, donde los intérpretes dicen los textos con una prosodia buscada, a lo griego, con una salmodia que todo lo preside y que le unifica demasiado. Pero como siempre en Atalaya hay energía que fluye, imágenes muy potentes, rito, acabado preciosista, y el vértigo de este magnífico texto de Lorca que sobrecoge por su lucidez y adelanto para su tiempo.
Carlos GIL

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